Caos y desintegración factores
preponderantes del régimen
Juan Alberto Remedi
Diciembre 2020 Paraná (Entre Ríos)
Abordar los aconteceres del lugar específico donde se vive, piensa,
lucha, sueña y gestan
esperanzas, amalgamándolo con eventos ocurridos
en el mundo, complejizados por múltiples razones materiales o
espirituales, requiere recurrir al dinamismo de todas las fuerzas, materiales, mentales, conciencia, voluntad y sentimientos subordinándolas a los
objetivos en desarrollo o a desarrollar.
Supeditación estimulada por la actividad subjetiva hacia la
realización de las metas, sin ser en
absoluto neutral, consistente en la conciencia
y deseos de lograrlo incluso cuando lo contrario es cierto. Lo
aplicable a la praxis humana más elemental, se manifiesta con mayor riqueza en la praxis social totalizadora orientada a
cambiar una forma de vida.
El humano como ser
biológico de la especie Homo Sapiens, miembro
de un organismo social, representante de
la sociedad, por ende, de una determinada clase social, es dialectico en el más estricto sentido de la
palabra. Todas sus expresiones sociales, acciones o manifestaciones, son
posibles gracias a ese mecanismo biológico por sobre
del sistema nervioso - en
paralelo todas las funciones biológicas se
encuentran sujetas a la ejecución de las funciones sociales, por lo cual, la posibilidad de pensar un mismo hecho desde direcciones
opuestas lo muestra como una disputa no formal.
En ocasiones se atribuyen causas naturales a fenómenos de orígenes
puramente sociales, se tratan enfermedades sociales a través de los medios médicos
o abordan enfermedades orgánicas con medidas sociales,
conformando una línea teórica del pensamiento “naturalista del ser humano”. Así, la tesis de Aristóteles (384- 322- A.C.
antigua Grecia) individualizando algunos
individuos como esclavos y otros amos
“por naturaleza” refleja el particular
momento de la clásica sociedad antigua
en su fase de decadencia y disolución, actuando como justificación teórica de defensa y protección de un organismo social en
colapso, como contraargumento a las
demandas de otra forma de vida.
Las explicaciones naturalistas de ciertos
fenómenos sociales en cuanto a su carácter y efecto pueden ser “no solo
defensivas” sino también “destructivas”. En el año 1879 la burguesía Francesa (derrotando a la
monarquía y desposeídos en un mismo
espacio y tiempo) enarbolo la llamada “naturaleza del hombre” para
desechar el orden de los estados
feudales por ser antinatural,
declarando al mismo tiempo como naturales para la organización de la
vida humana el” derecho y la libertad de la propiedad privada”.
El marxismo ha confrontado desde sus orígenes con la “ilusión
naturalista” refractada en el curso de
la polémica con los Hegelianos de izquierda inclinados hacia la revolución,
manifestado en la “la ideología Alemana” redactada por Carlos Marx en Colaboración con Federico Engels (Bruselas 1845-1846 -
publicada en 1932) identificando entre otra serie de cuestiones las deficiencias teóricas prácticas de dicha posición.
La postura del
materialismo dialectico expuesta por Carlos Marx, Federico Engels, Vladimir Lenin, Antonio Gramsci, Carlos
Mariátegui, el che, Fidel, junto a sus
pares, expresa claramente: todo lo humano en el ser humano, es en un 100% el resultado del desarrollo
social, toda
actividad llevada a cabo por un
individuo siempre es ejercida por los organismos materiales biológicamente
innatos del cuerpo en particular del
cerebro.
Más adelante El filósofo Evald Ilienkov
(1924-1979- Smolensk) continuador del
pensamiento Marxiano, aportando decididamente a ubicar la teoría acorde
a los nuevos tiempos y singularidades – en “cosmología del espíritu” escrita en 1950, publicada en 1988 expone: así como no hay pensamiento sin materia (entendida
como sustancia) tampoco hay materia sin pensamiento (entendido como atributo)
considerando al pensamiento como el producto más elevado del desarrollo
universal, el estado más elaborado de la organización de las inter acciones, el
límite de la complejidad de la organización, pues pasándolo no hay nada conocido científicamente. El
materialismo dialectico como sistema filosófico, reconoce al “cerebro pensante”
(organismo material anatómico fisiológico del trabajo del pensamiento, es decir
el trabajo espiritual, cuyo producto es lo ideal) como
la forma suprema de organización de la
materia, en tanto, al pensamiento como capacidad del cerebro y nivel más elevado alcanzado por la materia universal
en su desarrollo gradual.
En la misma línea (Karel Hosik 1926-2003 – Praga) en “dialéctica de la totalidad concreta”
publicada en el año 1963, expresa “el
pensamiento dialectico” es capaz de
distinguir entre: representación y concepto de las cosas, entendido no solo
como dos formas y grados, sino como dos
cualidades de la praxis humana. La realidad agrega, no se presenta
originalmente al hombre como forma de objeto de intuición, análisis o
comprensión teórica, sino como
campo en que ejerce su actividad
practico sensible, sobre cuya base surge
la intuición practica inmediata de la
realidad.
Así mismo, Ernet Mandel
(1923-1995) Bélgica, en “anticipación y
esperanzas como categorías del
materialismo histórico” publicado en 1980 – entre otra reflexiones, analiza las
principales manifestaciones de la capacidad humana de anticipar, imaginar
y elaborar proyectos, basándose en el instinto de conservación, manifestado
en el miedo puramente
instintivo (característica propia de los animales) y la esperanza nada
instintiva, incluso en sus expresiones constitutivas más
elementales, siendo superior al
miedo por constituir la capacidad de imaginar y anticipar lo ideal. Sin embargo, parte la
sociedad en lo cotidiano concibe a las esperanzas vinculadas a cuestiones místicas o religiosas, de ahí las
expresiones “ya no creo en nada” o “hay
dios dame esperanzas” como si fuese un atributo sobre natural al margen de las
realidades y no una consecuencia de la participación en la vida social
auto gestionándolas.
Vulnerabilidad del
sistema financiero
El estado de la económica planetaria producto de la crisis civilizatoria, agudizada
por la pandemia se muestra
desalentador, exponiendo la irrealidad de vivir en un mundo calculable,
previsible y obediente a nuestra voluntad, marcado a fuego por problemas estructurales, donde la ignorancia del pasado consecuencia
de la escases de datos, limitación del mundo accesible y la imprevisibilidad de las políticas
exteriores, fue transformándose hasta llegar al presente, con los desconocimientos obedeciendo a la inestabilidad de un mundo totalmente
interdependiente, exceso de información no
siempre vital, comportamiento imprevisible de las tecnologías
con sus posibles impactos y autogeneración del pánico o euforias destructivas, en momentos de creciente complejidad e ignorancia sistémica,
tomando decisiones con saberes incompletos y la necesidad de establecer
experiencias capases de proyectar
horizontes compatibles con los límites
físicos del planeta y la justicia.
La antítesis irresuelta, suscita nuevas dificultades reflejadas (dentro de otro conjunto de
malestares) en que en junio del año
2020 la reserva federal Estadounidense manejada por un pequeño grupo de
oligopolios, redujo la tasa de interés
al 0%, realizando a la vez, una ilimitada compra de bonos del tesoro en plena preparación del acto electoral en el
cual, Donald Trump fue derrotado por su contendiente Joe Biden, garantizando la
continuidad de la ideología de los llamados padres fundadores - al decir de Raúl Zibechi el nuevo capataz - luego hacia fines de octubre para mitigar los
efectos del crac estructural
y la pandemia e impedir una nueva crisis, emitió 3.3
billones de dólares, cifra equivalente a tres
veces el déficit presupuestario
para el año en curso y a un total del 22 % de los dólares existentes hacia
fines del año 2019.
Con tasas de interés 0
% la reserva federal ha perdido el manejo de la política monetaria, en un panorama de no reactivación económica, por lo
cual, de modo desesperado las grandes empresas monopólicas
intentan imponer una nueva alternativa a
través de la digilitalicion del dólar y
de todas las transacciones financieras a fin de obtener un mayor control sobre
los distintos sectores de la economía mundial, del sistema financiero
internacional y transacciones locales.
En este aspecto, distintos medios de informaciones dan a conocer que un financista de la ciudad de Rosario (Argentina)
administrando los flujos financieros del complejo agro industrial, incorporo en los ejercicios diarios el valor
de las monedas digitales a fin de ingresar dineros de la venta de soja sin
pasar por el banco central, con la complacencia y el mirar para otro lado del
gobierno nacional, originando nuevos
saqueos contra el país.
Así mismo, según
informaciones de los mercados financieros entre el 9 de febrero y 20 de marzo del año 2020 se produjo una estruendosa caída del mercado
de valores en Europa, con el desplome de
los indicadores bursátiles entre un 23 y 30 %
y el día 28 de junio el Banco Central Europeo (BCE) anuncio un
préstamo de 1.31 billones de dólares a los bancos de la zona Euro al 1% de interés, dejando en evidencias un nuevo rescate de los
bancos por el estado y la consiguiente socialización de las pérdidas a costas
de los asalariados. Esas tasas de interés del 0 y el 1% muestran a los estados
pagando a los bancos privados para mantener los préstamos de dineros a los clientes, garantizar su rentabilidad y
capacidad de pagar dividendos a los accionistas.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) en el
informe trimestral del año en curso, publicado en un artículo sobre la “rentabilidad financiera mundial” daba
una idea sobre el nuevo trance puesto de
manifiesto por la debacle acompañada
por la pandemia, con instituciones, bancos centrales y el propio (FMI)
abordando circunstancias sin
precedentes de ingobernabilidad y
disociación entre los mercados y la economía real, expresado en la bolsa de valores, advirtiendo sobre un
“sistema de gobernanzas” enrarecido por sus propias contradicciones y el papel
preponderante de instituciones no bancarias en el ecosistema de créditos de
“alto riesgo” multicomplejos.
El 19 congreso del
partido comunista Chino inaugurado el 18 de octubre, presento el
informe central a cargo de Xi Jimping, titulado “asegurar la victoria decisiva en la
construcción de una sociedad
moderadamente prospera en todos los aspectos y luchar por el gran éxito del
socialismo de características Chinas
para una nueva era” analiza aquí, la dicotomía en marcha,
entre el desarrollo desequilibrado e inadecuado y las necesidades cada
vez mayores del pueblo por una vida mejor” y
propone la implementación de una
nueva estrategia de crecimiento económico dual (con antecedentes de aplicación
por primera vez en la década de 1980) identificando al consumo interno como
motor principal del movimiento económico, donde el comercio exterior y las
inversiones extranjeras deben desempeñar funciones complementarias, más bien
secundarias. Bajo este lineamiento se propone reducir la vulnerabilidad a las
recesiones mundiales y las acciones proteccionistas amenazando
la estabilidad económica, en una
trama externa cada vez más adversa. El
plan (Made in China 2025) pretende acelerar el desarrollo tegnologico
especialmente en el área de la “inteligencia artificial” aviación e industrias del
transporte, mientras sigue disputándose con los Estados unidos posiciones
estratégicas en territorios etéreos
(impalpables) y deslocalizados, donde el ciber espacio se ha transformado en un
instrumento de influencias políticas a
nivel internacional y las ciber guerras han dejado de ser ciencia ficción transformándose en conflictos
reales.
Situación estimulada
por el reciente nacimiento del mayor bloque comercial del mundo, abarcando al
30% de la economía mundial y el 30 % de la población global, llegando
aproximadamente a 2200 millones de consumidores, en los marcos de la cumbre
de la Asociación de naciones del sudeste Asiático (ASEAM) realizada en Viet Nan. La nueva Asociación
económica Integral (RCEP) agrupa en principio a los 10 países miembros de la
(ASEAM) a China, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda, sin la
participación de Estados Unidos y de
fuerte repercusión a nivel planetario.
Parte de estas
cuestiones han sido abordadas (entre otros) por el economista Francés François
Chesnais, en un artículo publicado el 11
de julio de 2020 bajo el título “el
sistema financiero mundial ultra parasitario que cuenta con una protección
inquebrantable” exponiendo las tendencias reflejadas a diario en el
movimiento económico mundial, ubicando la primera de ellas, en el
crecimiento de los activos financieros globales a un ritmo superior al producto bruto mundial (PBM) como resultado de un mecanismo especifico de
acumulación de capital, dinero capital de préstamo, en oposición a la “acumulación efectiva del
capital” ya estudiados por Carlos Marx, en los capítulos titulados “capital
dinero y capital efectivo”. En esos momentos el movimiento del capital se vinculaba al
ciclo económico donde parte del capital
acumulado por los capitalistas industriales en su fase expansiva, durante el periodo de crisis y recesión, se valorizaba como “capital de préstamos”. Dicha conducta aparecida en el siglo XIX como un hecho coyuntural, se convirtió en el presente
en un proceso sistémico - si bien esta modalidad representa un capital para quienes
lo poseen y del cual esperan obtener ganancias, desde el punto de vista del capital en su
conjunto, es un “capital ficticio”-
La segunda tendencia a
largo plazo, se manifiesta en la baja constante del tipo de interés, figurando entre sus principales causas la distribución de ganancias productivas controlada por la relación trabajo capital, las
características impuestas por los cambios tecnológicos, el bloqueo
de los mecanismos de asimilación creados por estos, el crecimiento de
las plusvalías actuales y futuras de derechos de giros virtuales constituyentes
del “capital ficticio” en su etapa de perdida de vigorosidad, mientras, la falta de oportunidades de inversiones
rentables muestran una oferta de capital mayor a la demanda y tasas cayendo año tras año - en respuesta, los inversores aumentan permanentemente lo
denominado desde el año 2010 “apetito de riesgo” optando por las posibilidades
de los “micros beneficios” ofrecidos por
la inteligencia artificial.
Cambios incesantes
El modelo occidental
basado en la existencia de la propiedad privada de los medios de producción
colectivos, ya no es capaz de defender los intereses generales de las
sociedades y menos garantizar la soberanía popular, dos elementos íntimamente interconectados, generando
condiciones para una posible revolución generalizada. Históricamente la caída occidental se inició con
la debacle del el año 1929, hasta llegar
al momento actual de desregularización.
Quizás se debiera tener
en cuenta al “capitalismo” siendo además
de un modo de producción con su
respectivo orden institucional, una forma de convivencia humana, determinada por el proceso económico, fuerzas,
posibilidades, condiciones del mercado y
tecnológicas, conformando el todo único de su existencia,
concibiendo a la explotación no solo como el arrebato de una parte del salario a través de la plusvalía,
sino como la expropiación de los medios
de vida, del trabajo y productos del trabajo humano.
El acierto del régimen, fue haber orientado (en un
momento histórico) la producción hacia la demanda con
magros salarios volcándose al consumo con
relativo mejoramientos del nivel de
vida en los países centrales, dentro de lo cual, el
siglo XX occidental experimentó
un proceso de desactivación ideológica
del movimiento obrero, coincidente con
el ascenso de la base social a mayores
bienes de servicios esenciales o no. Lo
inaudito de la fase actual de senilidad, es la aplicación indiscriminada de las políticas monetaristas desde el año
2008 en adelante, auto boicoteando su
propia existencia, generando crisis en su
identidad política por la
existencia de una legitimidad
institucional corroída por una
ilegitimidad creciente de un pequeño número de corporaciones controlando el
poder en todos los ámbitos.
No es ajena a dicha posición
la caída de la ex Unión Soviética (URSS) en el
año 1991 y la actitud del presidente de los Estados Unidos George Bush
padre, autorizando a las grandes empresas del país a radicarse en
China, con un costo del valor de la fuerza de trabajo 20 veces menor al de los
(EE.UU) una disciplina de trabajo
superior a la de occidente y carente de grandes conflictos laborales. Esas empresas
en las condiciones existentes amasaron
beneficios sin parangones, colosales, con una particularidad, la parte fundamental de las ganancias provenían
de la acumulación de sus propios
fondos, generando un cambio en el
sistema capitalista manteniendo sus bases sustentadoras, pero abandonando el carácter de “capitalismo productivo”
convirtiéndose en “capitalismo
financiero”.
En nuestra región los
sectores hegemónicos han impuesto una particular visión de la historia
universal, desde la cual, Europa y su
heredero Estados unidos se han dedicado a difundir supuestas
condiciones propias de los adelantos
científicos técnicos en relación a otros
continentes a través de un relato dominante, trepando hacia un status
de “naturalidad” impuesto como narrativa incontenible, considerando naturales
los logros que les han permitido
beneficiarse de otros asegurándose un lugar privilegiado, en el contexto de una configuración teórico practica euro centrista.
Por lo tanto, se trata de abordar
la realidad teniendo en cuenta las especificidades dadas
en un conjunto de 600 millones de habitantes de 20 países, superando la
tendencia a la generalización, abordando
entre otros debates, el relacionado al fin o no del ciclo denominado progresista,
sabiendo que el termino
de un ciclo no se impone por decreto, sino que es consecuencia de las dinámicas en
acción en espacios y tiempos concretos, debiendo concebirlo
en su carácter mundial y de largo aliento, dentro del cual, se desarrollan los acontecimientos en la
región. No son los ciclos quienes oscilan de derecha a izquierda sino los
proyectos políticos proponiendo
soluciones.
Un segundo aspecto a considerar son las mutaciones dentro del
lapso mencionado, nada inerte sino en permanente trasformación. Evidentemente emerge un cambio en los modos de manifestaciones populares, sectores sociales convocantes, formas de
resistencias, conjugándose en algunos
casos consignas anticapitalistas, en otros contra su expresión el neo liberalismo, denuncias de corrupción empresarial y política, defensa de la ecología, contra el racismo, las
guerras y migraciones, acompañada por consignas permanente contra el hambre y la
desigualdad, conformando un único
universo de resistencias. No se trata de
tomar una posición equidistante entre las ideas del fin y la opuesta, sería
lo más fácil, complaciente, un auto
engaño, sino de agudizar la capacidad de percibir en agua turbias, aquellos nuevos
elementos conformándose de modo
persistente o no, como partes de los
aconteceres no siempre claros. En este sentido existen antecedentes
en el hecho de no haber asimilado las diferencias de manifestaciones entre el fascismo clásico y el
neo fascismo con expresiones edulcoradas a tono con los tiempos (manteniendo la misma
ideología) conduciendo a la mayoría de las parcialidades
políticas en gran
parte del continente a la
imposición del criterio de “restauración conservadora” desconociendo en
la práctica las nuevas particularidades,
frustrando la posibilidad del accionar coordinado
contra la renovada peste parda.
Otros vientos intentan
definir huellas, demostrado en las magníficas experiencias llevadas a cabo con el triunfo indiscutido del MÁS
y sus aliados en las elecciones del hermano pueblo Boliviano, por
características propias triunfaron
los sufrientes y pensantes por encima de las parcialidades políticas, seguramente repercutiendo y a repercutir de
modo positivo en la defensa de los intereses de las mayorías indígenas o no, en
un ambiente de profundo debate interno a
zanjar solo por los pares Bolivianos. De modo similar (con propia impronta) el
pueblo chileno respondió con un contundente si en las elecciones donde se decidía
o no la reforma de constitucional, su accionar ya venía sorprendiendo a
parcialidades políticas de derecha e izquierdas evidenciando el alejamiento de las penurias populares - se suma
la derrota electoral en las elecciones municipales de los candidatos de Jair
Bolsonaro en Brasil y la potencia
de los movilizados en Perú (reprimidos) denunciando en principios a la “corrupción empresarial,
política y el racismo” como manifestaciones
de discordancias estructurales no
resueltas y la aplicación de los lineamientos neo liberales más
allá de lo soportable.
Las incoherencias sistémicas conforman el
núcleo principal del movimiento interno
en el conjunto de la geografía nacional
Argentina, manifestado en la falta de
voluntad gubernamental para encarar una auditoria de las deudas
externas públicas y privadas, primando la “negociación” con los organismos encargados de la deuda
privada y con el fondo monetario internacional.
Tal posición adversa para las mayorías sociales engendra (en
función de justificar los pasos dados) más
y más fuegos artificiales, usados como
verdaderos escudos en el camino de presentar alternativas incapaces de resolver problemáticas primarias, afectando al conjunto de la sociedad, recayendo más
cruelmente en los desposeídos,
dándose según apreciaciones del economista Julio Gambina (integrante del colectivo
economistas de izquierdas) una puja por
la apropiación del excedente económico, donde el poder económico no termina de
desarmar el poder defensivo de las organizaciones populares y estas no terminan
de definir una reorganización incluyendo una estrategia alternativa de poder, capaz de
volcar la balanza hacia una salida de la crisis en favor de los creadores de
valor.
A los permanentes
ajustes contra quienes menos tienen, se le suman los efectuados en plena
pandemia a través de acuerdos entre empresarios y gremios nucleados en la confederación general del trabajo
(CGT) pactando bajas de salarios entre un 25 y 30 % incluso en empresas no afectadas por el covid 19, el apriete al bolsillo de los jubilados, ubicando
a la mayoría por debajo de la línea de
pobreza y la pérdida de poder adquisitivo
de los empleados estatales. Datos
recientes del observatorio de la deuda social de la universidad católica (UCA)
indican a la pobreza trepando al 42,2% de la población, afectando a 20,3
millones de personas, con un 10,1% viviendo en la indigencia y el 65% de
menores de 17 años viviendo en hogares pobres, fruto del accionar no únicamente del
gobierno actual, sino del conjunto de administraciones civiles y militares
actuando indistintamente en defensa de un sistema superado por la vida. En
contraposición el presidente de la nación ha declarado: logramos que ningún argentino
tenga hambre y que ningún argentino no pueda ser atendido en el sistema sanitario, una “gran ilusión” aportando a un mayor agravamiento de la situación
económica social, por carecer de una
visión cercana a la realidad.
Todo hace ver la
inexistencia de “diferencias
de fondo” entre las medidas tomadas por
la administración saliente enarbolando los preceptos neo fascistas periféricos y las del nuevo gobierno (reconociendo los esfuerzos económicos hechos en un momento
extraordinario por la presencia del Covid 19) y sin significar lo dicho “ser lo mismo” ya
que “nada es igual a sí mismo”- el
futuro se muestra cada vez más incierto,
el hambre arrecia con fuerzas de
huracanes y las promesas fueron llevadas
por los vientos a confines inciertos.
El ajuste en marcha
(negado por el oficialismo y sus
socios, militado por algunos denominados
dirigentes de organizaciones sociales
nacionales y populares) se avizora como devastador y horroroso para las mayorías. Como en el pasado, comunicadores, periodistas,
movileros, políticos y redes
sociales, intentan dar salidas de modo convergente a la falta de expectativas sociales
positivas, renunciando a la refleccion
profunda sobre las verdaderas cusas del desastre vivido, justificando el accionar de un gobierno que
nunca se propuso girar hacia Venezuela sino hacia el fondo monetario
internacional (FMI) brindándole además,
un oxigeno indispensable al neo fascista
Jail Bolsonaro para seguir subsistiendo políticamente. Sucesos ocurridos en los
marcos de conjugación de crisis
económica, lutos compartido por los decesos ocurridos en la
pandemia, emociones colectivas e incertidumbres, miedos, impotencias, broncas
reprimidas, ausencias de perspectivas, expectativas
indefinidas, con las necesidades de saber y comprender sacrificadas por la
instrumentación de un terrorífico apriete del cinturón a los sectores
populares.
Una circunstancia auspiciosa es el parcial desarrollo de coincidencias
en las bases, superadoras de la fragmentación impuesta desde arriba y el emerger de núcleos humanos exigidos por una situación insostenible intentando gestionar acuerdos con el objetivo primario de
conseguir alimentos. Hecho con
luces y sombras, conformando algo novedoso en un sector de la población
manifestando cierta apatía ante lo ocurrido ¿por
qué auspicioso? por las intenciones de dejar de esperar las
miserias mal repartidas, emprendiendo iniciativas enfocadas a conseguir sustentos, fenómeno tan
emocionante como complejo e
indefinido, demostrativo de la voluntad de
dar un paso esencial independientemente de los logros obtenidos, el solo hecho de predisponerse a no morir en
vida conforma un cambio medular en sus
acciones, potenciando el respeto a sí
mismos, peculiaridad vinculada en principio a sectores no encuadrados orgánicamente en parcialidades políticas sociales, expresado de
alguna manera en el término popular, “todo muy lindo, todo muy lindo, pero el
muerto no aparece”. Esta parcialidad social ha logrado ir despojándose de los
modos de reflexión de los poseedores de un trabajo formal, manifestando “yo no estoy
bien pero tengo un trabajo y lo cuido” lo demás yo (otra vez repiten el yo) no
puedo resolverlo y me frega.
No dejarse confundir
por los cantos de sirenas implica, actuar , analizar, orientar de modo organizado, coordinado y en unicidad
de accionares callejeros, oponiéndose a
las medidas reaccionarías diseminándose
más allá de las pertenencias a
una u otra parcialidad defensoras del actual estado de cosas, potenciando al unísono la predisposición hacia el logro de una nueva vida, en momentos de no percibirse (en la dimensión necesaria) la
realidad histórica material como una
totalidad abierta, incompleta, con algunas posibilidades realizables y otras no, a partir de la
participación del ser en la vida social gestionando entre otros atributos “las esperanzas”.
Juanalbertoremedi.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario