sábado, 14 de noviembre de 2020

 

Basta de golpistas

Juan Alberto Remedi

Los infaltables  neo fascistas integrantes de  las fuerzas armadas,  seguridad y la civilidad    con aceitados  vínculos  políticos,    aprovechando   el  difuso como   contradictorio    accionar del oficialismo  en la defensa de los intereses mayoritarios y las  represiones fogoneadas  (entre otro)   por Sergio Massa, autorizadas por el  poder judicial, ejecutadas en  la Provincia de Buenos Aires por el ultra reaccionario ministro de  seguridad   Sergio Berni  con   la aprobación  del gobernador  Axel Kicillof,  y,  su   traslado    a otras geografías   atacando a  víctimas   desesperadas  buscando   un  lugar para  no vivir de prestado o morir desamparados en la calles.  

Hechos  desarrollados al son de la preparación de  un  horroroso  ajuste satisfaciendo  las  demandas   del Fondo Monetario Internacional,  acoplándole   la anunciada presentación del borrador sobre la “reforma laboral”   elaborada  por   Roberto Lavagna, con  la intención   de seguir  marginando   a los asalariados y desposeídos,   en el contexto  de   la difundida  ilusión  de contar con fuerzas armadas defensoras de la democracia.   Las buenas intenciones han  migrado    arrastradas  por  huracanados vientos  hacia confines inciertos. 

Si bien las  denuncias  contra los golpistas conforman  un hecho destacable,  deben  orientarse  no   solo  contra algunos militares o  fuerzas   de seguridad en condiciones de retiro,  sino simultáneamente hacia  los civiles participes.   Los generales retirados Ernesto Bossi y Daniel Raimundi junto a  otros,  se reunieron (sin ser los únicos) con el Banquero Jorge Britos, dirigentes de la Unión Cívica Radical como Enrique Nosiglia y  el director del diario nueva provincia Vicente Massot, contando  también   con  el apoyo no público de parcialidades de  la jerarquía eclesiástica, actuando en conjunto contra el pueblo,  en nombre de la democracia, la república y la propiedad privada.

Por si quedaba alguna duda, los eventos se   organizan   y desarrollaron   cabalgando sobre la inmovilidad popular  en plena pandemia,  con la complicidad de la burocracia sindical,   algunas organizaciones sociales y  sectores de la izquierda tradicional (socialdemócratas)  compartiendo anhelos  contrapuestos  a las realidades concretas en lugares concretos, donde se vive, piensa, lucha, sueña  y  realimentan   esperanzas.

Ante el difícil momento, con   perspectivas ciertas del  tránsito hacia un futuro aún más  cruel para quienes  menos tienen,  el único camino percibido   en el horizonte es “la organización y coordinación”  de accionares,  enarbolando  sugerencias   en defensa de lo propio, no aceptando    los  llamados a la “unidad nacional”   con el objetivo de preservar  los intereses de  ladrones, saqueadores y corruptos,  arrodillados ante el amo del norte,  utilizando la miseria  por ellos generada   para convocarla.  La unidad mencionada  requiere instrumentarla con todos los dispuestos a defender los intereses populares contra los de una minoría económicamente poderosa, portando  lineamientos neo fascistas  difundidos   dentro y fuera de la actual administración.

Por lo tanto, es  imperiosa  la   adopción de   criterios   unitarios  de nuevo tipo, con propuestas  en todos los ámbitos  hacia el cambio del  modo de  vida  por otro  más igualitario y justo,  con colectivos cumpliendo funciones de dirección en reemplazo  de  los capataces  auto denominados dirigentes que,   utilizado  las energías   logradas por los movilizados hacen   paquetitos  para negociarlos  con los  políticos burgueses,  en épocas electorales o no,   en favor de sí mismos.

Tal desafío requiere  recurrir al dinamismo de todas las fuerzas  materiales,  mentales, consientes,  voluntad, sentimientos y deseos de logros (incluso cuando lo contrario es cierto)  enfocándolas  hacia   el  cambio del  sistema económico social adverso para la inmensa mayoría de la población   a través de  ir resolviendo    las contradicciones existentes   en cada lugar,    con la participación de jóvenes, mujeres, adultos, de la tercera edad, ubicados  en  la urbanidad y el campo,  amalgamándolo  con los acontecimientos generales  del mundo, país,  provincia.

Las denuncias contra los golpistas son importantes  pero no suficientes,   se trata de  oponerles  las energías  dispuestas a revitalizar el “nunca más”  manifestándolo libremente en las calles  y  el conjunto  del país.

Remedijuanalberto.blogspot.com.

 

 

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