Fin de la inmovilización
Juan Alberto Remedi diciembre 2019
Cuando muchos aplauden
la lograda “paz de los cementerios” pactada
por el gobierno,
burocracias sindicales,
diferentes movimientos sociales, cúpula de la iglesia católica y los oportunistas
de siempre cambiando de camiseta al son
de los gobiernos de turno, diferentes sectores de la Provincia de Mendoza,
rompen ese caduco esquema de dominación movilizándose de a miles en defensa de la vida. Una verdadera marea
humana diversa, marcho por rutas y calles en defensa de la ley 7722, que prohíbe el uso de sustancias toxicas
(cianuro, ácido sulfúrico, mercurio y otras) en las explotaciones mineras, si bien no anula dicha actividad,
actúa como un verdadero freno a
los proyectos de la mega minería de oro, plata y cobre.
La ley fue promulgada luego de las grandes
movilizaciones del año 2007, manteniéndose a pesar de los diferentes intentos de dejarla
sin efectos, uno de ellos, se produjo recientemente entre gallos y medias noches a través de la convocatoria de sesiones
especiales de las cámaras parlamentarias de la provincia, con un proyecto ingresado un día antes de la asunción de nuevo
gobernador de la Unión cívica Radical (UCR) Rodolfo Suarez, poniendo al desnudo los verdaderos planes de la mal
llamada “clase política” por ser una estructurada banda de mafiosos y saqueadores actuando al servicio de las trasnacionales.
Sin dudas hubo un mal
cálculo del gobierno provincial y sus socios del partido justicialista y otras
parcialidades partidarias y no partidarias,
actuando con el visto bueno del
gobierno nacional a través de las
declaraciones del presidente Alberto
Fernández diciendo: en Mendoza hemos logrado una ley para involucrar a la provincia en la explotación minera, 48 horas después esa geografía fue testigo de la más grande movilización
conocida en su historia contra la mega minería contaminante. No solo Intentaron llevarse puesta la derogación de una ley, sino las experiencias acumuladas por las
mayorías sociales en defensa de sus derechos por encima de sus pertenencias políticas,
de género, sociales, culturales, ideológicos y sindicales, poniendo fin a la
tan ansiada y esperada luna de miel de los nuevos gobiernos, la movida de quienes defienden un agua sin
contaminación, es decir la vida, fue la encargada de anunciarlo, demostrando la verdadera
solidaridad de los agredidos por los
poderes económicos y políticos corrompidos e inhumanos.
El gobierno provincial a
consecuencia de la movilización ha suspendido las reformas pactadas a espalda del pueblo, dejando a los
representantes del partido justicialista apoyando la reforma, con el ya famoso “acompañamos” desnudos e impotentes, no quedándole otro camino que enviar un proyecto
para la derogación de la nueva ley 9209 aprobada el día martes, pero sin exigir el veto
del gobernador a tan escandalosa entrega de los recursos naturales y bienes sociales en medio de la contaminación
ambiental.
Magnífico ejemplo de
movilización, coordinación y unicidad, en un
momento donde la nueva administración nacional ha decidido renegociar la deuda con el Fondo monetario
internacional y los acreedores privados, desechando la posibilidad de una
auditoria de las misma - si se pagan las
deudas, alguien sufrirá las consecuencias, todo hace ver que serán los sectores populares, mientras una
minoría mafiosa, elitista, dentro y fuera de los gobiernos, siguen acumulando riquezas profundizando la ya
insoportable desigualdad.
Entonces es vedad, no
somos Venezuela, tampoco Grecia o Portugal.
No estamos condenados a ser Grecia, sufriendo las
consecuencias de haberse arrodillado ante el fondo monetario internacional (FMI) hay
otras alternativas, sin embargo utilizan dicho recurso para meter miedo en la
población “ojo jubilados si patalean les espera lo de Grecia” en medio de los malabares para tratar de explicar lo inexplicable en nombre
de la solidaridad: que a la deuda la pagaran los sectores populares. Lo dicho
no significa desconocer la importancia de la solidaridad de los jubilados con
los jubilados (no es la solidaridad del conjunto de la sociedad, ni de quienes
más tienen, es únicamente de los
jubilados) reflejada en las dos cuotas de $ 5000 orientadas a las
asignaciones más bajas, pero ello es
solo una parte de la realidad más
compleja y multifacética.
En particular considero
que el llamado a auditar una fraudulenta deuda externa, no pondría al
país en peores condiciones a las ya existentes, hacerlo lo ubicaría en mejores condiciones para enfrentar un futuro signado
por la defensa de los derechos de los desposeídos y demás sectores
sociales afectados por las políticas impuestas por el amo del norte y sus
socios autóctonos.
- el camino a seguir es
la movilización popular contra los intereses de una minoría corrupta, mafiosa, parasitaria, y, en defensa de los propios derechos.
--
www.remedijuanalberto.blogspot.com.
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