jueves, 14 de noviembre de 2019


Subjetividad en movimientos
Juan Alberto Remedi                                                           Primera parte 
En un contexto de protestas aun descoordinadas a lo largo y ancho del país (aunque  en esta oportunidad  las percepciones sean consecuencias de pequeños actos latiendo en la base de la sociedad) con  la presencia  en las calles de una nueva generación de luchadores   portando ideas difusas con  intenciones de ser libertarias,  con  análisis de experiencias vividas, conclusiones, síntesis, utilizando sus palabras, expresiones, dichos, comparaciones, y dinámicas inconclusas.  Motivantes   al  advertir   de   donde parten, valorando  por sobre todo lo demás  la  decisión de implicarse,  tan aparentemente simple pero de una complejidad extraordinaria, siendo  imposible  entenderlo  en toda su magnífica dimensión desde fuera,   no se trata  de interpretación, sino de sentir lo que sienten por   vivirlo.
 Conviven en su interior situaciones desiguales  en lo económico, social  y cultural,  en este caso,  la referencia  son  los  carenciados (los de abajo).  Al escucharlos,  compartiendo un mate y si se cuadra  una cerveza si hay con que, seducen  los porqué de  haber llegado  a la decisión del acto  colectivo,  donde la causa común  es  la necesidad   de “lograr algo de oxígeno” por sentirse  ahogados  (aunque por  modismo propio de la época lo expresen  como  fumados)  trasluciendo  energías almacenadas  sin encontrar  vías de escapes en un sentido positivo propio  y social.  Tamaño  vigor  sin el   necesario   desarrollo   se anula de modo transitorio, gestando  una primera ecuación  a  resolver: energías acumuladas – vías de evasión -  constituyendo todo un mundo singular  con  incógnitas a dilucidar, en ocasiones sin tener a su alcance  los medios  de comprensión   motorizadores de  resoluciones.
Naturalmente  al margen de las protestas  existen  escapatorias  utilizadas a diario,  apareciendo entre las más comunes, el aislamiento por un tiempo  durmiendo  largamente hasta el hartazgo,  rondar  las esquinas en busca de lo incierto, sentarse en la puerta de la casa mirando lejos o con una actitud en lo aparente desapacible cuando  la procesión va por dentro,  comercializar pasta,   hacerse amigo de lo ajeno, concurrir  a los organismos oficiales en busca de respuestas a las promesas hechas,  adherir   a diversas religiones,  entre la más aglutinadoras   las evangélicas , migrar   a probar suerte fuera de su ámbito natural  apoyándose en algún familiar dispuesto a darle una mano - unos pocos poseedores  de  los denominados “contactos” intentan dedicase a lo popularmente llamado “la política” siendo laderos de punteros  inescrupulosos, transformándolos en sirvientes  para toda actividad, prometiéndoles  la llegada  de su momento siempre y cuando realicen   todo lo exigido (solo una minoría  logra  traspasar ese primer escalón)  están  quienes  consiguen un trabajo con algo   de estabilidad   visualizando  perspectivas  diferentes  y  la existencia de otro modo de  vida.
 Ante la situación reinante no es suficiente  expresar  al margen de las practicas, la necesidad de salidas   colectivas  en función de  colaborar   en la  creación de los nuevos sujetos capases de producir los cambios de fondo (conceptualmente aceptable) ni  romperse las vestiduras lamentándose por haber llegado a las actuales circunstancias,  por la falta   de órganos coordinadores eficaces  a tono con la época   (a pesar de  la  justeza  del planteo)   ni   repetir consignas generales utilizadas como si fuesen una llave maestra adaptable a cualquier situación concreta,  entre otros  no alcanzan.
Tal vez, solo tal vez,  uno de los tantos caminos superadores sea el de profundizar los  porqué de la llegada a las luchas  o la antítesis la no participación. En relación a los porqué del participar (exponiéndolo  de modo  inacabado)  aparece repetidamente una idea o ideas,  compartiendo un mismo espacio y tiempo con  las penurias económicas y sociales,   explicando  en partes   las actitudes  colectivas asumidas, veamos: Porque quiero ser alguien y estoy repodrido de vivir así, porque cuando uso una prenda nueva me miran de reojo y preguntan de dónde la saque,  porque un familiar trabajando en Buenos Aires o Córdoba les conto como se defienden los trabajadores conmoviéndolos,  por ver  o escuchar  en las redes sociales o  televisión una canción que habla de Mandela (sin tener un conocimiento integral de su papel)   por respetar  e incluso admirar  actitudes de  vecinos  que no se callan  la boca, discuten y  participan en la solución de dificultades  en  un lugar determinado, apareciendo en  últimas  instancias la intervención a consecuencia de un convencimiento político partidario, aunque lo  distintivo permaneciendo  en el tiempo  como algo asumido, es  la creciente dimensión de la figura del Che, aun sin  estar compenetrados con  sus posturas   siguen aceptándolo   como un símbolo de lucha, otros optan por no hacerlo,  siendo ambas posiciones  parte de los aconteceres. 
Dichas  manifestaciones   algo  dicen,    pudiéndose resumir  en la importancia adquirida por los saludables ejemplos,  de las referencias asumidas aun sin ser parte de las mismas,  de la imperiosa necesidad de creer en algo o en alguien, del querer hacer realidad  los sueños  en la situación presente,  originándose  en ese vaivén  una situación   singular,   a diferencia de generaciones anteriores,  no siempre los padres son tomados como ejemplos de luchas sociales o políticas, ven en ellos otras virtudes relacionadas con los éxitos logrados parcial o momentáneamente  en lo económico,  deportivo u otros aspectos de la vida  sin importar su trascendencia - dentro de las limitaciones existentes hacia la realización integra del ser humano, la solidaridad sigue manifestándose en materialidades específicas, colaborando  voluntariamente o por necesidad  en un comedor comunitario, juntando ropa o alimentos para los más necesitados, incentivando el trueque donde les es posible,  ayudando a los más pequeños en las actividades deportivas, estando atentos a la ida al dispensario  de vecinos añosos,  promocionando o participando en obras teatrales  realizadas en la local de la comisión vecinal,  reflejando lo propio.  Esta apretada síntesis  refleja la existencia de vivencias concretas   permitiendo  dilucidar   que todo  lo sembrado no se ha perdido completamente, algo quedo pujando  por germinar,  dar a luz y desarrollarse.
En cuanto a la  no participación  asoman   causas disimiles, quizás la vidriera sea la desconfianza a los políticos en general, solo un sector visualiza  diferencias.  No se manifiestan  contra la política,  sino (según dichos propios)  contra los políticos chorros, corruptos, chupa sangre, vergas o vivillos viviendo de los demás. Dichas  propiedades expuestas a flor de piel  autorizan la enunciación de algunas consideraciones,   entre ellas,  la presencia  de una tendencia a tomar como propios los dimes y diretes   de políticos chorros,  sobresaliendo la dualidad de pareceres  esgrimiendo   críticas  en apariencias irreconciliables  y al unísono aceptación de sus opiniones - ante lo cual  sería bueno considerar las falencias de  comprensión de ciertos  fenómenos   vinculados a las  experiencias vividas,   alejadas de lo colectivo  e   impeditivas de  una visión más acertada  del  pasar,  reafirmando   en lo cotidiano   los   cambios (en uno u otro sentido)   gestados por  seres actuando en sociedad,  no aisladamente,  en circunstancias  donde todo  se orienta a resolver  por sí mismos  al margen de lo social.                 
 Sus  apreciaciones contienen   grados de certezas y son   partes de  las miradas sobre sobre la actualidad,  ocultando   al unísono manifestaciones más profundas no siempre percibidas o entendidas por ellos mismos, como la “carencia de iniciativas  para  la lucha”   sin significar la inexistencia de otras motivaciones, suele   faltarles energías   para defender sus derechos,  pero no para salir a divertirse, y,  si bien la comparación puede aparecer como no conveniente, por encima de ese posible, su percepción  es útil   en el abordaje  del  tema. Lo expuesto  se  potencia  por la existencia   de una  base social Macrista minoritaria,  insensible al deterioro económico social,  levantando  consignas  de rechazo a la politización de las necesidades sociales, y,  haciendo apología al  mercado  repitiendo como argumento general:  de la crisis se sale trabajando, cuando ellos mismos comprueban día a día  la falta de trabajo  en las condiciones vividas (lo hacen por el desconocimiento de   la recreación de las condiciones de acumulación capitalista mediante una mayor explotación de la fuerza de trabajo)     junto al ello, aparece el reclamo  de orden e intervención represiva contra la delincuencia, produciéndose algo  incomprensible y alucinante al  ser asumido  y repetido (entre otros) por los amigos de lo ajeno. En fin no somos nada.
 Si en base a lo expuesto,  se considera a   todas las formas de actividad humana realizadas de modo colectivo, existiendo antes, fuera e independientemente de la psiquis individual,  surgidas de modo espontáneo,  fijándose  materialmente en el lenguaje, costumbres, normas y rituales,  es factible percibir  grados de influencias hostiles a la defensa de los propios derechos,   dicho de otra manera,  una fuerza contraria a sí mismos,  cautiva  sus mentes,  modos  de ver,  pensar y sentir, anidando  en los intelectos  abandonados a toda incentivación orientada a lo colectivo.

Superación desde lo cotidiano.                     Segunda  parte              
Sobrevuela en el horizonte  el  imperioso  requisito  del  abandono de las verdades absolutas y  los esquemas impeditivos  del despliegue de iniciativas  creadoras, por lo cual,  en el contexto de las paradojas surgidas a  consecuencia del movimiento en curso, es  oportuno brindar primarias nociones orientadas a desdudar a  quienes enfrentan la vida de pie  con   el convencimiento y  voluntad  para  salir adelante.
Prestando atención a las  insinuaciones provenientes de  segmentos de la nueva generación,   sobre  la intención de aprender “en algún momento”   cuestiones  de la política o de la teoría, sin especificar qué tipo de política o que teoría, se debe  seguir  buceando en las   formas de satisfacer sus intenciones. Admitiendo  cierto  grado de arbitrariedad en la selección de las temáticas,  aunque con algún nivel primario de conocimiento de las  penurias y considerando la enorme presencia de la figura del Che, se  reafirma   la perspectiva    de la complementación  de saberes.
En dicha  impronta  y teniendo como telón de fondo  al conjunto de la sociedad ( no solo a un sector específico) las referencias  sobre  Carlos Marx  orientadas a  popularizar su teoría deben ser de la partida,  enfrentando  opiniones   de la burguesía como clase social, considerándolo solo  como un pensador rígido, dogmático, determinista y cerrado, cuando de hecho,   no fue  únicamente  un pensador,  sino en lo medular un hombre de acción,  capaz de incluir  en su teoría  el carácter de “final abierto”  a  la crítica de  todo  lo existente,   dejando  a las nuevas generaciones un vasto trabajo incompleto  reflejado en una amplia gama de estudios científicos.
Juzgaba  sus concepciones teóricas solo como un hilo conductor,  aspecto    señalado en el prefacio de “una contribución a la crítica  de la economía política” del año 1859, exponiendo: en Bruselas donde me traslade a consecuencias de una orden de destierro dictada por el señor Guisot, proseguí mis estudios de la economía política comenzados en Paris. El resultado general al que llegue y que una vez obtenido sirvió de “hilo conductor” a mis estudios, puede resumirse así…. Fundamentando entre otras importantes valoraciones, acerca de  la  producción de la vida material condicionado  el proceso de la vida social política y espiritual en general,   no siendo  la conciencia del hombre quien  determina su ser, sino por lo contrario, el ser social es  quien  la define.
Sin haber descubierto el  concepto  ”lucha de clases” pues   ya existía anteriormente, lo   redimensiono  en  sus estudios - tampoco fue el descubridor de la dialéctica, la tomo   de Hegel transformándola  en “dialéctica materialista” marcando una significativa diferencia - en la dialéctica Hegeliana el pensamiento es lo primordial y la realidad se adecua a esa lógica -  en cambio, la dialéctica materialista  considera la primacía de las mediaciones del mundo real,  la verdadera “investigación dialéctica” debe esperar   la  elaboración de la propia vida real,  hacia  la comprensión  de las “mediaciones” y procesos concretos  definitorios de una formación económico social específica,  al son de la examinación de  la historia como una continua transformación de la naturaleza humana.
Los  estudios legados muestran las  modificaciones   permanentes  de sus hipótesis provisionales  en base a las evidencias cambiantes de cada  situación,  en este sentido, la publicación de las correspondencias con  Federico Engels  adquirieron  preponderancia en posteriores generaciones, el propio Lenin señalo - revelan una extraordinaria nitidez de un riguroso contenido teórico marxista, abarcando distintos aspectos de su doctrina, teniendo en cuenta lo más nuevo, en relación a concepciones elaboradas anteriormente – en base a lo cual  se puede comprender porque el marxismo  se mantiene y se mantendrá en un permanente “estado de crisis” (al igual que cualquier otra investigación científica)  elaborando proyectos de “finales abiertos”  de exploración  de procesos históricos.
Seguramente  (aunque sin saberlo) haya sido  el fundador de los “sistemas científicos modernos” haciéndolo   desde la economía política,  es decir  la política de la economía,  integrando  a su crítica  el sistema de “termodinámica” (leyes fundamentales de la física aplicables  a otras ciencias naturales)  incorporo  además  la perspectiva ecológica adoptando el concepto de “metabolismo” del   médico y amigo  Ronald Daniels,   relacionando   orgánicamente su concepción “materialista de la historia” con la de la naturaleza,  dinamizando la  idea  de un  proceso económico  integrado a la “biosfera”  (metabolismo universal de la naturaleza)   descubriendo la reciproca relación  mediadas materialmente a través del  “metabolismo social”,  creando a la vez  el concepto de “grieta metabólica” concebido como un desequilibrio entre la humanidad y el resto de la naturaleza, dejando   en  evidencias  el pillaje y  explotación  del  régimen capitalista.
Una de las cuestiones sobresaliente,   es el principio de “especificación histórica” en la cual,  distintos modos de producción se distinguen  entre sí, como diversas  faces del capitalismo - subraya el papel de la expropiación del trabajo, la tierra, recursos naturales y riquezas bajo el colonialismo,  relacionadas íntimamente al desarrollo del régimen, constituyendo  un importante aporte a  la teoría del imperialismo y el capital monopolista.
 Fue  el  descubridor  la  ley del valor (el valor de un bien depende de la cantidad de trabajo humano socialmente necesario para su fabricación)  donde  no solo la sustancia “valor del trabajo”  fue comprendida,  sino que por primera vez en la historia fue simultáneamente entendida  como sujeto de todo desarrollo,  el filósofo Evald ILLenkov  lo expresa como una (realidad desarrollándose por medio de sus contradicciones internas en un sistema completo de formas económicas).  Su grandeza radica  además,  en presentar el análisis político económico en forma de  “narración histórica”  en una “historia razonada, dando una forma  “dialéctica racional” a los acontecimientos históricos reales.   Para comenzar a comprender sus  posturas y la de su continuador Federico Engels, Lenin,  Antonio Gramsci y el Che  se debe considerar la  visión del mundo en permanente  movimientos y cambios,  de allí su anti esquematismo y anti dogmatismo. Los estudiosos del tema afirman, que para llegar a compenetrarse  profundamente la filosofía marxiana se  requiere   previamente o en el curso,  recurrir a los estudios   de  Hegel acerca de la “dialéctica”

 Tercera parte             subjetividad en movimientos
Fascismo clásico y el Neo Fascismo – por ser  otro  de los temas portadores de nebulosas,    recurro   reflexiones  hechas por el revolucionario Argentino Jorge Beinstein y adjunto opiniones que he publicado  anteriormente.
Como expresión de los grupos más concentrados, reaccionarios y anticomunistas  del capital concentrado, el fascismo clásico  nació  cultivando incoherencias, mesclando banderas contrapuestas como: el elitismo nacionalista e imperialista y el socialismo. Adolf Hitler enarbolo las banderas del “nacional socialismo” racista y autoritario a ultranza, dando   riendas sueltas,   junto a su par Benito Mussolini  a la demagogia social.
Los embriones del fenómeno fueron  detectados  en Europa entre los fines del siglo XIX y principios del  XX  antes de  la  mega crisis iniciada en el año 1914, donde reinaba una pequeña elite financiera, diciendo cumplir   funciones de  garante del equilibrio interno y la paz exterior, fue  allí  donde surgieron  los brotes de lo que fuera el fin del capitalismo liberal  y el nacimiento de la nueva manifestación.
 Careció de un despliegue planetario,   no  escondió su nombre  ni la modernización  capitalista bajo la forma de “cultura occidental” desde  bases Europeas - a través de un pragmatismo audaz logro armar un “rompecabezas ideológico sólido” no solo por  la  falta de escrúpulos de sus dirigentes, sino por contar con grandes ideólogos  entre ellos: Martin Heidegger en Alemania y Tomazo Marinetti en Italia,  ubicando  en un espacio común a variantes distanciadas  de las estructuras religiosas cristianas, católicas, protestantes y ultra católicos Españoles. Como está planteado, surge  de la crisis del capitalismo liberal Europeo,  en cuya sima se encontraba,  según opiniones de Lenin, aun sin ser hegemónica “la cultura financiera” sin ser aun la cultura de la totalidad del mundo burgués, pues en  su cuerpo productivo perduraba la modernidad industrial, no aun la financiera.
El  desprecio a la humanidad se manifestó  en la aplicación múltiples  actos inhumanos, de los cuales las sociedades y la historia han tomado debida nota.   En momentos de la asunción de Adolf Hitler como canciller del Reich, Carl Schmitt (ideólogo Nazi)  expreso  en público: hoy 30 de enero de 1933 (refiriéndose a Georg Wilhelm Friedrich Hegel) es posible afirmar que Hegel ha muerto, es decir que,  decretaba la muerte de la razón como fundamento de la civilización burguesa, la apuesta a una aplicación racional científica de la historia de la humanidad y del desarrollo presente y futuro.
El neo fascismo contemporáneo -  continuidad del clásico,  porta  un  particular  estilo.  En Europa y países como Polonia y Letonia  se mescla el ultra conservadurismo  con otros brotes nazis de  antisemitismo,  sometimiento formal a la llamada  institucionalidad  democrática Europea,  neo liberalismo  económico, furia racista y subordinación  a los dictados de la Organización del Atlántico Norte (OTAN),  mostrándose como   un fenómeno más pragmático que su antecesor,  no rechaza   la democracia burguesa, la utiliza  en  su favor  mimetizándose en ella, asumiéndola demagógicamente,  ubicándola  al servicio del racismo, autoritarismo y  patriarcado.
Adquirió  preponderancias  acompañando  los cambios gestados en el régimen   extendiéndose  hacia un espacio “neo fascista global”,  prevaleciendo  la reproducción parasitaria (entendida como ingresos extraídos de los beneficios empresariales por entidades ajenas al proceso de producción) junto a la profundización del intercambio desigual la (capacidad de las empresas del norte para remunerar a los actores financieros gracias a las ganancias procedentes  de relaciones mercantiles asimétricas con respeto a sus proveedores, en particular de los países del sur)  la urbanización degenerando en caos, fragmentación social, trasna colonización rompiendo integraciones nacionales y articulaciones estatales - no cuenta    con ideólogos de peso, Heidegger ya no les hace falta, su lugar es ocupado por los manipuladores mediáticos, los magos de la pos verdad inyectadas en las redes sociales y los éxitos inmediatos,   desarrolla  un  diseño pragmático en  correspondencia con una mayor  degradación civilizatoria: la nueva barbarie y su antinomia  vida o muerte,   intenta introducir a las urbes  en la “dualidad critica” con la existencia de un polo dominante súper explotador, socialmente restringido, junto a grandes masas humanas marginadas. Su objetivo central no radica en controlar estratégicamente poblaciones caotizadas o apáticas, ni   conforma solo la locura del polo dominante mundial, sino que es el resultado decadente mucho más amplio  de la “reproducción ampliada negativa” de la civilización burguesa,  abandonando sus mitos progresistas,  potenciando la presencia de la agonía racional, pesimismo social y descreimiento en la solidaridad. El  carácter universal  es dado  por la intervención del imperialismo global de Estados Unidos,  mostrándose como  una ola reaccionaria de configuraciones  variables, predominando en Europa  el discurso racista, la xenofobia,  en medio de la  pérdida de dinamismo económico y  en América Latina   la movilización  de  las capas  medias y altas contra los pobres, conviviendo con el racismo y la segregación social internacional
En la actualidad diferentes colectivos a través de sus  exponentes,  al  abordar   las experiencias neofascistas, siguen situándose  en los  aconteceres  de las dictaduras fascistas cívico  militares de Augusto Pinochet en Chile y Rafael Videla en  Argentina, signadas por los lineamientos de la doctrina de seguridad nacional,  surgidos   20 años antes de los mencionados golpes. 
La sonada golpista del año 1966,  comandada  por el general Juan Carlos Ongania,  llamada  “revolución Argentina” siendo en realidad una verdadera contrarrevolución,  continuadora de la del 55, inauguraba una novedad   al presentarse    como fundadora  de una “nueva república”.  Por primera vez en la historia,  un golpe de estado se aboca a la llamada “reconstrucción integral de la sociedad” a fin de liberarla de los males , comenzando  así,  la aplicación   de la “doctrina de seguridad nacional” de origen Estadounidense,  orientada a volcar el poder represivo de las Fuerzas Armadas contra el “enemigo interno”  la subversión marxista, abandonando su rol histórico de defensa de las fronteras,  todo un ensayo  de acontecimientos posteriores  ocurridos el 24 de marzo de 1976, concatenados en acciones desarrolladas  en espacios y tiempos concretos,  “mutando” al son de los cambios del propio régimen y conformando  un momento histórico con  características propias.

Cuarta parte          ----     subjetividad en movimientos
En relación al gobierno de Mauricio Macri y otros eventos en la región, primo la idea de “restauración conservadora” (mezcla de elecciones y golpes de estados parlamentarios donde las formas constitucionales pierden peso frente a las autoritarias)   por sobre la eventualidad de la  aplicación de  medidas similares a la de los sectores elitistas, neo fascistas del planeta. 
Como lo expuse en su momento, la idea de restauración conservadora tradicional,  no es concordante  con la  actual realidad (la época ha tomado distancia  de la doctrina de seguridad nacional e incluso del  consenso de Washington)   al  no serlo,  de una u otra manera  deja de  aportar eficazmente a   la necesaria unidad popular y las  potencialidades  de las movilizaciones.  El fascismo sigue siendo fascismo con   manifestaciones  a tono con los tiempos, apareciendo  como inevitable su consideración en un  marco sustancialmente diferente a lo anteriormente mencionado.
Si bien en la actualidad no existen   las cuevas ni  “campos de concentración” ni miles  de desaparecidos resultado de una política genocida del estado,  se refleja claramente un nuevo tipo  de genocidio masivo, generado por el actual gobierno y parte de la llamada oposición de los fuerzas tradicionales   (gobernadores, diputados y senadores) producto del hambre de amplios colectivos populares,  entre ellos,  los  ancianos  sin posibilidad de comer como corresponde y de adquirir  los medicamentos vitales para seguir viviendo, la niñez subsistiendo  en la pobreza e indigencia, consumiendo menos leche, menos pan, menos carne, menos salud y menos educación,  la juventud mirada de reojo por ser unos vagos que quieren vivir de arriba y las mujeres criticadas (además de hambreadas) por animarse a defender sus derechos movilizadas en las calles, junto a la recreación de verdaderos grupos de tareas una (convinacion de mafias pertenecientes al gobierno en funciones, parte del poder judicial, medios masivos de informaciones y diferentes fuerzas de seguridad)  manipulando y creando situaciones  reñidas con la legalidad constitucional, acompañadas por las orientaciones a las fuerzas represivas  de “tiren que  bancamos”.  Lo dicho no significa mirar para otro lado en relación a los actos de corrupción y saqueos pasados o presentes, sino un requerimiento a respetar el estado de derecho  y la aplicación de las normas constitucionales  violadas permanentemente, según opiniones de los entendidos en el tema.
Esta nueva circunstancia  no es asumida  por amplios sectores elitistas y de las denominadas “capas medias” de la ciudad y el campo, ni por las fuerzas políticas tradicionales.  Sería bueno por lo tanto, hacer un ejercicio de pensamiento orientado a preguntarse qué resultados tendríamos hoy,  si se hubiese tenido en cuenta la posibilidad de que el nuevo gobierno representaba e imponía ideas ultras reaccionarias -  una de las alternativas  es  haber desechado  la idea de restauración conservadora tradicional, si esto ocurría,  se le restaba márgenes a  las fuerzas políticas  para entregar a las trasnacionales y sus socios autóctonos (atados de pies y mano con un gran moño multicolor)  a los trabajadores, jubilados y sectores populares. 
En dicho ejercicio,  se debería incluir la  contingencia    que la ideología burguesa con sus múltiples medios, haya logrado seducir a una parte de los denominados revolucionarios u progresistas,   anticipando,  previendo situaciones  y actuando en consecuencia - podría ser,  y , por  tanto,  mirando hacia el futuro desde los hechos pasados, se lo debería abordar,  analizar,  considerar  al compás de las luchas,  en función de encontrar las causas reales del porqué del actual atolladero, desechando las justificaciones tan extendidas,  tan de moda,  dibujando explicaciones al margen de la vida real de las mayorías.
De pronto  y con el objetivo de captar voluntades electorales  se escucha decir a una parte de la denominada oposición,   tenemos que resolver el problema “del hambre” sin decir cómo, solo enunciándolo,  o hay  que volver con humildad a los barrios,  escuchar a los vecinos y explicar  nuestras propuestas,  siendo solo un latiguillo  electoral, no creído  ni  por  ellos mismos.  Cuando alguien opone alguna idea no concordante, con  impunidad fuera de todo limite  sacan a relucir aquello de  “es fácil hablar comiendo todos los días”  proviniendo de quienes  proviene en un despropósito gigantesco, fueron y son los garantes de la llamada gobernabilidad y del  presidente Mauricio Macri,  no hay derecho a engañarse,  se trata de  “sentir”  lo sentido  por  los desposeídos  y eso no está pasando, solo lo  interpretan  acotadamente  en medio de una campaña electoral  donde está en juego que “sector de la burguesía” será el encargado de continuar con el saqueo de los bienes sociales,  unos  en nombre del pueblo y los trabajadores, otros en nombre de la república y las instituciones. Si recordamos la bajada de línea desde el “instituto patria”  fundamentando lo contraproducente de la caída de Macri y su manifiesta resolución de contener los impulsos movilizadores,  se puede entender que la  derrota del actual gobierno y sus acompañantes  es una necesidad urgente, pero no suficiente  para la derrota del neoliberalismo.
Quizás la asunción de Jair Bolsonaro en Brasil haya introducido  alguna luz en este sentido, y, si bien lo planteado se orienta a la búsqueda de los mejores caminos libertarios,   la vida es la vida,  siguiendo  su marcha  a pesar nuestro   reafirmando  la no inexistencia de  ideas absolutas por  la presencia   de  posturas  diferentes,   solo los acontecimientos en movimientos y cambios a través del tiempo,  se encargaran    de dilucidar  cuáles   se aproximan  más a la verdad, dependiendo de cada colectivo e individuo aceptarlo  o no.

Liberar  las subjetividades -  como lo expuse en trabajos publicados anteriormente,  el proceso de acumulación del régimen capitalista se ha reconfigurado manifestándose mediante la “especulación financiera” plantándose en favor de los saqueos y  despojos,  sin reconocer amigos ni socios  en una competencia de todos contra todos, su  gran plasticidad, capacidad de adaptación y cooptación de lo nuevo  en favor de la  reproducción en su etapa senil,  lo hace extremadamente peligroso.  A sobrevivido   por la capacidad  de generar  mecanismos de reproducción  en todas las dimensiones de la vida social e individual, haciendo  que el ser humano deje de vivir “para sí” y viva  para “el mercado”  asumiéndose a sí mismo como “objeto” - ya no se trata solo de la emancipación del obrero del capitalista ladrón de  plusvalía, sino que se ha llegado a una situación donde, el trabajador entrega  voluntariamente su vida al capital, viviendo para otro, siendo objeto de otro y de sí mismo
Al decir de Isabel Rauber (filosofa e investigadora)   la categoría marxista de  “trabajo enajenado” en la actualidad  resulta insuficiente,  el mercado a formado un “sujeto objetivado” por sí mismo,  o sea auto enajenado, esta  cosificación implica   la “negación de su ser sujeto” y su humanidad,  indicando  claramente  el avance del capitalismo  hacia su “objetivo estratégico”  poner a vivir a la humanidad en función de las apetencias del mercado conduciendo al colapso de la civilización.
El  régimen  se presenta como un sistema de “producción de muerte”  con  una civilización cuya existencia se basa en esta,  obligando a la búsqueda de alternativas capases de poner fin a dicho  circuito, y,  como  no existe  una civilización basada en la vida,  se la debe crear de modo colectivo, construyendo  nuevos sujetos políticos sociales  con sus organizaciones, se trata de crear y la creación es un acto inédito,  requiriendo  de la inventiva, imaginación, valentías y atrevimientos de los pueblos.
La confrontación capitalismo – socialismo -   esgrimía  como nudo gordiano   el  fin de la   explotación del hombre por el hombre, esto se ha diversificado  superando los límites estrictos de la clase obrera  extendiéndose a dimensiones más amplias.  Por ello  la contradicción fundamental del régimen “trabajo capital” toma cuerpo en la antítesis   de “vida o muerte”, que  marcada por complejas interrelaciones (trabajo capital) contiene, expresa y sintetiza  a la de (burguesía proletariado)   asociando nuevas articulaciones y  contradicciones sociales orientadas al  desarrollo de concepciones, modalidades organizativas y propuestas,  diferentes a las  de los siglos XIX  XX,  reflejando  el  renacimiento de la lucha de clases  ( forma en que la clase capitalista impone la “forma mercancía” a la masa de la población al obligarlos a vender su fuerza de trabajo para poder subsistir)   resumiendo   la mayor conciencia clasista del presente  por tratarse de la defensa de la vida de los trabajadores junto a la del planeta.  
 La comprensión mayor del sistema capitalista  la dio a conocer Carlos Marx,  al analizar sus raíces, resumidas en el concepto de “formación económica social” cuya medula se encuentra en el modo de producción, presuponiendo a la vez un modo de reproducción. El capitalismo se define como un sistema, por lo tanto  su  cambio radical implica superar    íntegramente su modo de producción,  eliminando la naturaleza  privada de la apropiación del producto del trabajo social (apropiación mediante  el mercado de mercancías) Existe una “imposibilidad objetiva “en los marcos del régimen,  de resolver la contradicción entre: la “naturaleza social del trabajo” y la “apropiación privada de su producto” expresada en la forma elemental de “valor”,  irresoluble dicotomía asumida por el marxismo, exponiendo  el único método real de resolución de la antinomia,  una “revolución (llamada socialista).  No alcanza con que la tortilla se vuelque y que los pobres coman pan,   hay que  cambiar el sartén donde se  la fríe.

RESISTENCIAS POPULARES            quinta parte
En  los últimos 40 años  en América Latina se desarrollaron oleadas de resistencias populares como reacción a los grandes cambios: primarización de la economía y extractivismo,  modificando    la estructura social regional,  acompañado por el retroceso industrial y deudas externas como elementos negativos,   dinamizando al unísono  la  regeneración de  tradiciones de luchas durante la segunda mitad del siglo XX.
En la década del 90 se produjeron rebeliones populares en Bolivia, Ecuador, Venezuela y Argentina y si bien la clase obrera estuvo presente,  no lo hizo  de la manera tradicional con protagonismo único,  surgieron nuevos sujetos populares, jóvenes precarizados informales de la urbanidad y el campo,  junto a las  denominadas capas medias en retroceso económico, concibiendo  nuevas alianzas con nuevos sujetos,  brindando a las rebeliones un clima de radicalidad y convulsión profundo.
Necesariamente se debe hacer una distinción  entre rebeliones  populares y las clásicas revoluciones de América Latina realizadas en  México, Bolivia, Cuba y Nicaragua -  a diferencia de esas revoluciones, las rebeliones no incluyeron un desafío  al estado, tampoco   la construcción de un poder  de nuevo tipo autónomo, ni tuvieron un desenlace militar - con ellas surgió  el denominado “ciclo progresista” cambiando momentáneamente las correlaciones de fuerzas,  dejando  los proyectos neo liberales soqueados y perdiendo  gobiernos.
Dentro del ciclo  mencionado se dieron diferencias entre las  administraciones  de centro izquierda en Argentina  Brasil y más radicalizados en Bolivia  Venezuela - Las de centro izquierda ampliaron derechos, intentaron recomponer la industria, aplicaron la regulación estatal, se asentaron  en los movimientos de masas y  sociales,  sin cambiar lo creado por el capitalismo en su actual versión “el neoliberalismo”-  su orientación económica  “neo desarrollista”  tomo como propios  los preceptos de  los agros negocios y la exportación de productos primarios.
Entre  los más radicales, Venezuela  Bolivia, el punto neurálgico estuvo dado por el “Chavismo” uno de los  fenómenos masivos más relevantes  de la historia de América Latina, viviendo en la actualidad  las consecuencias  de la guerra multidimensional de cuarta generación.  Su  persistente resistencia al capital financiero transnacional, en medio de la propia  lucha  desarrollada en dos frentes: contra el golpismo del departamento de Estado, y, la recuperación  de los preceptos revolucionarios,  permite  la permanencia  del “ciclo progresista” manteniendo  profundos lazos comunicantes con las definiciones   futuras  del continente.
La marcha  contrasta con la de Bolivia a pesar de compartir cierta radicalidad ideológica,  pero  logrando   una estabilidad económica  política   mirada de reojo por los sectores hegemónicos planetarios,   probablemente   en ello  influyan  tradiciones del altiplano  y el hecho de no ser un país de referencia como otros en la región.  Cuba muestra  como una isla pobre bloqueada por el imperio   a  consecuencia del mantenimiento de los preceptos revolucionarios y la construcción a largo plazo,  ha ido superando dificultades, aumentando los niveles de conciencia  y  valores sociales de la población.
El “ciclo progresista” no se puede anular  por decreto, solo los acontecimientos en uno u otro sentido sellaran su suerte,  sin embargo, tal  como lo conocimos ya fue - sus manifestaciones se  relacionan con  una nueva realidad, en la cual, rompen  la  Unión de Naciones Sudamericanas (Una sur) e intentan  crear el  Foro para el Progreso de América del SUR (pro sur) forjan la “cumbre de Lima” mientras pierden parcialmente México con el triunfo de López Obrador. El proyecto original de los  años 90 y 2000  choca con un escenario internacional distinto  con  China como principal inversor,   desubicando a los “neo liberales” erosionando su proyecto político de apertura comercial y privatización, en el contexto  de  la mal llamada guerra  comercial entre Estados Unidos y China (siendo en realidad el enfrentamiento entre dos gigantes dirimiendo  quien lograra  hegemonizar  las tecnologías de punta) todos los demás países se encuentran en un escalón más abajo.  Si se tienen en cuenta los volúmenes de comercialización, el  aliado principal pasa a ser el país Asiático,  generando   dicotomías  porque el “neoliberalismo” es una doctrina Americanista,  pro yanqui, aunque encontrándose sin norte, con estrategias y espacios políticos frágiles,  donde el dato estructural está dado por la  penetración  China  y el retroceso de Washington.
 La derecha más reaccionaria  mantiene la iniciativa  a pesar de ser una de las regiones con  mayor movilización popular y niveles de acción política en el mundo, debiéndose  evitar  errores  considerando  la inexistencia de cambios o  el estar en las mismas condiciones anteriores,  rotundamente no, los hechos visualizan alteraciones. Así, los efectos de las cuatro rebeliones  se agotaron sin aparecer aun otras  similares,  percibiéndose al mismo tiempo   un avance reaccionario con resistencia popular,  con  una nueva generación participando de las protestas, sin pertenecer  al ciclo anterior  (incorporada  sin experiencias, desde el neoliberalismo crudo)  la actual  ha logrado  procesar  experiencias anteriores.

Un sistema de muertes                   ultima parte
Sin dudas, la internacionalización del capital (llamada globalización) género en el planeta situaciones distintas: desindustrializo  a Detroit e impulso a Sylicon Valley, en América Latina  se dio un desplazamiento en bloque hacia atrás  quedando  como proveedora  de productos básicos, perdiendo las  facultades  de industrialización marchadas hacia Asia.  El lugar designado por el capital financiero  le es adverso, agravando día a día las  problemáticas,   entre otras,  el rápido avance  hacia una nueva crisis financiera global,   por las deudas  de grandes empresas privadas y las formas de utilización de las mismas.  
A diez  años de la anterior crisis financiera,  se afirma una tendencia natural de estancamiento del capital, según   valoraciones del economista   Raimond Golsmith  la misma  se expresa en  un deterioro agudo, breve y ultra cíclico  de todos o de las mayorías de indicadores financieros: tipo de interés a corto plazo, precio de los activos, insolvencia comercial y quiebra de las instituciones financieras. Así mismo, la crisis del endeudamiento  se profundizo  a niveles inauditos, en  el año 2008  el producto  bruto interno  global (PBI) ascendía a 58 billones de dólares y las deudas contraídas a 100 billones.  Diez años después,  la deuda global se encuentra en 250 billones de dólares y el (PBI) global creció solo 80 billones dólares.  
 La modernidad capitalista   ha derivado en  un sistema económico social sumergiendo a la pobreza al 80 % de la población mundial, negando a la vez la capacidad regenerativa de la naturaleza.  Alarman  las cifras planetarias conocidas,  aproximadamente  821 millones de seres humanos pasan hambre, 1100 millones viven en la pobreza extrema, 2800 millones en la pobreza, 31 millones de niños mueren anualmente por nutrición insuficiente y  66 millones concurren a clases con hambre  en países subdesarrollados según (Unicef) 2100 millones carecen de acceso al agua potable y 4000 millones de saneamiento seguro, según  la organización mundial de la salud (0MS)-  350 millones  no existen, ni  poseen ningún tipo de registros de sus vidas, no son  sujetos estadísticos. En  relación,   cuando el sistema no entiende la causa de los problemas y solo los controla, aparece automáticamente el rechazo a cualquier crítica, pasando de la “tolerancia represiva” a la “defensa neoliberal de la represión”.
 La crisis civilizatoria afectando al mundo en su conjunto, hace sentir sus efectos en nuestro país, agravados por lineamientos  políticos económicos propios, no siendo solo consecuencias de la  ceguera de los mercados trasnacionales, sino también    del accionar autóctono de los socios de dichos capitales,  sedientos de mayores riquezas y sangre popular, en momentos de comprobarse el  papel disciplinador de la crisis, no siempre conducentes  a las  movilizaciones   a causa del pánico producido por la posibilidad de la perdida de las fuentes de trabajo.    
Está  planteado de modo parcial el accionar de una nueva generación incorporada a las luchas y dentro de ella, considerando las diferencias económicas, políticas y culturales existentes,   el acento esta puesto en  vivencias de los “de abajo”  permitiendo visualizar   dinámicas contradictorias, superables  solo a través del accionar colectivo   en cada lugar y momento concreto al calor de la participación,  asumiendo  paulatinamente posiciones más acordes con sus sufrimientos y penurias, haciendo centro  en los movimientos articulatorios (grandes, medianos o pequeños) necesarios para salir adelante, que   si bien pareciera ser algo sobreentendido  el accionar diario suele demostrar lo contrario -  al unísono  aparece  una orientación superando la especificidad de un sector  y orientada  a la sociedad más en general, en un intento más de romper una monotonía por momentos insoportable. Los elementos vertidos (así como están expuestos  no necesariamente deben  repetirse en otras geografías) constituyendo solo  un aporte más orientado   a la  superación de las trabas políticas, económicas ideológicas  y culturales existentes.
Naturalmente es necesario reconocer y manifestar la alegría por el logro  de una parte de las izquierdas,  por la  conformación de    un frente electoral  más amplio que los precedentes.  Sin ser determinante,  es un paso más hacia la emancipación de la clase obrera y los pueblos oprimidos  del yugo capitalista –colonial-
                                                                                        
Paraná (Entre Ríos) junio de 2019


                                                                                                                                                             












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