lunes, 15 de septiembre de 2014

De la modernidad económica  a la despolaridad

Difíciles momentos para el pueblo Argentino

En principio el propósito  era no abordar  algunos temas por estar ya planteados, pero la dinámica  requiere hacerlo en función de seguir  participando  en la confrontación  de ideas en curso.
 Ante  la situación creada en el país,  relacionada con los pagos de la deuda externa y las diferentes interpretaciones vertidas de modo publico por un sin numero de  actores  sociales y políticos, es importante potenciar el planteo relacionado con la contradicción fundamental del régimen capitalista trabajo – capital  a partir de la cual se desarrollan otras, importantes sin dudas,  pero solo consecuencia de la dicotomía citada.

En la misma senda reflexiva  recordar la falta de voluntad política de los gobiernos llamados “democráticos” incluyendo el actual, para iniciar un proceso de investigación de la misma dilucidando  claramente lo “legitimo” de lo “ilegitimo” tal como lo hiciera  en el hermano pueblo Ecuatoriano. No  se trata de dejar de cumplir con los compromisos contraídos, sino de no pagar estafas.

Por lo general cuando se plantea el no pago,  los sectores hegemónicos se encargan de motorizar una serie de hechos intentando demostrar su  vinculación  con el fin del mundo. Pero en concreto la Argentina ha pagado deudas contraídas anteriormente con nuevas deudas,  esa operatoria  en cualquier parte conduce a la quiebra.

El periodismo habla de las reservas del banco central aproximadas a 29000 millones de dólares, sin embargo según las opiniones de Olmos Gaona,  las  reales  no superan los 16000 millones,  se deben  descontar entre otros ítem 7100 millones de  dineros de bancos a devolver.  El año próximo hay vencimientos por 20000 millones de dólares, seria interesante preguntarse como se le hace frente, sin olvidarse que las mismas  crecieron, entre otros elementos,  porque  entre los años   2003 - 2006 no se  pago deuda externa.

La carencia de dicha  voluntad  hace a la aparición de  discursos tendientes a confundir  a la “sociedad”,  presentando   a una  negociación en curso  con sus tenciones y conflictos  como  una lucha emancipatoria, introduciendo en el debate el concepto de deuda soberana ¿?- En el trasfondo de la disyuntiva se verifica un tema central,   quien absorberá   el peso de la  misma, en las actuales condiciones, sin dudas,  serán los sectores populares  a pesar de los discursos grandilocuentes y engañosos.

Así mismo, el concepto “buitre” debiera ser utilizado en toda su magnitud, no parcialmente. El capitalismo como sistema es un gran buitre,  el buitre mayor, una de sus consecuencias es el surgimiento de  los fondos especulativos. Es un error considerar al  juez Thomas Griesa tan solo como representante  de los “fondos buitres” el en lo particular  lo es,  al igual que el presidente Estadounidense Barack Obama.

En este arco,  la desocupación e inflación avanzan como un flagelo imparable  ante las miradas difusas de los gobernantes, orientados  claramente a la represión de las protestas, acompañado por un discurso  en defensa de los intereses económicos trasnacionales, donde sobresalen  los acuerdos gubernamentales con parte de la  burocracia sindical mafiosa y corrupta  para reprimir a  los trabajadores en lucha.

En referencia a los grados de represión existentes, es evidente la vuelta de los grupos de tareas de la dictadura cívico militar clerical fascista a las calles, bajo las ordenes del secretario de seguridad de la Nación Sergio Berni, en nombre del gobierno “nacional y popular”.
Los participantes de la movida ambientalista contra el fracking realizada en la ciudad de Concordia  Provincia de Entre Ríos  comentan que, la intervención  de gendarmería habría llegado al punto de tener  a un manifestante en el suelo, golpeándolo a patadas limpias, acompañadas de  expresiones reflejando la educación recibida,  odios  y rabias, “vamos a ver si ahora te quedan ganas de seguir siendo ambientalista”. Conocemos donde desembocan dichas actitudes si no se las detiene con las movilizaciones y denuncias.  Algunos  no tenemos el derecho de pasarlo por alto, y,  en general  la sociedad no debiera mirar para otro lado, sin embargo los silencios, los silencios, los silencios son aterradores y más letales que los duros golpes recibidos.

 Ante la angustiante situación socio económico se trata de ofrecer propuestas superadoras  en un sentido más abarcativo, dejando en claro la existencias de otras salidas.

El primer punto es la investigación y no pago de la deuda externa hasta dilucidar que es lo “legitimo” de lo “ilegitimo”.

Nacionalización de la banca y la exclusión del sector privado de toda participación en este circuito estratégico,  sin ningún tipo de indemnización.

Reestatizacion de las empresas privatizadas sin  indemnización, esto es imprescindible  porque las empresas se especializan  en burlar todas las formas de control y regulación de su actividad. Es imposible desarrollar un plan económico popular sin el manejo estatal  de las compañías extranjeras.

Estricto control estatal del conjunto de las operaciones cambiarias para poner fin al contrabando y los fraudes en la facturación del comercio exterior. Complementándolo  con  la estatización del comercio exterior.

Orígenes y consecuencias  de la modernidad
Posiblemente abordar el tema de la “no polaridad” requiera expresar algunos conceptos relacionados con el “origen de la modernidad”.
Hasta el presente se dan opiniones dispares relacionadas con los inicios de la era moderna. 1-Los historiadores difieren en cuanto a la fecha. Unos plantean su nacimiento en los siglos XV y XVI con el renacimiento Italiano y sus innovaciones artísticas, científicas y los grandes viajes de descubrimiento a partir de Colon. Otros ven el despegue en el siglo XVIII con la filosofía de la ilustración, la revolución Francesa, la democracia en los Estados Unidos y los comienzos de la industrialización, sacudiendo el planeta con la invención de la maquina de vapor que junto al telar mecánico, rompieron según esa línea reflexiva, las “corrientes de las antiguas relaciones feudales de producción”, ambas opiniones se basan en las conquistas positivas  considerándolas  como impulsos originales. Es interesante no perder de vista el proceso recorrido por el modo de producción capitalista hasta lograr imponerse con la industrialización del siglo XIX.  Por ser justamente un  proceso,  ubicar las raíces de desarrollo requiere análisis más profundos.  
El surgimiento  del primer germen de  modernidad  se dio en un medio  premoderno,  fue  tomando cuerpo a través del tiempo,  permitiendo dilucidar la continuidad  entre la “primera causa” muy precoz y la “consolidación plena” sin existir  necesariamente  contradicción.
 Desandar el camino requiere  ubicar lo “nuevo” capaz de engendrar  de manera inevitable la historia de la modernización. En este sentido la mayor y principal relevancia no corresponde a un simple cambio de ideas y mentalidades,  sino al desarrollo pleno de hechos materiales y concretos. 
Dentro del  conjunto de teorías en danzas  aparece como más coherente aquella identificando a una  estruendosa “fuerza destructiva” como la responsable de abrir  el camino a la modernización con la “invención de las armas de fuego”.

Su aparición condujo  a la  destrucción de  las formas precapitalistas de producción,  demostrando  entre otras cuestiones,  la ineficacia de la caballería militar feudal.
Se produjeron  cambios  radicales,  las armas modernas dejaron de estar  en manos de una oposición de “abajo” haciéndole frente al dominio feudal, pasando a   posesión de  los de “arriba” con el visto bueno de príncipes y reyes. La experiencia  fue posible porque la producción y distribución de los nuevos sistemas de armas superaban  las estructuras locales  descentralizadas, es decir (las formas que venían marcando hasta entonces, la reproducción social) en su lugar surgió,  por exigencias de la propia situación, una organización completamente nueva de la sociedad.

Las potentes  armas como los cañones  no podían ser fabricados  en pequeños talleres, estos fueron  suplantados por el  desarrollo una industria de armamentos superior,  produciendo  grandes cantidades. Lo dinámico  de la evolución  exigió una nueva arquitectura militar de defensas  en forma de fortalezas  capases  de resistir  los cañonazos, generando   una carrera innovadora entre  armas ofensivas y defensivas, dando inicio a la  “carrera armamentista” entre estados,   persistiendo  hasta hoy.
La modificación de la  estructura de los ejércitos fue una de sus consecuencias.  Al  no lograr  equiparse por si mismos  debieron  recurrir para su abastecimiento  al  poder social centralizado. El fenómeno llevo   a  la separación de la organización militar de la sociedad  civil y al  nacimiento de  las “fuerzas armadas modernas” como una casta social especifica, divorciada de la sociedad.

La industria armamentista, su carrera  y el mantenimiento de los ejércitos organizados, provocaron  una subversión radical de la economía,   el complejo militar industrial exigía una “permanente economía de guerras” con dependencia de  la mediación del dinero.  La  carencia financiera  fortaleció  los capitales usureros a los financiadores de  guerras y  la  creación  en el ejército de la mentalidad capitalista.  Los antiguos contendientes agrarios fueron  transformados  en “soldados” en personas que reciben un “soldo” dejando de lado la lucha por cuestiones idealistas y peleando únicamente  por dinero. Los jefes y comandantes tenían como misión  obtener  botines de guerra,   por lo tanto,  la renta de los pillajes  debía ser mayor  a los costos de estas,  dando inicio a  la “racionalidad  empresarial” moderna y las sociedades de los comandantes con los capitales monetarios y comerciales.

Lo expuesto conduce a  una conclusión, ni los  pacíficos vendedores, ni los productores llenos de ideas son los responsables del  inicio del capitalismo, sino todo lo contrario: así como los soldados aparecieron como  un prototipo de los asalariados modernos, los comandantes de ejércitos y condonttieri (multiplicadores de dinero y libres empresarios de la muerte) fueron los arquetipos del empresariado con  “disposición al riesgo”. La dependencia de los “condottieri”   de las grandes guerras,  de los poderes estatales centralizados y de su capacidad de financiación,  dieron  inicio a   la “reciprocidad” entre mercado y estado.

La financiación de las guerras exigió a  los estados quitarles  hasta la sangre de las  poblaciones, pero de una manera radicalmente nueva: en lugar de los antiguos impuestos en especies  impusieron  la tributación monetaria  obligándolas   a “ganar dinero” para poder pagarlos.  De este modo la economía de guerra forzó  de forma directa e  indirecta el sistema de la “economía de mercado”.  
Arrancar los nuevos tributos exigió la construcción de  un  poderoso  aparato policial y administrativo, persistiendo hasta el presente. En definitiva, se empujo a las sociedades  a las  nuevas reglas de juego  a través de sangrientas represiones y opresión.

La industrialización del siglo XIX  en sus aspectos tecnológicos como el  histórico de las organizaciones y mentalidades, fue heredada de las armas de fuego. Los  hechos reflejan a un vertiginoso desarrollo capitalista  de las fuerzas productivas dinamizándose  de “forma destructiva”  a pesar de las innovaciones técnicas en lo aparente inocentes. La democracia occidental no puede ocultar la procedencia de  su sagrado concepto de “libertad y progreso”  originado en  la dictadura militar y armamentista de los inicios de la modernidad, no solo en la esfera tecnológica, sino también en su estructura social.  Bajo la delgada superficie  de los rituales de votación encontramos a un gigantesco  aparato disciplinando  y administrando  de manera continua al ciudadano aparentemente libre del estado,  en nombre de la economía monetaria total y  de guerra.
El capitalismo aparece como un fenómeno histórico con raíces geográficas occidentales bien delimitadas y cargando una herencia cultural especifica. Occidente emergió como una empresa imperialista colectiva,  agrupando a varios estados, expandiéndose globalmente en medio de feroces disputas internas, hasta lograr su unificación  luego de la segunda guerra mundial bajo las órdenes de una potencia no Europea, los Estados Unidos.


Reflejos actuales  de la carrera armamentista
La carrera armamentista siguió avanzando  y el complejo militar industrial se transformo en el más destructivo  de la historia.  La aplicación de sus lineamientos ha generado  nuevos conceptos como: poder inteligente, huella ligera, golpes suaves, guerra no convencional, irregular, de cuarta generación - interrelacionados, inherentes o subordinados.
 La caída del denominado “campo socialista” constituyo un hecho determinante y la configuración de un nuevo orden mundial, donde  el estruendo de la ira Estadounidense se  escuchaba  en cualquier rincón del planeta, incluso en la nueva dimensión de la existencia humana “el ciberespacio”.

En el año 1990 con la difusión  de un libro en  (EE.UU.)  titulado  “destino de liderar” con la autoría de Joseph Hnye, apareció de modo publico  el concepto de poder blando, entendiéndose como la habilidad de atrapar a otros sin coerción. Proponía la utilización de instrumentos culturales e ideológicos, una diplomacia de nuevo tipo y estrategias de información para alcanzar los objetivos.
En el contexto intervencionista del año 2007  de la mano del propio Hnye  la idea del poder suave muta hacia la del “poder inteligente” con su consigna de diplomacia respaldada por la fuerza de  forma mas limitada,  aunque  no menos letal con la utilización de “ drones”.

Ese camino condujo  al de  “huella libre” materializado con el continuo envió de fuerzas militares a diferentes partes del mundo para desarrollar actividades “no combativas” aunque sin excluirlas, un ejemplo es la operación “promesa continuada” con carácter presuntamente humanitario, desarrollada en A. Latina y el Caribe.

Sin embargo,  a pesar de dichas  experiencias y sin contraponerlas,  el Pentágono opto por favorecer la actuación de las fuerzas de operaciones especiales “huellas ligeras”. El avance de cada una de las tendencias diversifico  el auge de las teorías y terminologías empleadas  por militares y académicos.  
Algunas de ellas sugieren una relación con la “guerra no convencional” como por ejemplo “guerra de cuarta generación” y el “conflicto hídrico”, en ambos casos se conjugan la combinación de los nuevos avances tecnológicos con las tácticas de guerra irregular y psicológica.

El termino guerra de “cuarta generación” aparece en los años 80  describiéndola como aquella donde  adversarios flexibles combinan en el territorio la alta tecnología con la guerra psicológica a través de los medios masivos de comunicación. En ella no hay frentes ni campos de batallas definidos,  no se llega   a advertir  si se esta en una zona de guerra o de paz  entre combatientes o no combatientes. La punta de lanza son las pequeñas unidades o células independientes  integradas  cuando es necesario y  acorde a cada misión, demostrando en la práctica  la evolución de la insurgencia  y la contrainsurgencia en la “era global”.  En este tipo de guerra la “población y la cultura” son objetivos a batir,  constituyendo  el máximo posible de agresión  en un contexto de desigualdad estratégica del agresor, cuyos resultados no son  únicamente la caotizacion  periférica, sino también la degradación interior. Las operaciones mafiosas hacia fuera  consolidan dichas prácticas dentro del aparato imperial dominante, donde se extienden las camarillas parasitarias,  tendencias irracionales,  locuras elitistas y la ruptura de las reglas de juegos institucionales.

El “conflicto hídrico” es el mas reciente,  surgido  a raíz de la fallida agresión de Israel al Líbano en el año 2006. Al igual que el de “guerra de cuarta generación”  el espacio físico de desarrollo   rara vez es definido.

 Cuando se habla de  poder inteligente, conflicto hídrico, guerra de cuarta generación,  se hace  alusión a teorías  sobre la naturaleza de las guerras, su perfil es  descriptivo, conclusivo, y, por lo tanto más o menos ambiguo. Por lo contrario al hacer referencia  a la  guerra irregular, guerra no convencional, se esta  ante los enunciados de las doctrinas aprobadas por el  gobierno Estadounidense.

Esas políticas le permitieron junto a  su socio Israel,  una nueva masacre contra el pueblo Palestino y los habitantes de la Franja de Gaza, teniendo como blancos  a  hospitales, escuelas, centros de refugiados, aplicando  los lineamientos de la guerra de “cuarta generación” sin esconderlos al mundo. El nuevo ataque tiene causas en lo fundamental económicas relacionadas directamente con la existencia de grandes depósitos de hidrocarburos,  aun no explotados y la pre disposición imperial de adueñarse de los mismos.

En esa misma línea de acción  la violencia directa desatada  contra  Libia, Venezuela, Siria, Colombia, Ucrania, Irak, muestra a  la periferia convertida en un mega   operativo militar,  la arremetida  del imperio no se da  para  posicionarse mejor en futuras negociaciones, sino para  presionar  y negociar  para lograr mejores condiciones para la ocupación.
Las experiencias evidencian  intervenciones exitosas  como en Libia e Irak, sin la  posibilidad  de concluir en regimenes coloniales pacificados, todo lo contrario,  se transformaron  en espacios caóticos  atravesados por guerras intestinas, configurando  nuevos  desastres como formas   de sometimiento.

La decadencia del centro imperial es la manifestación decisiva pero parcial de un fenómeno planetario, incluyendo a la periferia atrapada en dicha  limitación.  De alguna manera, la destrucción de Libia pudo concretarse aprovechando la degradación del régimen Kadafista, el golpe fascista en Ucrania  significo la captura de una republica resultado del fenómeno soviético, sumándole en la actualidad la instauración de capitales mafiosos, la desestabilización en Venezuela se apoya en sectores de la clase media conducidos por la vieja burguesía local  aun no eliminada, conspirando permanentemente con apoyo exterior  fundamentalmente de la Casa Blanca.
Uno de sus rasgos distintivos es la perdida de legitimidad del aparato militar, obligándolo  a implementar  propagandas  hacia las poblaciones,  no con  objetivos  de  “arrastrarlas” al campo de batalla, sino de  lograr su aprobación pasiva.

Ahora bien,  ¿en que momento de la historia nos encontramos? 2- Jorge Beinstein lo responde de modo particular: en presencia de “fin del comienzo” va concluyendo la etapa preparatoria de la declinación occidental y comienza  a emerger el “comienzo del fin” el desmoronamiento del capitalismo como “civilización”.

El momento requiere tener en cuenta las diferencias decisivas con otras civilizaciones anteriores, en lo fundamental por su carácter planetario,  la masa de población afectada es de 7000 millones de personas,  como así también,  el grado de  desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas y la capacidad industrial militar suficiente para destruir completamente la vida humana.
No se esta  ante la decadencia de Babilonia desbastada por la malaria, ni la Roma imperial jaqueada  por el parasitismo y la hipertrofia militar, mientras gran parte de la humanidad ignoraba esos hechos. En esa etapa,  mientras  una civilización decaía otras permanecían o emergían, en la actualidad  el  potencial destructivo del capitalismo  genera  la posibilidad concreta    de confluir en un desastre universal.

 Los años 2008 -2013 marcan la transición entre  una declinación suave y controlada del sistema  iniciada en 1970 y su degradación general en sus primeros pasos.
La crisis desatada entre fines de 1960 y principios de 1970 no fue superada como las anteriores.  Desde esos momentos comenzó a visualizarse que dado un determinado nivel de desarrollo de las fuerzas productivas,  aparecen fuerzas de producción y de medios de producción motorizando  catástrofes, dejando de ser “fuerzas de producción” para convertirse en “fuerzas de destrucción”, cuestión relacionada íntimamente  con el carácter autodestructivo  de la civilización burguesa en su etapa decadente más avanzada. Mucho antes de la fecha señalada  habían aparecido alertas sobre posibles desastres ambientales, sanitarios o políticos, atribuidos en todos los casos  a manejos irracionales corregibles dentro del sistema.

 Mientras el producto bruto mundial (PBM) descendía suavemente en progresión aritmética, la maza financiera comenzó a crecer en forma geométrica.  Esto queda demostrado por la irrupción descontrolada  de los  productos financieros derivados (su columna vertebral). Dicha masa   representaba   en  1970 dos veces el producto (PBM)  y en el año 2008  paso  a doce  veces, a  partir de allí sobrevino un freno en la expansión,  produciéndose un quiebre del mecanismo al hacerse insostenible el peso financiero,

  La militarización del país del Norte no concluyo con el fin de la guerra fría. En el  año 1980 acosado por la crisis estructural y la marcha de revoluciones en todas partes del mundo  lanzo una” contraofensiva global estratégica”  un ataque de carácter mundial y total,  no solo geográfico sino militar, político, económico, religioso, cultural,  resultando  exitoso en todos los planos. Parte de ella fue el asesinato  del papa Juan Pablo I entronizando en su lugar  Karol Wojtyla  prologo de una arremetida desvastadota contra la llamada “teología de la liberación”, en el año 1979  instigaron  la guerra entre Irak e Irán, en la misma fecha  instalaron mercenarios en Honduras para derrocar a la revolución Sandinista, esa oleada  fue precedida en A. Latina por golpes de estados cívicos militares fascistas en cadena, al unísono, un poderoso aparato planetario de medios comenzó con la aplicación  simultanea de  acciones destinadas a mostrar la superioridad de régimen capitalista sobre el llamado “socialismo real” con la (URRS) a la cabeza


No polaridad
Las  potencias centrales son lo suficientemente grades y potentes como  para destruir el planeta (significa su autodestrucción) su gigantismo les impide   salvarse e  iniciar un nuevo ciclo ascendente devorando mas y mas cursos naturales marcando una diferencia cualitativa con lo ocurrido hace 5 siglos. En la actualidad  la violencia imperialista no es la un moustro vigoroso  en su infancia o juventud, sino  un moustro viejo y obeso.

Lo expuesto no constituye un elemento aislado o casual, es el resultado de las orientaciones del régimen preponderante. El estallido de la primera guerra mundial en 1914 pero esencialmente la ruptura  Rusa en el año 1917 etiqueto  el inicio del deterioro general de la dominación occidental,  de su jerarquía imperialista, es decir del capitalismo como sistema  mundial  engendrando el fenómeno de despolarización y descontrol periférico.

Esta última fase ilumina  toda la historia anterior del sistema destruyendo sus mitos fundamentales,  en particular la fabula del capitalismo como progreso, de  etapa superior en la sucesión de civilizaciones y  la más potente negación de la barbarie.  Los logros aparentemente positivos  aparecen inscriptos en contextos de conquistas coloniales con millones de asesinatos, liquidaciones de culturas y depredación de los recursos naturales,  demostrando  su incapacidad para suprimir la barbarie, solo la  perfecciono.

El siglo XX se inicio- 3- con una sellada  “era multipolar”, pero luego de 50 años y dos guerras mundiales dio a luz la era “bi polar” donde  la preponderancia internacional era diputada por los estados Unidos y la Unión Soviética. Con el fin de la guerra fría y la caída de la (URSS)  se ingreso a la “unipolaridad” hejemonizada por los Estados Unidos, actualmente esa supremacía es difusa.  Por lo tanto,  la característica principal de las relaciones internacionales del siglo XXI esta dada por la “no polaridad”, es decir, un mundo dominado no por uno, dos o varios estados, sino por docenas de actores ejerciendo distintos tipos de preeminencias,  representando un cambio mayúsculo frente al pasado. En un sistema multipolar no domina ninguna potencia, puesto que en ese caso el sistema  se volvería  unipolar, del mismo modo,  la concentración de poder  tampoco gira alrededor de polos, porque  entonces el sistema se volvería bipolar.

A primera vista el mundo actual pareciera ser multipolar, sin embargo  difiere de manera fundamental de la multipolaridad clásica, por la existencia de varios  centros preponderantes  no siendo  muchos de ellos  Estados Nación, estos han  perdido (aunque de modo parcial) el monopolio del dominio y en algunos casos  su superioridad. Se puede verificar en la práctica como los estados están siendo desafiados  por organizaciones regionales y globales,  diferentes grupos armados con distintos objetivos y por una diversidad de organizaciones no gubernamentales y corporaciones. Si bien el mando sigue estando en manos  de los capitales concentrados,  se produce en un mismo espacio y  tiempo una suerte de  diversificación    hacia varias  manos y muchos sitios, marcando una   tendencia.

En la situación dada,  Estados Unidos sigue siendo el país con mayor concentración de poder. Su economía con un producto bruto interno (PBI)  de alrededor de 14 billones de dólares es la más grande del mundo, pero ello no debe enmascarar el  desgaste de su posición,  acompañado por un absoluto menoscabo  de su influencia. El dólar ha sufrido una caída  frente al euro, la libra esterlina y las divisas asiáticas, las mayorías de las reservas de los bancos centrales del mundo están en divisas diferentes al dólar y es posible la aparición de una canasta de monedas para suplantarlo como moneda de cambio internacional.

A pesar de los rechazos al  amo del norte,  aun no ha surgido una potencia o potencias capaces de rivalizarlo  a causa de la disparidad existente entre su fuerza y cualquier posible rival. China podrá llegar a un producto bruto interno (PBI) similar   pero esta obligada a resolver las necesidades de su gran población, India se encuentra ante el mismo desafió  sumándole su exceso de burocratismo, el (PBI) de la  Unión Europea es mayor que el de los Estados Unidos, pero no actúa como lo aria un Estado Nación de modo unitario, Japón cuenta con una población envejecida, Rusia es la  mas dispuesta pero carece de  una economía agrícola industrial y comercial acorde a sus intenciones, además su  población esta agobiada por los desafíos internos de cohesión nacional.  Si bien las dudas sobre la  sabiduría del imperio se  han  extendido,  provocando   un gran  número de denuncias, no se activan   resistencias categóricas.

En la actualidad, la estabilidad económica de las demás grandes potencias depende del sistema internacional, por lo mismo no desean trastocar un orden  concordante con sus intereses. Así se observa al  pos neoliberalismo como  la adaptación del capital a las nuevas condiciones reinantes en el planeta. Igualmente  los BRIC conformado por (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) toman actitudes para intentar escapar de las locuras cometidas por  el gendarme del mundo en el contexto del régimen existente, no en otro, ninguno   piensa en dejar de ser capitalista.  Por lo mismo, los ensayos teóricos  visualizando  la existencia de alguna posibilidad  de opción  por una vía no capitalista de desarrollo, por ahora (según muestran los hechos)  es  una expresión de deseos. De todas maneras los BRIC representan  un potente acelerador de la agonía capitalista y a la vez, motor y obstáculo a la contraofensiva de la Casa Blanca.

 Las potencias periféricas como China , Rusia u otras, no se encuentran  en condiciones de reordenar  desde el sentido burgués del termino, el desorden causado por la decadencia occidental  a través del desarrollo  de nuevos firmamentos capitalistas jerarquizados en reemplazo de los viejos espacios agonizantes,  por ser partes integrantes de las  zonas  sumergidas  en la decadencia global.  Sus resistencias y contragolpes  contribuyen al “desorden general” el bloqueo de  las tentativas de recomposición del dominio occidental   solo agrava  la degeneración planetaria del capitalismo.

En lo interno  de un  sistema  convulsionado se motorizan diversas experiencias,  esperanzas, rebeldías e ilusiones periféricas de afianzamientos de capitalismos autónomos  bajo las banderas de la restauración Rusa, del socialismo de mercado Chino,  del socialismo a medias como en Venezuela,  de una sociedad basada en el Islam como en Irán o de los denominados capitalismos progresistas en A.Latina- al mismo tiempo,  se dan   las resistencias a los invasores de Afganistán, Libia, la guerra prolongada de las (FARC) en Colombia y las protestas sociales en Europa.
Se ha configurado  un  gran rompecabezas, sin llegar a  expresar  un proceso de  insurgencia global, ni mucho menos un movimiento en vías de articulación, sino una evolución al extremo heterogénea, con erupciones efímeras, ciclos de larga duración, tentativas de desarrollos capitalistas relativamente autónomos y rebeliones anticapitalistas,  pudiendo ser  analizadas  de distintas maneras, por ejemplo: una posible gran turbulencia periférica  expandiéndose en medio de contradicciones de todo tipo, anunciando  escenarios futuros de insurgencia popular contra el sistema.

 Las potencias principales  tratan de aplastar  ese espacio complejo, aislarlo, demonizarlo, triturarlo, pues  allí germina   un gigantesco movimiento popular con varios miles de millones de campesinos pobres, pueblos originarios, obreros, sectores marginales entre  otros,  condenados a la muerte o la sobrevivencia infrahumana. Constituyen una realidad plural opuesta a la homogeneización esclavizante de occidente,  intentan  preservar y/o construir identidades, espacios de libertad, sobrevivir y vivir dignamente.

 Para  el centro del mundo,  el planeta esta totalmente modernizado, significándoles  privilegios de todo tipo, mientras que para el resto prima el  subdesarrollo, miserias y  frustraciones. De todos modos la “apropiación periférica de la modernidad” implica aceptar un anzuelo envenenado, reproductor de  las   ilusiones  de  supuestos logros culturales de la civilización burguesa de manera independiente o enfrentada a occidente.  En este sentido, cuando el esclavo imita al amo o pretende regenerar  en su comunidad esos fundamentos ideológicos, solo  consigue bloquear   la creatividad revolucionaria.
La modernidad ha ingresado al estado de decrepitud y la liberación de sus victimas centrales y periféricas solo puede lograrse por medio de la negación absoluta del capitalismo, su completa destrucción, construyendo  desde sus cenizas  un nuevo mundo.


Algunas observaciones
Es interesante la profundización de los estudios y  restrasmicion alrededor del nuevo momento por el cual transitan los acontecimientos planetarios. El mundo ha cambiado, el capitalismo manteniendo su esencia la “propiedad privada” a mutado sus formas y metodologías de sometimiento, tanto en lo económico, político, militar, cultural y organizativo, mostrándose incapaz de reproducirse a si mismo al diezmar paulatinamente  su creación y contraparte la clase obrera,  al generar  la expulsión de  mano de obra asalariada.

Enfrentarlo requiere persistir en las prácticas  articulatorias de los sectores obreros y populares de la urbanidad y el campo  implementando  iniciativas acorde a los nuevos momentos, sin  dejar de lado la lucha en la nueva dimensión del ciberespacio  complementando  las iniciativas desarrolladas  cuerpo a cuerpo.  La articulación no surge por arte de magia sino a través de las múltiples experiencias de unicidad en diferentes lugares y niveles.

Es  indispensable  dar pasos  en la puesta a tono de las organizaciones en la nueva etapa. Posiblemente sea necesario ser  mas audaces  en la conformación de organismos fuertes en lo ideológico, político y organizativo  en base a  contar  con cuadros capases de resolver   los múltiples desafíos presentados por la vida.  Del  mismo modo,  en  los enfoques de la  democrática  interna  se debiera llegar a una síntesis,  donde las direcciones colectivas tomen decisiones sin desconocer la importancia de lo asambleario.  Como comprenderán introduzco un tema urticante, donde no todo esta dicho, ni los caminos cerrados,  se trata de potenciar  el concepto de lo nuevo.

La aplicación de estas orientaciones  en la práctica concreta, permite analizar elementales  experiencias aun en desarrollo y  extraer primarias  conclusiones en el mismo sentido. La aparición de organizaciones  encuadradas fuera de las parcialidades políticas tradicionales de cualquier signo es todo un tema,  aunque  sus manifestaciones carezcan del conjunto de elementos necesarios para  concluir en opiniones mas acabadas. De todas maneras aparecen  tenues luces.

Se puede observar  lo complejo de sus   conformaciones   a partir de la intencionalidad de seguir por caminos no tradicionales, quedando demostrado  el tremendo precio de pensar y actuar fuera de lo establecido. En este sentido suele   llegarse  a extremos inauditos cuando los portadores de algunas ideas reñidas con la vida intentan interrogar   a la militancia sobre la línea política seguida, considerándose dueños de las verdades, como si ello no fuera suficiente, reparten  sentencias a cerca de  los  costos acarreados por esa  “indisciplina” de animarse a abordar las  materialidades con enfoques diferentes a los vigentes.

Al mismo tiempo,  la participación  de las organizaciones en diferentes protestas o acontecimientos produce un efecto multiplicador de simpatías, sin llegar a ser    capitalizadas íntegramente para sus  fortalecimientos, despertando apetitos  e  intentando usarlas de escaleras para lograr objetivos no colectivos.  Los conservadores hacen gala de sus intenciones de participar desde el punto de vista económico, demostrando abiertamente la capacidad de hacerlo, en realidad solo prometen algunas mimusias orientadas a encandilar a los menos expertos. En el mismo sentido,  parcialidades de las izquierdas tradicionales,  intentan con algún resultado aplicar  conductas   denominadas  en los años 70  como “entristas” y otras acordes,   provocando o intentando provocar   desgajamientos  en función de captar “cuadros o militantes”,  es  preocupante  la potenciación de las divisiones cuando lo medular es la articulación.

Los nuevos intentos, como  practicas en crecimiento con  numerosas  limitaciones,  dejan en claro  las molestias causadas  a unos y otros por  la aparición de gérmenes organizativos, políticos e ideológicos  “en algo diferentes”.

Es medular seguir profundizando las orientaciones hacia la conformación de organizaciones pegadas a cada una de las realidades,  fuertes en lo ideológico y político - flexibles y operativas en lo metodológico y organizativo. Crearlas y desarrollarlas es una de las responsabilidades inmediatas con grados de complicaciones a seguir descubriendo.

He planteado la cuestión de los silencios ante las represiones a los  participantes   en diferentes protestas. Naturalmente los sectores defensores del régimen las aplauden exigiendo  más crueldad e inhumanidad,  actuando  acorde a sus ideas desde un punto de vista bien delimitado y de clases. También se dan otras situaciones quizás mas dolorosas por su procedencia, muchos de los súper revolucionarios aparecidos luego de la derrota  de la dictadura fascista instaurada en el año 1976,  en el presente,  no solo están en silencio, sino  generándolos,  en nombre de   una complicada situación en el continente donde las derechas comienzan a ocupar algunos espacios perdidos temporalmente. ¿Acaso les hicieron creer que los socios del capital transnacional aceptarían pacíficamente las intenciones de rozar alguno de sus intereses? o se comieron el verso de  la supuesta y tan mentada   muñeca política de los funcionarios de gobierno e incluso de la denominada “oposición” para llevar adelante negociaciones, sin consultas populares.  
Esas actitudes superan las opiniones de estar frente a una  lamentable situación,  representan  algo peor,  su degradación   como seres sensibles.

Bien, luego de un recorrido  extenso y por lo mismo precario en  fundamentos  es necesario reiterar  el objetivo de despertar inquietudes en función de  enriquecerlo de modo colectivo y  considerar el presente trabajo como  complemento y continuidad de los  anteriores: de la unipolaridad a la multipolaridad, partes  1, 2 y 3  publicados en el año 2012.

Notas:
1-      el origen destructivo del capitalismo  ---  Robert Kurz.
2-      Del fin del comienzo al comienzo del fin ---  Jorge Beinstein.
3-      La era de la no polaridad  ---  Richard N Haass.

Juan Alberto Remedi       integrante del Movimiento Bolivariano de Entre Ríos
                                                                                             
                                                                                                Paraná septiembre de 2014

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