De la modernidad económica a la despolaridad
Difíciles momentos para el pueblo
Argentino
En principio el propósito era no
abordar algunos temas por estar ya
planteados, pero la dinámica requiere
hacerlo en función de seguir participando en la confrontación de ideas en curso.
Ante la situación creada en el país, relacionada con los pagos de la deuda externa
y las diferentes interpretaciones vertidas de modo publico por un sin numero
de actores sociales y políticos, es importante potenciar
el planteo relacionado con la contradicción fundamental del régimen capitalista
trabajo – capital a partir de la cual se
desarrollan otras, importantes sin dudas,
pero solo consecuencia de la dicotomía citada.
En la misma senda reflexiva recordar la falta de voluntad política de los
gobiernos llamados “democráticos” incluyendo el actual, para iniciar un proceso
de investigación de la misma dilucidando claramente lo “legitimo” de lo “ilegitimo” tal
como lo hiciera en el hermano pueblo
Ecuatoriano. No se trata de dejar de
cumplir con los compromisos contraídos, sino de no pagar estafas.
Por lo general cuando se plantea el no pago, los sectores hegemónicos se encargan de
motorizar una serie de hechos intentando demostrar su vinculación con el fin del mundo. Pero en concreto la Argentina ha pagado
deudas contraídas anteriormente con nuevas deudas, esa operatoria en cualquier parte conduce a la quiebra.
El periodismo habla de las reservas del banco central aproximadas a
29000 millones de dólares, sin embargo según las opiniones de Olmos Gaona, las reales
no superan los 16000 millones, se
deben descontar entre otros ítem 7100
millones de dineros de bancos a
devolver. El año próximo hay
vencimientos por 20000 millones de dólares, seria interesante preguntarse como
se le hace frente, sin olvidarse que las mismas
crecieron, entre otros elementos, porque entre los años 2003 - 2006 no se pago deuda externa.
La carencia de dicha voluntad hace a la aparición de discursos tendientes a confundir a la “sociedad”, presentando
a una negociación en curso con sus tenciones y conflictos como una lucha emancipatoria, introduciendo en el
debate el concepto de deuda soberana ¿?- En el trasfondo de la disyuntiva se
verifica un tema central, quien absorberá el
peso de la misma, en las actuales
condiciones, sin dudas, serán los
sectores populares a pesar de los
discursos grandilocuentes y engañosos.
Así mismo, el concepto “buitre” debiera ser utilizado en toda su
magnitud, no parcialmente. El capitalismo como sistema es un gran buitre, el buitre mayor, una de sus consecuencias es
el surgimiento de los fondos
especulativos. Es un error considerar al juez Thomas Griesa tan solo como representante
de los “fondos buitres” el en lo
particular lo es, al igual que el presidente Estadounidense Barack
Obama.
En este arco, la desocupación e
inflación avanzan como un flagelo imparable ante las miradas difusas de los gobernantes,
orientados claramente a la represión de
las protestas, acompañado por un discurso en defensa de los intereses económicos
trasnacionales, donde sobresalen los
acuerdos gubernamentales con parte de la burocracia sindical mafiosa y corrupta para reprimir a los trabajadores en lucha.
En referencia a los grados de represión existentes, es evidente la
vuelta de los grupos de tareas de la dictadura cívico militar clerical fascista
a las calles, bajo las ordenes del secretario de seguridad de la Nación Sergio Berni, en nombre
del gobierno “nacional y popular”.
Los participantes de la movida ambientalista contra el fracking realizada
en la ciudad de Concordia Provincia de
Entre Ríos comentan que, la intervención
de gendarmería habría llegado al punto
de tener a un manifestante en el suelo, golpeándolo
a patadas limpias, acompañadas de expresiones reflejando la educación recibida, odios y
rabias, “vamos a ver si ahora te quedan ganas de seguir siendo ambientalista”.
Conocemos donde desembocan dichas actitudes si no se las detiene con las
movilizaciones y denuncias. Algunos no tenemos el derecho de pasarlo por alto,
y, en general la sociedad no debiera mirar para otro lado,
sin embargo los silencios, los silencios, los silencios son aterradores y más
letales que los duros golpes recibidos.
Ante la angustiante situación socio
económico se trata de ofrecer propuestas superadoras en un sentido más abarcativo, dejando en
claro la existencias de otras salidas.
El primer punto es la investigación y no pago de la deuda externa hasta
dilucidar que es lo “legitimo” de lo “ilegitimo”.
Nacionalización de la banca y la exclusión del sector privado de toda
participación en este circuito estratégico, sin ningún tipo de indemnización.
Reestatizacion de las empresas privatizadas sin indemnización, esto es imprescindible porque las empresas se especializan en burlar todas las formas de control y
regulación de su actividad. Es imposible desarrollar un plan económico popular
sin el manejo estatal de las compañías
extranjeras.
Estricto control estatal del conjunto de las operaciones cambiarias
para poner fin al contrabando y los fraudes en la facturación del comercio
exterior. Complementándolo con la estatización del comercio exterior.
Orígenes y consecuencias de la modernidad
Posiblemente abordar el tema de la “no polaridad” requiera expresar
algunos conceptos relacionados con el “origen de la modernidad”.
Hasta el presente se dan opiniones dispares relacionadas con los
inicios de la era moderna. 1-Los historiadores difieren en cuanto a la fecha.
Unos plantean su nacimiento en los siglos XV y XVI con el renacimiento Italiano
y sus innovaciones artísticas, científicas y los grandes viajes de
descubrimiento a partir de Colon. Otros ven el despegue en el siglo XVIII con
la filosofía de la ilustración, la revolución Francesa, la democracia en los
Estados Unidos y los comienzos de la industrialización, sacudiendo el planeta
con la invención de la maquina de vapor que junto al telar mecánico, rompieron
según esa línea reflexiva, las “corrientes de las antiguas relaciones feudales
de producción”, ambas opiniones se basan en las conquistas positivas considerándolas como impulsos originales. Es interesante no
perder de vista el proceso recorrido por el modo de producción capitalista
hasta lograr imponerse con la industrialización del siglo XIX. Por ser justamente un proceso, ubicar las raíces de desarrollo requiere
análisis más profundos.
El surgimiento del primer germen
de modernidad se dio en un medio premoderno,
fue tomando cuerpo a través del
tiempo, permitiendo dilucidar la continuidad
entre la “primera causa” muy precoz y la
“consolidación plena” sin existir necesariamente contradicción.
Desandar el camino requiere ubicar lo “nuevo” capaz de engendrar de manera inevitable la historia de la
modernización. En este sentido la mayor y principal relevancia no corresponde a
un simple cambio de ideas y mentalidades, sino al desarrollo pleno de hechos materiales
y concretos.
Dentro del conjunto de teorías
en danzas aparece como más coherente aquella
identificando a una estruendosa “fuerza
destructiva” como la responsable de abrir el camino a la modernización con la “invención
de las armas de fuego”.
Su aparición condujo a la destrucción de las formas precapitalistas de producción, demostrando entre otras cuestiones, la ineficacia de la caballería militar feudal.
Se produjeron cambios radicales, las armas modernas dejaron de estar en manos de una oposición de “abajo” haciéndole
frente al dominio feudal, pasando a posesión de los de “arriba” con el visto bueno de príncipes
y reyes. La experiencia fue posible
porque la producción y distribución de los nuevos sistemas de armas superaban las estructuras locales descentralizadas, es decir (las formas que
venían marcando hasta entonces, la reproducción social) en su lugar
surgió, por exigencias de la propia
situación, una organización completamente nueva de la sociedad.
Las potentes armas como los
cañones no podían ser fabricados en pequeños talleres, estos fueron suplantados por el desarrollo una industria de armamentos
superior, produciendo grandes cantidades. Lo dinámico de la evolución exigió una nueva arquitectura militar de defensas
en forma de fortalezas capases de resistir los cañonazos, generando una
carrera innovadora entre armas ofensivas
y defensivas, dando inicio a la “carrera
armamentista” entre estados, persistiendo
hasta hoy.
La modificación de la estructura
de los ejércitos fue una de sus consecuencias.
Al no lograr equiparse por si mismos debieron recurrir para su abastecimiento al poder social centralizado. El fenómeno llevo a la separación de la organización militar de
la sociedad civil y al nacimiento de
las “fuerzas armadas modernas” como una casta social especifica, divorciada
de la sociedad.
La industria armamentista, su carrera y el mantenimiento de los ejércitos
organizados, provocaron una subversión
radical de la economía, el complejo militar industrial exigía una
“permanente economía de guerras” con dependencia de la mediación del dinero. La carencia
financiera fortaleció los capitales usureros a los financiadores de guerras y la
creación en el ejército de la
mentalidad capitalista. Los antiguos
contendientes agrarios fueron
transformados en “soldados” en
personas que reciben un “soldo” dejando de lado la lucha por cuestiones
idealistas y peleando únicamente por
dinero. Los jefes y comandantes tenían como misión obtener botines de guerra, por lo
tanto, la renta de los pillajes debía ser mayor a los costos de estas, dando inicio a la “racionalidad empresarial” moderna y las sociedades de los
comandantes con los capitales monetarios y comerciales.
Lo expuesto conduce a una
conclusión, ni los pacíficos vendedores,
ni los productores llenos de ideas son los responsables del inicio del capitalismo, sino todo lo
contrario: así como los soldados aparecieron como un prototipo de los asalariados modernos, los
comandantes de ejércitos y condonttieri (multiplicadores de dinero y libres
empresarios de la muerte) fueron los arquetipos del empresariado con “disposición al riesgo”. La dependencia de los
“condottieri” de las grandes guerras, de los poderes estatales centralizados y de su
capacidad de financiación, dieron inicio a
la “reciprocidad” entre mercado y
estado.
La financiación de las guerras exigió a los estados quitarles hasta la sangre de las poblaciones, pero de una manera radicalmente
nueva: en lugar de los antiguos impuestos en especies impusieron la tributación monetaria obligándolas a “ganar
dinero” para poder pagarlos. De este
modo la economía de guerra forzó de
forma directa e indirecta el sistema de
la “economía de mercado”.
Arrancar los nuevos tributos exigió la construcción de un poderoso aparato policial y administrativo,
persistiendo hasta el presente. En definitiva, se empujo a las sociedades a las nuevas reglas de juego a través de sangrientas represiones y
opresión.
La industrialización del siglo XIX en sus aspectos tecnológicos como el histórico de las organizaciones y
mentalidades, fue heredada de las armas de fuego. Los hechos reflejan a un vertiginoso desarrollo
capitalista de las fuerzas productivas dinamizándose de “forma destructiva” a pesar de las innovaciones técnicas en lo
aparente inocentes. La democracia occidental no puede ocultar la procedencia
de su sagrado concepto de “libertad y
progreso” originado en la dictadura militar y armamentista de los
inicios de la modernidad, no solo en la esfera tecnológica, sino también en su
estructura social. Bajo la delgada
superficie de los rituales de votación
encontramos a un gigantesco aparato
disciplinando y administrando de manera continua al ciudadano aparentemente
libre del estado, en nombre de la economía
monetaria total y de guerra.
El capitalismo aparece como un fenómeno histórico con raíces
geográficas occidentales bien delimitadas y cargando una herencia cultural
especifica. Occidente emergió como una empresa imperialista colectiva, agrupando a varios estados, expandiéndose globalmente
en medio de feroces disputas internas, hasta lograr su unificación luego de la segunda guerra mundial bajo las
órdenes de una potencia no Europea, los Estados Unidos.
Reflejos actuales de la carrera armamentista
La carrera armamentista siguió avanzando y el complejo militar industrial se transformo
en el más destructivo de la historia. La aplicación de sus lineamientos ha generado nuevos conceptos como: poder inteligente,
huella ligera, golpes suaves, guerra no convencional, irregular, de cuarta generación
- interrelacionados, inherentes o subordinados.
La caída del denominado “campo
socialista” constituyo un hecho determinante y la configuración de un nuevo
orden mundial, donde el estruendo de la
ira Estadounidense se escuchaba en cualquier rincón del planeta, incluso en la
nueva dimensión de la existencia humana “el ciberespacio”.
En el año 1990 con la difusión de un libro en (EE.UU.) titulado “destino de liderar” con la autoría de Joseph Hnye,
apareció de modo publico el concepto de
poder blando, entendiéndose como la habilidad de atrapar a otros sin coerción. Proponía
la utilización de instrumentos culturales e ideológicos, una diplomacia de
nuevo tipo y estrategias de información para alcanzar los objetivos.
En el contexto intervencionista del año 2007 de la mano del propio Hnye la idea del poder suave muta hacia la del
“poder inteligente” con su consigna de diplomacia respaldada por la fuerza de forma mas limitada, aunque no menos letal con la utilización de “
drones”.
Ese camino condujo al de “huella libre” materializado con el continuo envió
de fuerzas militares a diferentes partes del mundo para desarrollar actividades
“no combativas” aunque sin excluirlas, un ejemplo es la operación “promesa
continuada” con carácter presuntamente humanitario, desarrollada en A. Latina y
el Caribe.
Sin embargo, a pesar de
dichas experiencias y sin
contraponerlas, el Pentágono opto por
favorecer la actuación de las fuerzas de operaciones especiales “huellas
ligeras”. El avance de cada una de las tendencias diversifico el auge de las teorías y terminologías
empleadas por militares y académicos.
Algunas de ellas sugieren una relación con la “guerra no convencional”
como por ejemplo “guerra de cuarta generación” y el “conflicto hídrico”, en
ambos casos se conjugan la combinación de los nuevos avances tecnológicos con las
tácticas de guerra irregular y psicológica.
El termino guerra de “cuarta generación” aparece en los años 80 describiéndola como aquella donde adversarios flexibles combinan en el
territorio la alta tecnología con la guerra psicológica a través de los medios
masivos de comunicación. En ella no hay frentes ni campos de batallas definidos,
no se llega a advertir si se esta en una zona de guerra o de paz entre combatientes o no combatientes. La punta
de lanza son las pequeñas unidades o células independientes integradas
cuando es necesario y acorde a
cada misión, demostrando en la práctica la evolución de la insurgencia y la contrainsurgencia en la “era global”. En este tipo de guerra la “población y la
cultura” son objetivos a batir, constituyendo
el máximo posible de agresión en un contexto de desigualdad estratégica del
agresor, cuyos resultados no son únicamente
la caotizacion periférica, sino también
la degradación interior. Las operaciones mafiosas hacia fuera consolidan dichas prácticas dentro del aparato
imperial dominante, donde se extienden las camarillas parasitarias, tendencias irracionales, locuras elitistas y la ruptura de las reglas
de juegos institucionales.
El “conflicto hídrico” es el mas reciente, surgido a raíz de la fallida agresión de Israel al Líbano
en el año 2006. Al igual que el de “guerra de cuarta generación” el espacio físico de desarrollo rara
vez es definido.
Cuando se habla de poder inteligente, conflicto hídrico, guerra
de cuarta generación, se hace alusión a teorías sobre la naturaleza de las guerras, su perfil
es descriptivo, conclusivo, y, por lo
tanto más o menos ambiguo. Por lo contrario al hacer referencia a la guerra irregular, guerra no convencional, se
esta ante los enunciados de las
doctrinas aprobadas por el gobierno
Estadounidense.
Esas políticas le permitieron junto a su socio Israel, una nueva masacre contra el pueblo Palestino y
los habitantes de la Franja
de Gaza, teniendo como blancos a hospitales, escuelas, centros de refugiados,
aplicando los lineamientos de la guerra
de “cuarta generación” sin esconderlos al mundo. El nuevo ataque tiene causas
en lo fundamental económicas relacionadas directamente con la existencia de grandes
depósitos de hidrocarburos, aun no
explotados y la pre disposición imperial de adueñarse de los mismos.
En esa misma línea de acción la
violencia directa desatada contra Libia, Venezuela, Siria, Colombia, Ucrania,
Irak, muestra a la periferia convertida
en un mega operativo militar, la arremetida
del imperio no se da para posicionarse mejor en futuras negociaciones,
sino para presionar y negociar para lograr mejores condiciones para la
ocupación.
Las experiencias evidencian intervenciones
exitosas como en Libia e Irak, sin la posibilidad de concluir en regimenes coloniales
pacificados, todo lo contrario, se transformaron
en espacios caóticos atravesados por guerras intestinas,
configurando nuevos desastres como formas de sometimiento.
La decadencia del centro imperial es la manifestación decisiva pero
parcial de un fenómeno planetario, incluyendo a la periferia atrapada en dicha limitación. De alguna manera, la destrucción de Libia pudo
concretarse aprovechando la degradación del régimen Kadafista, el golpe
fascista en Ucrania significo la captura
de una republica resultado del fenómeno soviético, sumándole en la actualidad la
instauración de capitales mafiosos, la desestabilización en Venezuela se apoya
en sectores de la clase media conducidos por la vieja burguesía local aun no eliminada, conspirando permanentemente
con apoyo exterior fundamentalmente de la Casa Blanca.
Uno de sus rasgos distintivos es la perdida de legitimidad del aparato
militar, obligándolo a implementar propagandas
hacia las poblaciones, no con objetivos de “arrastrarlas” al campo de batalla, sino de lograr su aprobación pasiva.
Ahora bien, ¿en que momento de
la historia nos encontramos? 2- Jorge Beinstein lo responde de modo particular:
en presencia de “fin del comienzo” va concluyendo la etapa preparatoria de la
declinación occidental y comienza a
emerger el “comienzo del fin” el desmoronamiento del capitalismo como
“civilización”.
El momento requiere tener en cuenta las diferencias decisivas con otras
civilizaciones anteriores, en lo fundamental por su carácter planetario, la masa de población afectada es de 7000
millones de personas, como así también, el grado de
desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas y la capacidad industrial
militar suficiente para destruir completamente la vida humana.
No se esta ante la decadencia de
Babilonia desbastada por la malaria, ni la Roma imperial jaqueada por el parasitismo y la hipertrofia militar,
mientras gran parte de la humanidad ignoraba esos hechos. En esa etapa, mientras una civilización decaía otras permanecían o emergían,
en la actualidad el potencial destructivo del capitalismo genera la posibilidad concreta de confluir
en un desastre universal.
Los años 2008 -2013 marcan la
transición entre una declinación suave y
controlada del sistema iniciada en 1970
y su degradación general en sus primeros pasos.
La crisis desatada entre fines de 1960 y principios de 1970 no fue superada
como las anteriores. Desde esos momentos
comenzó a visualizarse que dado un determinado nivel de desarrollo de las
fuerzas productivas, aparecen fuerzas de
producción y de medios de producción motorizando catástrofes, dejando de ser “fuerzas de
producción” para convertirse en “fuerzas de destrucción”, cuestión relacionada
íntimamente con el carácter
autodestructivo de la civilización
burguesa en su etapa decadente más avanzada. Mucho antes de la fecha señalada habían aparecido alertas sobre posibles
desastres ambientales, sanitarios o políticos, atribuidos en todos los casos a manejos irracionales corregibles dentro del
sistema.
Mientras el producto bruto
mundial (PBM) descendía suavemente en progresión aritmética, la maza financiera
comenzó a crecer en forma geométrica. Esto
queda demostrado por la irrupción descontrolada de los productos financieros derivados (su columna
vertebral). Dicha masa representaba en 1970 dos veces el producto (PBM) y en el año 2008 paso a
doce veces, a partir de allí sobrevino un freno en la expansión,
produciéndose un quiebre del mecanismo
al hacerse insostenible el peso financiero,
La militarización del país del Norte no
concluyo con el fin de la guerra fría. En el
año 1980 acosado por la crisis estructural y la marcha de revoluciones
en todas partes del mundo lanzo una”
contraofensiva global estratégica” un
ataque de carácter mundial y total, no
solo geográfico sino militar, político, económico, religioso, cultural, resultando exitoso en todos los planos. Parte de ella fue
el asesinato del papa Juan Pablo I
entronizando en su lugar Karol Wojtyla prologo de una arremetida desvastadota contra
la llamada “teología de la liberación”, en el año 1979 instigaron la guerra entre Irak e Irán, en la misma fecha
instalaron mercenarios en Honduras para
derrocar a la revolución Sandinista, esa oleada
fue precedida en A. Latina por golpes de estados cívicos militares
fascistas en cadena, al unísono, un poderoso aparato planetario de medios
comenzó con la aplicación simultanea de acciones destinadas a mostrar la superioridad
de régimen capitalista sobre el llamado “socialismo real” con la (URRS) a la
cabeza
No polaridad
Las potencias centrales son
lo suficientemente grades y potentes como
para destruir el planeta (significa su autodestrucción) su gigantismo
les impide salvarse e iniciar un nuevo ciclo ascendente devorando
mas y mas cursos naturales marcando una diferencia cualitativa con lo ocurrido
hace 5 siglos. En la actualidad la
violencia imperialista no es la un moustro vigoroso en su infancia o juventud, sino un moustro viejo y obeso.
Lo expuesto no constituye un elemento aislado o casual, es el resultado
de las orientaciones del régimen preponderante. El estallido de la primera
guerra mundial en 1914 pero esencialmente la ruptura Rusa en el año 1917 etiqueto el inicio del deterioro general de la dominación
occidental, de su jerarquía
imperialista, es decir del capitalismo como sistema mundial engendrando el fenómeno de despolarización y
descontrol periférico.
Esta última fase ilumina toda la
historia anterior del sistema destruyendo sus mitos fundamentales, en particular la fabula del capitalismo como
progreso, de etapa superior en la sucesión
de civilizaciones y la más potente negación
de la barbarie. Los logros aparentemente
positivos aparecen inscriptos en
contextos de conquistas coloniales con millones de asesinatos, liquidaciones de
culturas y depredación de los recursos naturales, demostrando su incapacidad para suprimir la barbarie, solo
la perfecciono.
El siglo XX se inicio- 3- con una sellada “era multipolar”, pero luego de 50 años y dos
guerras mundiales dio a luz la era “bi polar” donde la preponderancia internacional era diputada
por los estados Unidos y la
Unión Soviética. Con el fin de la guerra fría y la caída de
la (URSS) se ingreso a la “unipolaridad”
hejemonizada por los Estados Unidos, actualmente esa supremacía es difusa. Por lo tanto, la característica principal de las relaciones
internacionales del siglo XXI esta dada por la “no polaridad”, es decir, un
mundo dominado no por uno, dos o varios estados, sino por docenas de actores
ejerciendo distintos tipos de preeminencias, representando un cambio mayúsculo frente al
pasado. En un sistema multipolar no domina ninguna potencia, puesto que en ese
caso el sistema se volvería unipolar, del mismo modo, la concentración de poder tampoco gira alrededor de polos, porque entonces el sistema se volvería bipolar.
A primera vista el mundo actual pareciera ser multipolar, sin embargo difiere de manera fundamental de la
multipolaridad clásica, por la existencia de varios centros preponderantes no siendo muchos de ellos Estados Nación, estos han perdido (aunque de modo parcial) el monopolio
del dominio y en algunos casos su
superioridad. Se puede verificar en la práctica como los estados están siendo desafiados
por organizaciones regionales y
globales, diferentes grupos armados con
distintos objetivos y por una diversidad de organizaciones no gubernamentales y
corporaciones. Si bien el mando sigue estando en manos de los capitales concentrados, se produce en un mismo espacio y tiempo una suerte de diversificación hacia varias manos y muchos sitios, marcando una tendencia.
En la situación dada, Estados
Unidos sigue siendo el país con mayor concentración de poder. Su economía con
un producto bruto interno (PBI) de
alrededor de 14 billones de dólares es la más grande del mundo, pero ello no debe
enmascarar el desgaste de su posición, acompañado por un absoluto menoscabo de su influencia. El dólar ha sufrido una
caída frente al euro, la libra esterlina
y las divisas asiáticas, las mayorías de las reservas de los bancos centrales
del mundo están en divisas diferentes al dólar y es posible la aparición de una
canasta de monedas para suplantarlo como moneda de cambio internacional.
A pesar de los rechazos al amo
del norte, aun no ha surgido una
potencia o potencias capaces de rivalizarlo a causa de la disparidad existente entre su
fuerza y cualquier posible rival. China podrá llegar a un producto bruto
interno (PBI) similar pero esta obligada
a resolver las necesidades de su gran población, India se encuentra ante el
mismo desafió sumándole su exceso de
burocratismo, el (PBI) de la Unión Europea es mayor que
el de los Estados Unidos, pero no actúa como lo aria un Estado Nación de modo
unitario, Japón cuenta con una población envejecida, Rusia es la mas dispuesta pero carece de una economía agrícola industrial y comercial
acorde a sus intenciones, además su población esta agobiada por los desafíos
internos de cohesión nacional. Si bien las
dudas sobre la sabiduría del imperio se han
extendido, provocando un gran
número de denuncias, no se activan resistencias categóricas.
En la actualidad, la estabilidad económica de las demás grandes
potencias depende del sistema internacional, por lo mismo no desean trastocar
un orden concordante con sus intereses. Así
se observa al pos neoliberalismo como la adaptación del capital a las nuevas
condiciones reinantes en el planeta. Igualmente los BRIC conformado por (Brasil, Rusia, India,
China y Sudáfrica) toman actitudes para intentar escapar de las locuras
cometidas por el gendarme del mundo en
el contexto del régimen existente, no en otro, ninguno piensa en dejar de ser capitalista. Por lo mismo, los ensayos teóricos visualizando
la existencia de alguna posibilidad
de opción por una vía no
capitalista de desarrollo, por ahora (según muestran los hechos) es una expresión
de deseos. De todas maneras los BRIC representan un potente acelerador de la agonía capitalista
y a la vez, motor y obstáculo a la contraofensiva de la Casa Blanca.
Las potencias periféricas como
China , Rusia u otras, no se encuentran en condiciones de reordenar desde el sentido burgués del termino, el
desorden causado por la decadencia occidental a través del desarrollo de nuevos firmamentos capitalistas
jerarquizados en reemplazo de los viejos espacios agonizantes, por ser partes integrantes de las zonas sumergidas en la decadencia global. Sus resistencias y contragolpes contribuyen al “desorden general” el bloqueo
de las tentativas de recomposición del
dominio occidental solo agrava la degeneración planetaria del capitalismo.
En lo interno de un sistema convulsionado se motorizan diversas
experiencias, esperanzas, rebeldías e
ilusiones periféricas de afianzamientos de capitalismos autónomos bajo las banderas de la restauración Rusa,
del socialismo de mercado Chino, del
socialismo a medias como en Venezuela, de una sociedad basada en el Islam como en Irán
o de los denominados capitalismos progresistas en A.Latina- al mismo tiempo, se dan las resistencias a los invasores de
Afganistán, Libia, la guerra prolongada de las (FARC) en Colombia y las
protestas sociales en Europa.
Se ha configurado un gran rompecabezas, sin llegar a expresar
un proceso de insurgencia global,
ni mucho menos un movimiento en vías de articulación, sino una evolución al
extremo heterogénea, con erupciones efímeras, ciclos de larga duración,
tentativas de desarrollos capitalistas relativamente autónomos y rebeliones anticapitalistas,
pudiendo ser analizadas de distintas maneras, por ejemplo: una posible
gran turbulencia periférica
expandiéndose en medio de contradicciones de todo tipo, anunciando escenarios futuros de insurgencia popular
contra el sistema.
Las potencias principales tratan de aplastar ese espacio complejo, aislarlo, demonizarlo,
triturarlo, pues allí germina un gigantesco movimiento popular con varios
miles de millones de campesinos pobres, pueblos originarios, obreros, sectores
marginales entre otros, condenados a la muerte o la sobrevivencia
infrahumana. Constituyen una realidad plural opuesta a la homogeneización
esclavizante de occidente, intentan preservar y/o construir identidades, espacios
de libertad, sobrevivir y vivir dignamente.
Para el centro del mundo, el planeta esta totalmente modernizado,
significándoles privilegios de todo
tipo, mientras que para el resto prima el subdesarrollo, miserias y frustraciones. De todos modos la “apropiación
periférica de la modernidad” implica aceptar un anzuelo envenenado, reproductor
de las
ilusiones de supuestos
logros culturales de la civilización burguesa de manera independiente o enfrentada
a occidente. En este sentido, cuando el
esclavo imita al amo o pretende regenerar
en su comunidad esos fundamentos ideológicos, solo consigue bloquear la
creatividad revolucionaria.
La modernidad ha ingresado al estado de decrepitud y la liberación de
sus victimas centrales y periféricas solo puede lograrse por medio de la
negación absoluta del capitalismo, su completa destrucción, construyendo desde sus cenizas un nuevo mundo.
Algunas observaciones
Es interesante la profundización de los estudios y restrasmicion alrededor del nuevo momento por
el cual transitan los acontecimientos planetarios. El mundo ha cambiado, el
capitalismo manteniendo su esencia la “propiedad privada” a mutado sus formas y
metodologías de sometimiento, tanto en lo económico, político, militar, cultural
y organizativo, mostrándose incapaz de reproducirse a si mismo al diezmar
paulatinamente su creación y contraparte
la clase obrera, al generar la expulsión de mano de obra asalariada.
Enfrentarlo requiere persistir en las prácticas articulatorias de los sectores obreros y populares
de la urbanidad y el campo implementando
iniciativas acorde a los nuevos momentos,
sin dejar de lado la lucha en la nueva
dimensión del ciberespacio
complementando las iniciativas
desarrolladas cuerpo a cuerpo. La articulación no surge por arte de magia
sino a través de las múltiples experiencias de unicidad en diferentes lugares y
niveles.
Es indispensable dar pasos en la puesta a tono de las organizaciones en
la nueva etapa. Posiblemente sea necesario ser mas audaces en la conformación de organismos fuertes en lo
ideológico, político y organizativo en
base a contar con cuadros capases de resolver los múltiples desafíos presentados por la
vida. Del mismo modo,
en los enfoques de la democrática
interna se debiera llegar a una
síntesis, donde las direcciones
colectivas tomen decisiones sin desconocer la importancia de lo asambleario. Como comprenderán introduzco un tema
urticante, donde no todo esta dicho, ni los caminos cerrados, se trata de potenciar el concepto de lo nuevo.
La aplicación de estas orientaciones
en la práctica concreta, permite analizar elementales experiencias aun en desarrollo y extraer primarias conclusiones en el mismo sentido. La aparición
de organizaciones encuadradas fuera de
las parcialidades políticas tradicionales de cualquier signo es todo un tema, aunque
sus manifestaciones carezcan del conjunto de elementos necesarios
para concluir en opiniones mas acabadas.
De todas maneras aparecen tenues luces.
Se puede observar lo complejo de
sus conformaciones a partir de la intencionalidad de seguir por
caminos no tradicionales, quedando demostrado el tremendo precio de pensar y actuar fuera de
lo establecido. En este sentido suele
llegarse a extremos inauditos cuando
los portadores de algunas ideas reñidas con la vida intentan interrogar a la
militancia sobre la línea política seguida, considerándose dueños de las verdades,
como si ello no fuera suficiente, reparten sentencias a cerca de los
costos acarreados por esa “indisciplina” de animarse a abordar las materialidades con enfoques diferentes a los
vigentes.
Al mismo tiempo, la participación
de las organizaciones en diferentes
protestas o acontecimientos produce un efecto multiplicador de simpatías, sin
llegar a ser capitalizadas íntegramente para sus fortalecimientos, despertando apetitos e intentando
usarlas de escaleras para lograr objetivos no colectivos. Los conservadores hacen gala de sus intenciones
de participar desde el punto de vista económico, demostrando abiertamente la
capacidad de hacerlo, en realidad solo prometen algunas mimusias orientadas a
encandilar a los menos expertos. En el mismo sentido, parcialidades de las izquierdas tradicionales,
intentan con algún resultado aplicar conductas denominadas
en los años 70 como “entristas” y
otras acordes, provocando o intentando provocar desgajamientos
en función de captar “cuadros o
militantes”, es preocupante la potenciación de las divisiones cuando lo
medular es la articulación.
Los nuevos intentos, como
practicas en crecimiento con
numerosas limitaciones, dejan en claro las molestias causadas a unos y otros por la aparición de gérmenes organizativos,
políticos e ideológicos “en algo
diferentes”.
Es medular seguir profundizando las orientaciones hacia la conformación
de organizaciones pegadas a cada una de las realidades, fuertes en lo ideológico y político -
flexibles y operativas en lo metodológico y organizativo. Crearlas y
desarrollarlas es una de las responsabilidades inmediatas con grados de complicaciones
a seguir descubriendo.
He planteado la cuestión de los silencios ante las represiones a los participantes en diferentes protestas. Naturalmente los
sectores defensores del régimen las aplauden exigiendo más crueldad e inhumanidad, actuando
acorde a sus ideas desde un punto de vista bien delimitado y de clases. También
se dan otras situaciones quizás mas dolorosas por su procedencia, muchos de los
súper revolucionarios aparecidos luego de la derrota de la dictadura fascista instaurada en el año
1976, en el presente, no solo están en silencio, sino generándolos, en nombre de una
complicada situación en el continente donde las derechas comienzan a ocupar
algunos espacios perdidos temporalmente. ¿Acaso les hicieron creer que los
socios del capital transnacional aceptarían pacíficamente las intenciones de
rozar alguno de sus intereses? o se comieron el verso de la supuesta y tan mentada muñeca
política de los funcionarios de gobierno e incluso de la denominada “oposición”
para llevar adelante negociaciones, sin consultas populares.
Esas actitudes superan las opiniones de estar frente a una lamentable situación, representan algo peor, su degradación como seres sensibles.
Bien, luego de un recorrido
extenso y por lo mismo precario en fundamentos es necesario reiterar el objetivo de despertar inquietudes en
función de enriquecerlo de modo colectivo
y considerar el presente trabajo como complemento y continuidad de los anteriores: de la unipolaridad a la
multipolaridad, partes 1, 2 y 3 publicados en el año 2012.
Notas:
1- el origen destructivo del capitalismo ---
Robert Kurz.
2- Del fin del comienzo al comienzo del fin
--- Jorge Beinstein.
3- La era de la no polaridad ---
Richard N Haass.
Juan Alberto Remedi integrante
del Movimiento Bolivariano de Entre Ríos
Paraná septiembre de 2014
www.remedijuanalberto.blogspot.com
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