domingo, 22 de septiembre de 2024

 

 

Pasado y presente en una línea de continuidad

Juan Alberto Remedi

Septiembre 2024

La ciencia, la creación del intelecto y la razón  cumplió siempre un papel medular en el transcurrir histórico del ser, Abel Rey filósofo Francés (1883-1940) expone   sobre su    objetivo   de  asegurar el poder efectivo del hombre sobre la naturaleza,  enseñando a utilizar  las cosas, aunque en muchas ocasiones no dice  nada acerca de su  esencia,  ante lo cual, emergen   dos puntos  de vistas, uno positivo y científico, el otro, pragmático (pragmatismo). Lo  recomendable  es  concebir  la ciencia y la practica en estrecha relación de unidad, manteniendo una lógica vinculación como un todo único, sin que la primera dependa de la segunda y viceversa - en el primer caso la cognición produce la acción,   en el segundo sistema,  el conocimiento sigue las exigencias de la acción,  es la  acción quien produce la cognición.

 Suponiendo como correcta la tesis del pragmatismo tomando   la ciencia solo como  un acto particular o  una técnica apropiada para satisfacer exigencias, se obtiene como  resultado  la reducción de  la verdad  a una palabra vacía,     una afirmación verdadera aparece como receta para un artículo exitoso,   concluyendo en   la bancarrota  de la  forma real de conocimiento y fuente de verdad, legitimando en paralelo  otros métodos difiriendo del anunciado, introduciendo un sustitutivo místico  apresurado   por  rehabilitar ante la dinámica de la  crítica  la experiencia moral, metafísica y en particular religiosa, engendrando  en conjunto   elementos productores del autoritarismo -   por lo contrario,  el pensamiento filosófico,  haciendo de la práctica la consecuencia del conocimiento subordinado a la ciencia, se caracteriza por un esfuerzo  hacia la liberación y  emancipación, siendo aquí,  justamente aquí, donde yacen los innovadores, los renovadores.   

Hacer   referencia    a  la naturaleza  implica    entenderla  como un conjunto de fuerzas, cosas,  y seres sensibles distinguidas por   el hombre  como no humanas,   siendo  lo inmediato  y sensible, todo lo  no proveniente  de la  mano o  pensamiento, conformando  una  historia    no existiendo    por sí misma ,    ni   sirviéndose del hombre para sus fines,  es   el hombre real y vivo en la persecución de sus metas   quien posee todo y  lucha por todo,  transformando  el mundo - adquiriendo   al compás    la comprensión  de   las  cosas no presuponiendo   el espacio y tiempo, sino   lo contrario,  estos   “presuponen  las cosas” el (espacio,   extensión,  admite  algo que se ha extendido y el tiempo algo en movimiento)  todo es espacial,  temporal -    en ese mismo espacio tiempo,   germina  el espíritu junto al cuerpo, con los sentidos, de donde proviene la cabeza y el cerebro, de allí proviene también el espíritu,  de “donde el órgano de ahí su función”.

 Carlos Marx (1818-1883) tras  analizar la mercancía como célula básica del régimen económico social en curso,  entre  otros  variados aportes expone: los miembros de la sociedad burguesa no son átomos, solo se imaginan  serlo,  no se satisfacen a sí mismos,   dependen de otras personas para complacer   sus necesidades,   de igual manera,  centra la atención  en  las  propiedades humanas esenciales  actuando  junto al interés, como las     encargadas  de mantener unidos a los miembros  de la sociedad civil, su vínculo real es la  vida civil y no la vida política, solo la superstición  imagina a  la vida civil  mantenida por el estado, cuando  es todo lo contrario “el estado es mantenido unido por la vida civil”-  verificándose  con el mismo criterio,   una de las tantas experiencias devenidas de  la revolución francesa (1789-1799)   mostrando  a  las ideas originantes  sin conducirla  más allá del orden a  suprimir  por la fuerza, pues las  ideas jamás pueden llevar más allá de un antiguo orden mundial, sino “solo más allá  de las ideas de ese antiguo orden mundial.

Lo expresado   conduce  a la   consideración  de la dialéctica como la responsable   de captar la antítesis en su unidad, en otras palabras,  la división de un todo único y el conocimiento de sus partes contradictorias conformando  la   esencia principal,   esa  unidad es el reconocimiento y  descubrimiento   de las tendencias contradictorias mutuamente excluyentes  de todos los fines y cursos   de la naturaleza (inclusive el espíritu y la sociedad)   condición indispensable  para el conocimiento de los procesos  del mundo en  “auto movimiento”  desarrollo espontaneo  y vida real.   La lógica para Friedrich Hegel (1770-1831)  no es  solo lo universal  abstracto, sino lo universal abarcando en si toda la riqueza de lo particular (de lo individual de lo singular)   lo primero en la ciencia debió mantenerse históricamente como primero, lo absoluto y lo relativo, lo finito e infinito, conforman partes, etapas, de uno y el mismo mundo,  Hegel   analiza  conceptos en lo aparente muertos mostrando en ellos  la existencia de movimientos  – lo finito es moverse hacia un fin -  algo,   no  lo que  es el otro – ser general e indeterminación es  igual   al no ser- multilateralidad  y universalidad  es    flexibilidad de  conceptos llegando hasta la identidad de los contrarios, esa flexibilidad aplicada objetivamente revelando   la multilateralidad del proceso material y su unidad  es la dialéctica, el correcto reflejo del eterno movimiento del mundo.

En atención a lo cual,  el conocimiento no es o (no sigue) una línea recta, sino una curva,   aproximándose infinitamente a una serie de círculos espiralados,  abordandando un camino ascendente, dejando atrás lo recorrido sin volver al mismo punto de partida,  siendo opuesto  al  carácter rectilíneo,  unilateral,    rígido,   petrificado,   subjetivo,    componentes  de las raíces gnoseológicas del idealismo y el oscurantismo clerical,   solo aspira a comprender la verdad, al  ser en sí mismo y para sí,  sin detenerse    en lo inmediato y en sus determinaciones, sino penetrando    a través de ello en la búsqueda de la “verdad del ser”  recorriendo  el  camino preliminar  de la transición más allá del ser o mejor dicho de entrada a él.  

Estas enunciaciones  (incompletas por cierto) junto a otras fundamentaciones permiten abordar con un criterio eficaz múltiples realidades,  como  la del imperialismo.

 

Imperialismo contemporáneo.

Sobre el tema  se dirimen diferentes  miradas reconociendo   su  existencia,  seguramente un buen punto de partida es tener presente su pertenecía al régimen económico social vigente,   sin este   no habría imperialismo contemporáneo,   el uno no existe sin el otro,   resalto  el hecho de ser    parte integrante del régimen, un producto inherente,   de todas maneras,  no es mi intención contraponerlo con el término “etapa” tan utilizado de modo corriente, sino brindar una mirada  concordante o no con otras  manifestaciones,   abordándolo  desde    el permanente  movimiento y cambios,  en  los planos,  económico, político y geopolítico,  modelando   un verdadero sistema imperial  a escala global.  De alguna manera,   el evento  tiende  lazos muchas veces invisibles  con   la crisis del marxismo en el terreno de las ciencias sociales   existente  20 años antes de la “caída del muro”, convirtiéndose   en un hecho usual, sin embargo,  cuando se da por veraz  el agotamiento del ideario marxista, resurgen    días tras días  guerras imperialistas,   de conquistas y   militarismo a escalas nunca antes conocidas, configurando en conjunto la tercera guerra mundial, representando  un verdadero  peligro para  “la especie humana”  sobresaliendo en el presente el enfrentamiento de  Rusia con la organización del atlántico norte (OTAN) en la geografía Ucraniana, la conquista étnica contra Palestina produciendo un verdadero genocidio por parte del  sionismo internacional y sus socios de la organización del Atlántico Norte (OTAN) acompañado por los preparativos guerreristas en Asia- pacifico   como parte del enfrentamiento de Estados Unidos -  China. 

En nuestra región, aplicando     la  misma  receta,    la jefa Estadounidense del Comando Sur  (SOUTHCOM) Laura Richardson, sin ningún tapujo y  meridiana claridad    anuncio  a todo el  mundo   “vamos por el litio”  es nuestro dijo,  de Estados Unidos, refrendando   la concepción de ser   un  espacio vital en  recomposición de la hegemonía imperial,  una  retaguardia estratégica  desde el año (1809) cuando  Tomas Jefferson declara  (EE.UU) “necesita un hemisferio” para estabilizarse, prosperar y asegurar su grandeza,  buscando   más adelante consolidar el  control y dominio  reforzando la doctrina Monroe,  “América para los Americanos” elaborada por John Adams en el año (1823) y atribuida al presidente James Monroe, aplicada en una renovada versión  acorde  con la realidades. No vienen solo por el litio, sino por el conjunto de las riquezas sociales colectivas  mal denominados “recursos naturales”.

Hablar de imperialismo,  es remitirse (sin ser el único)  a Vladimir  Lenin (1870-1924)  a uno de sus textos  “Imperialismo fase superior del capitalismo” escrito en el año 1916 y publicado en el año (1917)  tras 26 años de investigación y estudios   condensados,   no como punto de llegada sino de partida ante las nuevas realidades y  características de la nueva época,   a saber – 1)   Concentración económica y  financiera  a escala mundial con la presencia de monopolios – 2) Transformación  del  capital puro dedicado a la producción y el  capital financiero especulativo bancario,  fundiéndose   en uno solo  (empresas, bancos, fondo  de inversiones, manejo de las finanzas y cadenas globales de producción) señalado  como  “capital financiero” y la aparición en su interior  de una  minoría  dentro  de la minoría,  la “oligarquía financiera” actuando sobre el estado nación- 3) exportación no  solo mercancías y primacía   de  la exportación de capitales – 4)  acentuación de la exportación de capitales y formación de asociaciones de capitales que se reparten el mundo -  5) terminación del   reparto del mundo por las grandes potencias. Estas  características, reformuladas a la época de la financierizacion e internacionalización de la economía, siguen vigentes  en el presente.

Desde el punto de vista económico,  el proceso sustitutivo de la libre competencia (capital y competencia transformados en monopolio)  logra   como  resultado  un inmenso desarrollo de la socialización de la producción,  innovación,  mejoras técnicas, desatando como una de sus consecuencias  la primera guerra mundial (1914-1918) de carácter  imperialista (anexionista, depredadora  y de rapiña) transformando el devenir planetario  por la partición y reparto de las colonias y las nuevas esferas de influencias del capital financiero.  En su larga trayectoria  el capitalismo,  ha sido  el más grande productor mundial de mercancías, adquiriendo el grado superior  de desarrollo al convertir la fuerza de trabajo en mercancía, hasta llegar a un nuevo momento de concentración mundial de capital y producción,  signadas por la presencia de carteles, consorcio y trust.  Nace  del capital en general, convirtiéndose en imperialismo  cuando  su  desarrollo alcanza un alto grado y  algunos de los  rasgos fundamentales comenzaron  a convertirse en  contrario, orientando   la exportación    del capital  no  solo  entre naciones, sino de  empresas sobre los estados,  a pesar de lo cual,   los flujos de capital no determinaron  ni determinan  la dependencia, pues el origen de las ganancias y el valor no yace en el mercado,  la clave se encuentra en la súper explotación, es decir en la producción.

 El capitalismo e imperialismo  mutaron  las  formas de expresión   dejando intacta la base fundacional  “ la propiedad privada de los medios de producción colectivos”    asumiendo los cambios  originados     en los avances tecnológicos aplicados en primera instancia en el complejo militar industrial, trasladado  luego  al sistema de producción  general,  acompañado  de  medidas políticas y geo políticas  compatibles,  hasta llegar a la  financiarizacion e internacionalización de la economía, coincidente con  el momento de senilidad  degradación y parasitismo del régimen,  con    avances robóticos,    “inteligencia artificial” y manejo global de los medios de comunicación monopolizados,  interactuando por intermedio  de  redes sociales en pleno auge. Se comprueba  a la vez,    la presencia de  un  centro imperial “Estados Unidos” actuado   como guardián del capitalismo a través  del imperialismo,  ubicándose   en la cúspide de la pirámide,   por debajo  se encuentran los países llamados periféricos y  semi  periféricos, comprometidos  o  sometidos en diferentes dimensiones    mediante la política militarista de intervención,  saqueos y bloqueos económicos, reasegurando    la extracción de  plusvalía tanto en los países desarrollados, periféricos o semi periféricos por intermedio  de modernos mecanismos económicos y financieros.

En simultáneo  las guerras  adquirieron otras dimensiones,   en la primera y segunda guerra mundial   la letalidad  del armamento en relación al presente es infinitamente inferior   por la primacía del   armamento nuclear de última generación  inclusive en escalas nano. A pesar de ello,   representantes del imperio como: Josep Borrell,    de la Unión Europea para asuntos exteriores y política de seguridad - Jens Stoltenberg, secretario general de la (OTAN) y  Vonden Leyen, presidenta de la comisión Europea, se orientan al impulso   de la tercera guerra mundial, algo demencial si se tiene en cuenta  la existencia  de  12500 ojivas nucleares en manos de nueve países, Rusia   5889, Estados Unidos 5244, China 420, Francia 290, Reino Unido 225, Paquistán 170, India 164, Corea del Norte 30, Israel 90, reflejando (si deciden usarlas) la  dimensión del  holocausto, enmarcado    en una  lucha ideológica de magnitudes superiores  por  la complejidad  y calidad adquirida tras su objetivo    de atacar  el  cerebro humano a fin de  ponerlo a disposición de los amos del mundo.

 Si  bien ya lo ha planteado  en textos  anteriores,   es propicio  detenerse en el trascurso de los años 70  con    el desarrollo de la última secuencia mundial de luchas sociales y políticas  al compás de  la caída tendencial de la “tasa de ganancia”  generando  pánico patronal,  con  trabajadores, movimientos juveniles y femeninos articulando  energías cuestionando los fundamentos de la sociedad en manos del capital,   íntimamente ligado al declive de los años 60  y  la  incapacidad del sistema en la extracción de  beneficios  de las inversiones pasadas.  Como respuesta a tamaño descalabro  impuso  la “internacionalización de la economía” llamada globalización, con el surgimiento  en el seno del capitalismo estadounidense de   una tendencia a la inversión  en el extranjero y  el traslado de empresas norteamericanas hacia  China y otros países  en busca de mayores dividendos  aprovechando la mano de obra barata, conducente a la formación estable y luego hegemónica  de una fracción del capital trasnacional con intereses conjuntos  convergentes   en el “sector financiero” armonizando   con la libre circulación de capitales y mercancías, coincidiendo con la reestructuración de las relaciones sociales a escala planetaria, alterándolas  radicalmente,    para  los años 80   los países más avanzados habían derribado  la mayoría de los obstáculos para la libre circulación de capitales, significando en paralelo  el desmantelamiento del llamado “estado de bienestar” y  la consolidación de los beneficios  mediante la expansión espacial y disciplinamiento de los trabajadores a través  de dos  extensiones  estratégicas- la demanda “de valor” mediante la liberalización del flujo de capitales y acuerdos de libre comercio – y el control de las condiciones materiales   de  los flujos comerciales internacionales,  viabilizado  mediante la utilización  del  sistema imperial  existente.

 

Lo vigoroso del  desarrollo

 La crisis de la civilización burguesa como hecho objetivo  no implica    necesariamente la caída de un  sistema negándose   a perder los privilegios por propia voluntad,  aferrándose  desesperadamente   a lo acumulado,   volviéndose cada vez más agresivo e incapaz de superar la  contradicciones   refractado en múltiples hechos. Dentro  de un conjunto de dicotomías    me detengo en las recientes opiniones del semanario Ingles The Economist, refiriéndose  a las consecuencias globales del accionar  del Fondo Monetario Internacional (FMI)  alertando   sobre la existencia de  revueltas populares en diferentes partes del mundo enfrentándolo, así   en el mes de junio miles de personas salieron a la calle en   Kenia luego que el presidente William Ruto anunciara recortes de gastos públicos, dos meses después,  Sheika Hasina primera ministra de Bangladesh fue destituida por grandes movilizaciones contra las políticas del (FMI) - en Nigeria  la juventud protagonizo las movilizaciones al igual que  en Pakistán, sumándole  en el  año (2023)  la  Sri Lanka y  Gana cuando los gobiernos estaban en camino de reestructurarlas.    En la Argentina señala,    la fórmula de prestar dinero a un gobierno en crisis ya se dio en el gobierno de Mauricio Macri,  con un préstamo record  de 45 mil millones de dólares utilizados para la fuga de capitales, creando  una  deuda odiosa y  fraudulenta,   restructurada sin ningún tipo de investigación por la administración de Alberto Fernández, mientras    el gobierno de Javier Miley  repitiendo  “no hay plata”  y ajustando  a quienes menos tienen  ha pagado en concepto de deuda más de 13 mil millones de dólares.

Bien, solo repite lo  analizado internamente por las  organizaciones enfrentando  el embate,   aunque  la gravedad de la situación lo conduce a prevenir   a los propios  sobre las posibles resultados  de la aplicación de lineamientos   inhumanos,   saqueos sin límites,  renovada corrupción, compra de voluntades de  los supuestos defensores de la democracia y ampliación de  la  represión,  golpeando  sin contemplación a los jubilados  reclamando el derecho  a   comer,  a los movimientos sociales,   trabajadores-as,    atacando   con gases lacrimógenos a una niña de 10 años por  efectivos de la policía federal, acompañado por  los   intentos de liberar a los genocidas,   originando una escandalosa situación observada en el exterior, mientras actores internos autodenominados democráticos miran para otro lado  ante el  imprescindible llamado a la movilización,   tirando la pelota hacia adelante  como si los hambrientos y desamparados pudiesen seguir aguantando,   mostrando    la distancia existente   con  las necesidades populares y la  incapacidad para salir del atolladero de quienes se auto titularon progresistas,   respondiendo en lo ideológico a través de expresiones locales,  a la social democracia o  social cristianismo a nivel internacional,  apuntalando   la  tendencia  de un mayor acercamiento  al  conservadurismo  aceptando  las imposiciones del imperio, conviviendo    con  las trabas  de los trabajadores y demás movimientos populares para afrontar con éxito las exigencias del momento. 

No se trata de  llorar sobre el agua derramada, sería necio hacerlo, sino de llegar  a comprender la necesidad de las movilizaciones  coordinadas   por encima  de las   direcciones  vacilantes,  pensando  exclusivamente en lo electoral, repitiendo de modo incansable  “tiempo al tiempo”  todo se va a normalizar, sin aclarar  a   qué tipo de normalización se refieren, si  para la independencia o profundización de la dependencia, cuestión  yacente   dentro de  una nebulosa de indecisiones  propicia   para  hacer  pasar  gato por liebre,   por ende,  la consigna de esperar  porque   las cosas por si solas pueden converger en algo diferente a lo hasta ahora conocido, alberga una inmensa dimensión destructiva,  en cambio,  los llamados a la movilización permanente  (a pesar de los cantos de sirenas de propios y ajenos  dedicados a reivindicar la  muñeca política como única solución a  los dramas existentes) potencia la construcción de alternativas superadoras,  significando     desde un punto de vista político,  ideológico y metodológico  un antídoto contra el huevo y posterior   mordida  de la serpiente, desechando  al unísono el  repetido  argumento en medio de la inconcebible inmovilidad  de  no  “subestimar  o  sobrestimar”  los avances neo fascistas,  convertido en un verdadero escape,  una actitud defensiva  evitando  el enfrentamiento,   sirviendo     únicamente para seguir perdiendo tiempo, alimentando el autoengaño de  “estar   ganándolo”

A nivel global, se trasluce  la heterogeneidad de los componentes más reaccionarios del capital financiero,  aunque manteniendo un núcleo ideológico común, abrazando el narcisismo de la supremacía blanca,  patriarcado, homofobia patológica, negasionismo climático, militarización de la seguridad, antintelectualismo, desprecio por la cultura, el arte y la desconfianza en la ciencia, motorizando    en diferentes geografías    el   desarrollo   de una radicalización anti sistémica de extrema derecha,  configurando un extremismo  reaccionario,  acompañado por la aparición de movimientos neo fascistas  integrando diferentes gobiernos  a través de la  radicalización de un segmento de la burguesía   liderando la ofensiva anti obrera y anti trabajadores en general, logrando   una base de masas  con el apoyo de amplios sectores de la denominada “clase media” arrastrando tras de sí a parte de las  fuerzas  populares  aceptando la tesis  de producir un choque de salvaje características.   Dicho   segmento    a escala global   rechazo   el gradualismo neo liberal e  impuso   una estrategia de choque híper liberal y destrucción de derechos adquiridos por las sociedades,  avanzando hacia  la conformación de una internacional neo fascista liderada por Donal Trump,  acompañados en la región (entre otros) por Jail Bolsonaro y Javier Milei,  actuando  sobre  los límites de  un  singular suceso   donde se  combinan    la  debacle económica y  la crisis subjetiva del proletariado,  involucrando su identidad, organización, imaginario y conciencia, el crac lo  sorprendido y  encontró   en gran medida disperso, precario, confuso, dividido, asfixiado por la competencia entre iguales, culpando por  sus frustraciones  a los propios compañeros de clases  por ser  negros, inmigrantes, Árabes o integrantes de los pueblos originarios.

 Evitar los espejitos de colores demanda   comprender   lo no propicio del momento  para visualizar en el corto plazo la perspectiva socialista,   convirtiéndose en  un enfoque a   largo plazo,  revitalizarla conlleva el desarrollo  con renovados bríos de  la lucha anticapitalista, anti imperialista y anti colonialista hacia el socialismo, haciéndola patrimonio  de trabajadores  y la sociedad  en general, revalorizando al compás   las iniciativas colectivas  con vida propia en  distintas comunidades y  la unidad de las izquierdas en base a un programa de acción común,   siendo esto aún  insuficiente,   exige   al mismo tiempo,  acuerdos de bases más  amplios en función de energizar, aportar,    ser parte e impulsores del   curso   de  toma de conciencia anti fascista  de  los directos afectados, es decir,  las mayorías  de los integrantes del pueblo o los pueblos,  incluidas   claras propuestas hacia la paz mundial.

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