sábado, 30 de abril de 2022

 

Por un día internacional de los trabajadores  en unidad, movilización y coordinación del accionar

Juan Alberto Remedi                                                             mayo 2022

Ante una nueva conmemoración del movimiento obrero mundial se hace imprescindible considerar la vigorosidad del capitalismo  hacia   la creación de nuevas clases obreras a partir de sus actualizadas   fuentes de poder, como así también  a la propia clase resistiendo la explotación y  padecimientos,   buscando   diferentes caminos  para librarse  de las garras opresoras.    

El régimen en  una alocada carrera autodestructiva  a través de la internacionalización de la producción, capital, finanzas y comercio, intenta  crear barreras insuperables  para la movilización de las masas obreras,   profundizando  desde los años 80 un conjunto de medidas  hacia el debilitamiento y destrucción de las  organizaciones,  tanto en los países centrales  como periféricos con sus propias singularidades. En el contexto,   la automatización en base a la “inteligencia artificial ha llevado a muchos estudiosos e intelectuales a sugerir una situación ruinosa  de la clase,   pronosticando un ilusorio  “fin del trabajo” y como  consecuencia la suspensión   de las dicotomías  laborales.

 La lógica acumulativa del capital avanzando junto a  la miseria,  conduce a  resistencias  en los lugares de trabajo (en plantas) y al mismo tiempo a enfrentamientos  más amplios a nivel social, generando   en la actualidad   tres tipos  de conflictos obreros interconectados  1) protesta de la clase obrera existente- 2) de la clase obrera  en proceso de formación – 3) de los ignorados por el sistema impidiéndoles  vender   la   fuerza de trabajo.  Particularidades latiendo en el todo único de su  vida,  donde el destino de uno depende del destino del otro, confirmando la existencia de una única clase obrera por ser portadores de una obligación y necesidad común “vender su mercancía fuerza de trabajo para poder sobrevivir”  potenciando por lo tanto  sus   posibilidades  de aportar a  una perspectiva pos  capitalista emancipadora.

En momentos de inestabilidad hegemónica del amo del Norte  signada por la presencia del covid 19 y  el actual conflicto en Ucrania,  cabalgando sobre la crisis sivilizatoria sin precedentes   (manifestándose   bajo  forma de   crisis de legitimidad)  la famosa tesis de la “carrera hacia el abismo” concibiendo  a  la internacionalización  como creadora de  barreras insuperables  para la movilización  obrera, conlleva la particularidad de ignorar  que el régimen,  por intermedio de permanentes  transformaciones de la organización productiva mundial, crea una clase   obrera en consonancia  con las realidades siempre cambiantes. Cuestión demostrada de alguna manera con el desplazamiento de la producción hacia el continente Asiático en especial China, con  la configuración de dos situaciones – 1)  relocalización del capital en busca de mayores ganancias con la obtención de una mano de obra dócil, disciplinada,  barata y  la aparición  de múltiples   contradicciones  – 2) creación de  una nueva clase obrera al son del    emerger de la contradicción  originaria  entre  capital y  trabajo, confirmando una vez más que “donde hay capitalismo hay conflictos”.

A pesar de ello, se asiste a un despliegue de  protestas  obreras,   de trabajadores en general en gran parte  mundo y el país  tendiendo puentes,  en algunos casos solidarizándose con la lucha general de los demás sectores movilizados contra las políticas del capital trasnacionalizado, aportando al surgimiento de un proceso  que debiera ser capaz de guiarnos por fuera del campo distintivo del régimen capitalista,   hacia un mundo donde la igualdad (adquiriendo mayor valor que las ganancias)  y la no explotación se impongan sobre la propiedad privada de los medios de producción colectivos.

En nuestro país, es una ocasión para reiterar   el fortalecimiento de la unidad en la acción y la coordinación con los diferentes sectores dispuestos  a lograr  un cambio estructural en favor de los desposeídos – as, siendo  necesario abordar un camino creativo y dinámico de ruptura colectiva en lo político, económico, ideológico, metodológico, gremial  y cultural  orientado a cerrarle el paso a quienes por principios utilizando  diferentes artilugios  e independientemente de la pertenencia política, gremial o  social,  demuestran en la práctica su alineamiento con el imperio y los socios internos, avanzando con inusitada velocidad en nombre de la democracia, la república, el pueblo y los pobres  hacia la imposición de sus preceptos elitistas, anti obreros- as  y antipopulares, escondiendo sus verdaderos objetivos de sumisión al capital trasnacional  y sus dictados en todos los órdenes sociales.

Avanzar en esta  senda , no de rosas sino de entrega y audacias  con todas las consecuencias adyacentes,  se presenta como algo primordial orientar  las miradas no únicamente hacia arriba, hacia quienes gobiernan (oficialismo y la llamada oposición) defensores del régimen, sino centrarse en  las condiciones de vida de las bases sociales explotadas,   denigradas, basureadas,    hambrientas  y nuestras propias limitaciones en la concreción de aportes colectivos hacia la búsquedas de caminos superadores y liberadores, sin ningún tipo de esquemas alegados de la vida real,  con el objetivo de conquistar una sociedad sin la propiedad privada y  explotación como núcleo.  Junto a los combates  por las reivindicaciones inmediatas,  creación de fuentes de trabajo, salarios dignos y contra la inflación, se debe   tomar posición contra las guerras y por la paz, única conducta  necesaria y coherente desde el punto de vista de clases.

Saludos camaradas, compañeros-as, amigos-as trabajadores, as  en nuestro día, nos seguimos encontrando.

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