Basta de golpistas
Juan Alberto Remedi
Los infaltables  neo fascistas integrantes de  las fuerzas armadas,  seguridad y la civilidad    con aceitados 
vínculos  políticos,    aprovechando
  el  difuso
como   contradictorio    accionar
del oficialismo  en la defensa de los
intereses mayoritarios y las  represiones
fogoneadas  (entre otro)   por
Sergio Massa, autorizadas por el  poder
judicial, ejecutadas en  la Provincia de
Buenos Aires por el ultra reaccionario ministro de  seguridad   Sergio Berni  con   la
aprobación  del gobernador  Axel Kicillof,  y,  su   traslado    a otras geografías   atacando a  víctimas   desesperadas 
buscando   un  lugar para 
no vivir de prestado o morir desamparados en la calles.  
Hechos  desarrollados al son de la preparación de  un  horroroso  ajuste satisfaciendo  las 
demandas   del Fondo Monetario Internacional,  acoplándole 
 la anunciada presentación del
borrador sobre la “reforma laboral”   elaborada 
por   Roberto Lavagna, con  la intención   de seguir  marginando   a los asalariados
y desposeídos,   en el contexto  de   la
difundida  ilusión  de contar con fuerzas armadas defensoras de
la democracia.   Las buenas intenciones han  migrado    arrastradas 
por  huracanados vientos  hacia confines inciertos.  
Si bien las  denuncias  contra los golpistas conforman  un hecho destacable,  deben  orientarse 
no   solo  contra algunos militares o  fuerzas  
de seguridad en condiciones de retiro, 
sino simultáneamente hacia  los civiles
participes.   Los generales retirados Ernesto Bossi y Daniel
Raimundi junto a  otros,  se reunieron (sin ser los únicos) con el
Banquero Jorge Britos, dirigentes de la Unión Cívica Radical como Enrique
Nosiglia y  el director del diario nueva
provincia Vicente Massot, contando  también
  con  el
apoyo no público de parcialidades de  la
jerarquía eclesiástica, actuando en conjunto contra el pueblo,  en nombre de la democracia, la república y la
propiedad privada.
Por si quedaba alguna
duda, los eventos se   organizan   y desarrollaron
  cabalgando
sobre la inmovilidad popular  en plena
pandemia,  con la complicidad de la
burocracia sindical,   algunas organizaciones sociales y  sectores de la izquierda tradicional (socialdemócratas)
 compartiendo anhelos  contrapuestos 
a las realidades concretas en lugares concretos, donde se vive, piensa,
lucha, sueña  y  realimentan 
 esperanzas.
Ante el difícil momento,
con   perspectivas ciertas del  tránsito hacia un futuro aún más  cruel para quienes  menos tienen,  el único camino percibido   en el horizonte es “la organización y
coordinación”  de accionares,  enarbolando  sugerencias   en defensa
de lo propio, no aceptando    los 
llamados a la “unidad nacional”   con el objetivo de preservar  los intereses de  ladrones, saqueadores y corruptos,  arrodillados ante el amo del norte,  utilizando la miseria  por ellos generada   para convocarla.  La unidad mencionada  requiere instrumentarla con todos los dispuestos
a defender los intereses populares contra los de una minoría económicamente poderosa,
portando  lineamientos neo fascistas  difundidos   dentro
y fuera de la actual administración. 
Por lo tanto, es  imperiosa  la   adopción de   criterios   unitarios  de nuevo tipo, con propuestas  en todos los ámbitos  hacia el cambio del  modo de  vida  por
otro  más igualitario y justo,  con colectivos cumpliendo funciones de
dirección en reemplazo  de  los capataces 
auto denominados dirigentes que,   utilizado  las energías 
 logradas por los movilizados
hacen   paquetitos  para negociarlos  con los  políticos burgueses,  en épocas electorales o no,   en
favor de sí mismos.
Tal desafío requiere  recurrir al dinamismo de todas las fuerzas  materiales,  mentales, consientes,  voluntad, sentimientos y deseos de logros (incluso
cuando lo contrario es cierto)  enfocándolas
 hacia 
 el  cambio del  sistema económico social adverso para la inmensa
mayoría de la población   a través de 
ir resolviendo    las
contradicciones existentes   en cada lugar, 
  con la participación de jóvenes,
mujeres, adultos, de la tercera edad, ubicados 
en  la urbanidad y el campo,  amalgamándolo  con los acontecimientos generales  del mundo, país,  provincia.
Las denuncias contra
los golpistas son importantes  pero no
suficientes,   se trata de  oponerles  las energías  dispuestas a revitalizar el “nunca más”  manifestándolo libremente en las calles  y  el
conjunto  del país.
Remedijuanalberto.blogspot.com.
 
 
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