jueves, 14 de noviembre de 2019


Deuda externa  crisis  neoliberalismo  -  feminismo
Juan Alberto Remedi                                              octubre de 2019                 
En un panorama tormentoso  las   tres consecuencias  del  régimen  económico social vigente,  se manifiestan    de modo coordinado en el todo único planetario, mientras el feminismo  hace escuchar sus reclamos y se solidariza con la lucha popular general.
Es interesante, por lo tanto, recordar algunos aconteceres históricos, introductorios  al tema (aunque de forma fragmentaria)  Michael Hudson economista Estadounidense,  abordaba  un hecho  singular relacionado con la antigua Babilonia y la  práctica del año nuevo jubileo,   significando  la condonación de deudas impagables,   concluyendo   en   la existencia  de un más rápido crecimiento de estas  en relación a  la economía real,  duplicándose   en cinco años y cuadruplicándose   en diez.   Con  el fin de  evitar el ahogamiento económico  por las deudas,   promulgaron el jubileo.
En un sentido similar Karl Polany  intelectual Húngaro,  en la  obra “la gran transformación” del año 1944,  relacionada con  investigación de la economía política de los imperios antiguos, en particular de la antigua Mesopotamia,  expresaba: cuando las  deudas acumuladas  llegaban   a ciertos niveles,  por decreto del rey o emperador  eran  condonadas  para evitar el aplastamiento de la economía real. 
 Fidel  Castro en la década de 1980, exponiendo sobre: la crisis de la deuda externa,  plantea como solución de modo contundente, la condonación de las mismas. En esa misma época, la iglesia católica instrumento una campaña por un “jubileo de las deudas” de los países más pobres.
En nuestro país  el día 4 de abril de 1982  Alejandro Olmos  hizo la primer presentación ante la justicia  de una causa penal acerca del “origen ilícito”  de la deuda pública.  Tras 18 años de investigación, el juez Jorge Ballesteros emitió un fallo sin precedentes en el mundo, corroborando su  ilicitud,   la responsabilidad de los funcionarios de la dictadura cívico  militar fascista  y la corresponsabilidad de los organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) por aprobar prestamos ilícitos y fraudulentos.
En la actualidad, es urgente la realización de una “auditoria  a fin de  dilucidar su composición,  suspendiendo  los  pagos hasta haberla investigado como corresponde.
Crisis – Estas hacen presencia como algo normal en el contexto  sistémico,   Carlos Marx en  “el capital”  (1867) y los  estudios concernientes a la estructura interna del régimen en que vivía,  identificaba  las fuentes de estabilidad y crisis inherentes, poniendo
al descubierto la generación del valor por el “trabajo humano específico”  siendo  incomprensible al margen de la teoría del “fetichismo de la mercancía” porque  sobre el poder fetichizaste de la dimensión cualitativa del valor, se construyen las relaciones de poder opresivo, controlador de la lucha de clases y  generador de la inhumanidad   de la reproducción ampliada – abordo  al unísono  la perspectiva científica ecológica.  
El desarrollo del sistema presenta una trayectoria fluctuante  e irregular en la reproducción, cuya principal corrección son las crisis,  originadas    por  el descenso de la tasa tendencial de ganancias (declive histórico de la relación valor mercancía)  y aumento de la tasa de plusvalía, es decir de explotación.  Por ser  de  carácter estructural no admiten reformas,   siendo  pertinente  el planteo de la realización de  cambios  radicales en el régimen,    atacando su núcleo central “la propiedad privada de los medios sociales de producción y la  sustitución por otro donde, la explotación del hombre por el hombre este ausente.
Posteriormente, John J Hobboson (1902) en un  texto “Imperialismo” criticando  la economía política del colonialismo Ingles,  expresaba  sus percepciones acerca de la posibilidad de que  la economía internacional  cayera  en algún momento  en  manos rentistas. En el año 1916 Vladimir Lenin,  en   “Imperialismo  fase superior del capitalismo” recogiendo  los aportes de Hobbson,  concluye en la existencia de una regularidad con proyección actual “en la época del imperialismo” el capitalismo se identifica por su carácter parasitario y  en descomposición. 
La irresolución de las causas generantes del shok   financiero desatado en el año 2008,   crearon  las  condiciones para un nuevo estallido,  afectando  en esta oportunidad,  al sistema de producción   en sus entrañas,   industrias, comercio, servicios, campo, economías tradicionales, derribando al unísono el  mundo del sistema financiero especulativo de creación de riquezas a costas de “ganancias futuras”. El   crac general  civilizatorio  presente, es la  expresión actual  de la “crisis general del régimen”  detonada en la primera guerra mundial (1914) avanzando en permanente transformación  en función de la recreación del capital.
Neoliberalismo -  partir de la caída del muro de Berlín (1989) y el posterior  desmembramiento del llamado “campo socialista Europeo” se profundizo como nunca antes el proceso de internacionalización del  capital, hasta llegar a  su versión   “neo liberal”.  A pesar de  mostrarse  como lo moderno, lo  nuevo, capaz de sacar al mundo de la pobreza y desigualad, no constituye   una  expresión  pos capitalista,  sino todo lo contrario,  ese   capital financiero concentrado, parasitario, rentista y mafioso  en estado de descomposición,  se ubica en la  cima de la pirámide  consolidando  el poder global del 1% de la población, por  lo cual,  diferentes colectivos consideran a esta etapa como un periodo en que la “acumulación por explotación y desposesión” se ha  convertido  en hegemónica.
Por lo dicho y omitido  (a pesar de haberlo planteado en diversas oportunidades)  se debiera tener en cuenta al  “neo liberalismo” no solo como la política económica monetarista y  autoritaria  de la mercantilización de las relaciones sociales,  o, la dictadura de los mercados financieros, sino  como  expresión   de  una determinada racionalidad política transformadora a nivel mundial, consistente en la imposición  por parte de los gobiernos, en la economía, la sociedad y el estado, de  la lógica capitalista hasta convertirla en formas de subjetividades y normas de existencias. No  se lo debe   confundir con  medidas  “conservadoras”  de reproducción de estructuras desiguales establecidas a través de   órganos legales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) Banco Mundial (BM) y Unión Europea (UE) por haberse convertido y  ser  un verdadero sistema planetario de poder,  comandado por el objetivo de su propio movimiento, destacándose por alimentarse, modernizarse, sostenerse y reforzarse a través  de las crisis.    
En base a esta y otras realidades,  se evidenciada  la inconsistencia e insuficiencia del planteo hecho por los sectores denominados progresistas en el país,  aceptado por una parte de las izquierdas tradicionales, del concepto de “restauración conservadora” identificatorio del  nuevo momento con la asunción de Mauricio Macri,   por sobre la posibilidad real, concreta y efectiva de la puesta en práctica de   lineamientos neo fascistas   periférico.  No  tratándose del   viejo fascismo Europeo y sus atroces consecuencias,  sino  del neo  fascismo,  imponiendo condiciones más sutilmente en la  región y el mundo.  En nuestro caso  lo determinante es “el nuevo genocidio a causa del hambre de amplios segmentos de la sociedad y el abandono de la salud”  impidiendo  a la mayoría de los jubilados al    acceso   de  los nutrientes y medicamentos indispensables, como así también,    la falta de alimentación (leche)  y    vacunas para los niños,  todo en los marcos de una mayor acción represiva  y control poblacional orientada contra los trabajadores, sectores populares  de la ciudad y el campo, jóvenes y mujeres.  Quizás, solo quizás, si se llegan a tener en cuenta las reales consecuencias de las políticas aplicadas en todos los aspectos de la vida social, económica, productiva,   se logre  avanzar colectivamente en la superación de lo mencionado. Sin dudas,  el  no sentir  lo sentido por las mayorías,  impide  actuar en consecuencias.
 Las recientes rebeliones populares  con  sangrientas represiones  muestran el rechazo de los gobiernos a la   imagen “liberal democrática”  por haberse  convertido en  un obstáculo para sus planes, entre ellos   los globales,  de cierres de fronteras, construcción de muros, ofensiva contra los derechos humanos, expansión del machismo, militarización y registro  poblacional de las sociedades, intervenciones militares,  desarrollo de las guerras de cuarta y quinta generación orientadas a la transformación de la psiquis del ser humano,   estableciendo  desde el interior del sistema político democrático representativo  los mecanismos autoritarios más eficaces, profundizando la “guerra total contra las poblaciones” e  impidiendo   por intermedio de diferentes acciones   las  resistencias a las  reformas sociales y estatales impuestas,    adoptando un estilo populista en función de modernizar el dominio del capital sobre la solidaridad.
La voracidad e irracionalidad de los lineamientos del capital financiero trasnacional  generan   una serie de antecedentes reflejados   en las  grandes sublevaciones de los “de abajo” como las ocurridas en el año 2001 en nuestro país, Egipto 2011, Sudan 2018, Francia con los chalecos amarillos en  septiembre de 2018, Arabia Saudita, Haití, Perú, Colombia,  Uruguay, Honduras,  Ecuador y Chile recientemente.
Accionar indispensables de los colectivos feministas - En el  emocionante momento vivido, un dato no menor es  su  descollar  con fuerzas de huracanes, no constituyendo  una actividad reciente, sino   histórica.   A partir  de las realidades transformadoras   del viejo mundo con  la domesticación de animales, cría de ganados,  más adelante del trabajo con metales, tejidos y  agricultura  generando    riquezas nunca antes conocidas,   surgen  relaciones sociales completamente  nuevas  con la irrupción del fenómeno de la propiedad privada y con ella  la  “esclavitud” imponiéndose paulatinamente sobre la propiedad comunal.
De acuerdo a la división del trabajo existente en la familia de entonces, al hombre le correspondía obtener  los alimentos necesarios y los instrumentos acordes para materializarlo, la mujer administraba la economía de  la casa (aunque también hay antecedente  de su participación  en el logro   alimentos) dicha dinámica convirtió al varón (no a la mujer)  en propietario del rebaño, es decir de la nueva fuente de alimentos y de nuevo fenómeno generado por la propiedad privada “los esclavos”.
En un proceso histórico único, utilizo   esa ventaja naturalmente lograda,  para modificar en favor de los hijos varones el orden de herencia existente del cual estaban  excluidos, aboliendo   la filiación según derecho materno,  sustituyéndola  por la filiación de derecho paterno. Este hecho en lo aparente  inocente  conquistado sin guerras  ni estridencias,
motorizo   uno de los acontecimientos  más profundos de la humanidad,  teniendo como  consecuencia  más relevante el haber  convertido a la mujer en  servidora del hombre,  en  mero  instrumento de reproducción,  así  la familia moderna porta el   germen no solo de la esclavitud sino también de la servidumbre.
 Del mismo modo en  que se puede considerar a “La Odisea”  (uno de los universales poemas homéricos)  como el primer manifiesto machista escrito en  la historia,   se debiera  recordar  como antítesis  del machismo  al hembrismo (la lucha conjunta contra el machismo no implica la imposición del hembrismo) porque esto significaría la  reducción de acontecimientos históricos y presentes  a  hechos no medulares,  como así también,  rescatar  la  participación de la mujer  en la época del capitalismo,   cruzada  por la lucha de clases, contra la explotación,  opresión,  por la  Igualdad  y  la liberación del yugo colonial.
El presente-  ante los desafíos autóctonos  y la clara orientación de “entregar la calle” a la  comandancia reaccionaria,  permitiéndole  manipular  a su favor   hasta   los nobles sentires  solidarios  de muchos de sus circunstanciales adeptos,  resta     seguir bregando contra  el hambre,   tarifasos  en  los servicios públicos,  aumentos  de combustibles y productos básicos alimenticios como cuestiones urgentes, brindando al unísono, mayores claridades sobre la auditoria de   la deuda externa,  requiriendo    participación no solo electoral, sino callejera, en un decir haciendo,  donde transformamos transformándonos.
 La  culminación del  proceso electoral  con el  triunfo de la formula Fernández- Fernández,  muestra  la perspectiva  de lanzar   parciales medidas anti neoliberales, siempre y cuando sea    acompañado por  movilizaciones  lugar por lugar, como se sepa, pueda o quieran. 
En este sentido  a pesar de los pesares,  sigue primando la espontaneidad entre quienes no se encuentran  encuadrados orgánicamente y la despreocupación por  la carencia de un centro coordinador - sin embargo estando en la calle,  no se lo debe dramatizar ni acoplarse a la idea  de falta de “interlocutores válidos” porque estos  están ahí,  solo hay que saber mirar, al son de  aportar  la mucha o poca experiencia adquirida, mientras  se aprende  de  las nuevas condiciones objetivas y subjetivas existentes  (en ocasiones  los naturales interlocutores populares no pertenecen  estructuras  políticas partidarias, pero esto no significa su no estar) en todo caso, no estarán para dichas   parcialidades. Cuando se produce una auto convocatoria  por temas particulares, las formas de desarrollo se van delineando en la práctica concreta,  sin un orden  establecido, como  se pueda, quiera  o sepa,   por ello,  se trata de participar  evitando  las imposiciones de los enemigos de los pueblos y  los vivillos  confundiendo para obtener réditos individuales – “no hay interlocutores” dicen ¿? Cuando en realidad,  depende  de  quién y cómo se mire o de donde provenga originalmente el  planteo. Cambiar la objetividad  existente implica, acción participativa callejera, identificación de quienes se destacan, y, confluencias de accionares.









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