Deuda externa  crisis 
neoliberalismo  -  feminismo
Juan Alberto Remedi                                              octubre de
2019                 
En un panorama
tormentoso  las   tres
consecuencias  del  régimen 
económico social vigente,  se
manifiestan    de modo coordinado en el todo único
planetario, mientras el feminismo  hace
escuchar sus reclamos y se solidariza con la lucha popular general.
Es interesante, por lo
tanto, recordar algunos aconteceres históricos, introductorios  al tema (aunque de forma fragmentaria)  Michael Hudson economista Estadounidense,  abordaba  un hecho 
singular relacionado con la antigua Babilonia y la  práctica del año nuevo jubileo,   significando
 la condonación de deudas impagables,   concluyendo
  en   la
existencia  de un más rápido crecimiento de
estas  en relación a  la economía real,  duplicándose   en
cinco años y cuadruplicándose   en diez.   Con  el fin de  evitar el ahogamiento económico  por las deudas,   promulgaron
el jubileo.
En un sentido similar
Karl Polany  intelectual Húngaro,  en la  obra “la gran transformación” del año
1944,  relacionada con  investigación de la economía política de los
imperios antiguos, en particular de la antigua Mesopotamia,  expresaba: cuando las  deudas acumuladas  llegaban   a ciertos
niveles,  por decreto del rey o emperador
 eran  condonadas  para evitar el aplastamiento de la economía
real.  
 Fidel  Castro en la década de 1980, exponiendo sobre:
la crisis de la deuda externa,  plantea
como solución de modo contundente, la condonación de las mismas. En esa misma
época, la iglesia católica instrumento una campaña por un “jubileo de las
deudas” de los países más pobres.
En nuestro país  el día 4 de abril de 1982  Alejandro Olmos  hizo la primer presentación ante la justicia  de una causa penal acerca del “origen ilícito”  de la deuda pública.  Tras 18 años de investigación, el juez Jorge
Ballesteros emitió un fallo sin precedentes en el mundo, corroborando su  ilicitud,   la
responsabilidad de los funcionarios de la dictadura cívico  militar fascista  y la corresponsabilidad de los organismos
internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) por aprobar
prestamos ilícitos y fraudulentos.
En la actualidad, es
urgente la realización de una “auditoria  a fin de 
dilucidar su composición, 
suspendiendo  los  pagos hasta haberla investigado como
corresponde.
Crisis – Estas hacen presencia como algo normal en el contexto  sistémico,   Carlos
Marx en  “el capital”  (1867) y los  estudios concernientes a la estructura interna
del régimen en que vivía,  identificaba  las fuentes de estabilidad y crisis
inherentes, poniendo
al descubierto la generación
del valor por el “trabajo humano específico”  siendo  incomprensible
al margen de la teoría del “fetichismo de la mercancía” porque  sobre el poder fetichizaste de la dimensión
cualitativa del valor, se construyen las relaciones de poder opresivo,
controlador de la lucha de clases y 
generador de la inhumanidad   de la reproducción ampliada – abordo  al unísono  la perspectiva científica ecológica.  
El desarrollo del
sistema presenta una trayectoria fluctuante 
e irregular en la reproducción, cuya principal corrección son las crisis,
 originadas    por  el
descenso de la tasa tendencial de ganancias (declive histórico de la relación
valor mercancía)  y aumento de la tasa de
plusvalía, es decir de explotación.  Por
ser  de 
carácter estructural no admiten reformas,   siendo  pertinente 
el planteo de la realización de  cambios  radicales en el régimen,    atacando su núcleo central “la propiedad
privada de los medios sociales de producción y la  sustitución por otro donde, la explotación del
hombre por el hombre este ausente.
Posteriormente, John J
Hobboson (1902) en un  texto “Imperialismo”
criticando  la economía política del
colonialismo Ingles,  expresaba  sus percepciones acerca de la posibilidad de que
 la economía internacional  cayera  en algún momento  en  manos rentistas. En el año 1916 Vladimir
Lenin,  en   “Imperialismo  fase superior del capitalismo” recogiendo  los aportes de Hobbson,  concluye en la existencia de una regularidad con
proyección actual “en la época del imperialismo” el capitalismo se identifica
por su carácter parasitario y  en descomposición.  
La irresolución de las
causas generantes del shok   financiero
desatado en el año 2008,   crearon  las 
condiciones para un nuevo estallido, 
afectando  en esta
oportunidad,  al sistema de
producción   en sus entrañas,   industrias, comercio, servicios, campo,
economías tradicionales, derribando al unísono el  mundo del sistema financiero especulativo de
creación de riquezas a costas de “ganancias futuras”. El   crac general
 civilizatorio  presente, es la  expresión actual  de la “crisis general del régimen”  detonada en la primera guerra mundial (1914) avanzando
en permanente transformación  en función
de la recreación del capital. 
Neoliberalismo -  partir de la caída del muro de Berlín
(1989) y el posterior  desmembramiento
del llamado “campo socialista Europeo” se profundizo como nunca antes el
proceso de internacionalización del 
capital, hasta llegar a  su versión
  “neo liberal”.  A pesar de  mostrarse  como lo moderno, lo  nuevo, capaz de sacar al mundo de la pobreza y
desigualad, no constituye   una  expresión  pos capitalista,  sino todo lo contrario,  ese   capital financiero concentrado, parasitario,
rentista y mafioso  en estado de
descomposición,  se ubica en la  cima de la pirámide  consolidando  el poder global del 1% de la población, por  lo cual, 
diferentes colectivos consideran a esta etapa como un periodo en que la
“acumulación por explotación y desposesión” se ha  convertido  en hegemónica. 
Por lo dicho y omitido  (a pesar de haberlo planteado en diversas
oportunidades)  se debiera tener en
cuenta al  “neo liberalismo” no solo como
la política económica monetarista y  autoritaria  de la mercantilización de las relaciones
sociales,  o, la dictadura de los
mercados financieros, sino  como  expresión   de  una determinada racionalidad política
transformadora a nivel mundial, consistente en la imposición  por parte de los gobiernos, en la economía, la
sociedad y el estado, de  la lógica
capitalista hasta convertirla en formas de subjetividades y normas de
existencias. No  se lo debe   confundir
con  medidas  “conservadoras”  de reproducción de estructuras desiguales
establecidas a través de   órganos legales como el Fondo Monetario
Internacional (FMI) Banco Mundial (BM) y Unión Europea (UE) por haberse
convertido y  ser  un verdadero sistema planetario de poder,  comandado por el objetivo de su propio
movimiento, destacándose por alimentarse, modernizarse, sostenerse y reforzarse
a través  de las crisis.    
En base a esta y otras
realidades,  se evidenciada  la inconsistencia e insuficiencia del planteo
hecho por los sectores denominados progresistas en el país,  aceptado por una parte de las izquierdas
tradicionales, del concepto de “restauración conservadora” identificatorio del  nuevo momento con la asunción de Mauricio
Macri,   por sobre la posibilidad real, concreta y
efectiva de la puesta en práctica de   lineamientos neo fascistas   periférico.  No  tratándose
del   viejo fascismo Europeo y sus
atroces consecuencias,  sino  del neo 
fascismo,  imponiendo condiciones
más sutilmente en la  región y el
mundo.  En nuestro caso  lo determinante es “el nuevo genocidio a
causa del hambre de amplios segmentos de la sociedad y el abandono de la salud”
 impidiendo  a la mayoría de los jubilados al    acceso  
de  los nutrientes y medicamentos
indispensables, como así también,    la
falta de alimentación (leche)  y    vacunas para los niños,  todo en los marcos de una mayor acción
represiva  y control poblacional orientada
contra los trabajadores, sectores populares 
de la ciudad y el campo, jóvenes y mujeres.  Quizás, solo quizás, si se llegan a tener en
cuenta las reales consecuencias de las políticas aplicadas en todos los
aspectos de la vida social, económica, productiva,   se logre
 avanzar colectivamente en la superación
de lo mencionado. Sin dudas,  el  no sentir  lo sentido por las mayorías,  impide  actuar
en consecuencias.
 Las recientes rebeliones populares  con  sangrientas represiones  muestran el rechazo de los gobiernos a la   imagen
“liberal democrática”  por haberse  convertido en  un obstáculo para sus planes, entre ellos   los globales,
 de cierres de fronteras, construcción de
muros, ofensiva contra los derechos humanos, expansión del machismo,
militarización y registro  poblacional de
las sociedades, intervenciones militares,  desarrollo de las guerras de cuarta y quinta generación
orientadas a la transformación de la psiquis del ser humano,   estableciendo  desde el interior del sistema político
democrático representativo  los
mecanismos autoritarios más eficaces, profundizando la “guerra total contra las
poblaciones” e  impidiendo   por intermedio
de diferentes acciones   las  resistencias a las  reformas sociales y estatales impuestas,    adoptando un estilo populista en función de
modernizar el dominio del capital sobre la solidaridad.
La voracidad e irracionalidad
de los lineamientos del capital financiero trasnacional  generan   una
serie de antecedentes reflejados   en las  grandes
sublevaciones de los “de abajo” como las ocurridas en el año 2001 en nuestro
país, Egipto 2011, Sudan 2018, Francia con los chalecos amarillos en  septiembre de 2018, Arabia Saudita, Haití, Perú,
Colombia,  Uruguay, Honduras,  Ecuador y Chile recientemente. 
Accionar indispensables
de los colectivos feministas - En el 
emocionante momento vivido, un dato no menor es  su  descollar 
con fuerzas de huracanes, no constituyendo  una actividad reciente, sino   histórica.   A partir  de las realidades transformadoras   del
viejo mundo con  la domesticación de
animales, cría de ganados,  más adelante del
trabajo con metales, tejidos y  agricultura
 generando    riquezas nunca antes conocidas,   surgen
 relaciones sociales completamente  nuevas  con
la irrupción del fenómeno de la propiedad privada y con ella  la 
“esclavitud” imponiéndose paulatinamente sobre la propiedad comunal. 
De acuerdo a la
división del trabajo existente en la familia de entonces, al hombre le correspondía
obtener  los alimentos necesarios y los
instrumentos acordes para materializarlo, la mujer administraba la economía de  la casa (aunque también hay antecedente  de su participación  en el logro   alimentos) dicha dinámica convirtió al varón (no
a la mujer)  en propietario del rebaño,
es decir de la nueva fuente de alimentos y de nuevo fenómeno generado por la
propiedad privada “los esclavos”.
En un proceso histórico
único, utilizo   esa ventaja naturalmente lograda,  para modificar en favor de los hijos varones el
orden de herencia existente del cual estaban 
excluidos, aboliendo   la filiación según derecho materno,  sustituyéndola 
por la filiación de derecho paterno. Este hecho en lo aparente  inocente 
conquistado sin guerras  ni
estridencias, 
motorizo   uno de
los acontecimientos  más profundos de la
humanidad,  teniendo como  consecuencia 
más relevante el haber  convertido
a la mujer en  servidora del hombre,  en  mero  instrumento de reproducción,  así  la
familia moderna porta el   germen no solo de la esclavitud sino también
de la servidumbre.
 Del mismo modo en  que se puede considerar a “La Odisea”  (uno de los universales poemas homéricos)  como el primer manifiesto machista escrito
en  la historia,   se
debiera  recordar  como antítesis 
del machismo  al hembrismo (la
lucha conjunta contra el machismo no implica la imposición del hembrismo)
porque esto significaría la  reducción de
acontecimientos históricos y presentes  a
 hechos no medulares,  como así también,  rescatar  la  participación de la mujer  en la época del capitalismo,   cruzada
 por la lucha de clases, contra la
explotación,  opresión,  por la 
Igualdad  y  la liberación del yugo colonial.
El presente-  ante los desafíos autóctonos  y la clara orientación de “entregar la calle”
a la  comandancia reaccionaria,  permitiéndole 
manipular  a su favor   hasta  
los nobles sentires  solidarios  de muchos de sus circunstanciales adeptos,  resta     seguir bregando contra  el hambre,   tarifasos 
en  los servicios públicos,  aumentos 
de combustibles y productos básicos alimenticios como cuestiones
urgentes, brindando al unísono, mayores claridades sobre la auditoria de   la deuda externa,  requiriendo    participación no solo electoral, sino
callejera, en un decir haciendo,  donde
transformamos transformándonos. 
 La 
culminación del  proceso electoral
 con el  triunfo de la formula Fernández- Fernández,  muestra  la perspectiva 
de lanzar   parciales medidas anti
neoliberales, siempre y cuando sea    acompañado por 
movilizaciones  lugar por lugar,
como se sepa, pueda o quieran.  
En este sentido  a pesar de los pesares,  sigue primando la espontaneidad entre quienes no
se encuentran  encuadrados orgánicamente y
la despreocupación por  la carencia de un
centro coordinador - sin embargo estando en la calle,  no se lo debe dramatizar ni acoplarse a la idea
 de falta de “interlocutores válidos” porque
estos  están ahí,  solo hay que saber mirar, al son de  aportar  la mucha o poca experiencia adquirida,
mientras  se aprende  de  las
nuevas condiciones objetivas y subjetivas existentes  (en ocasiones  los naturales interlocutores populares no
pertenecen  estructuras  políticas partidarias, pero esto no significa
su no estar) en todo caso, no estarán para dichas   parcialidades. Cuando se produce una auto
convocatoria  por temas particulares, las
formas de desarrollo se van delineando en la práctica concreta,  sin un orden 
establecido, como  se pueda,
quiera  o sepa,   por
ello,  se trata de participar  evitando  las imposiciones de los enemigos de los
pueblos y  los vivillos  confundiendo para obtener réditos individuales
– “no hay interlocutores” dicen ¿? Cuando en realidad,  depende 
de  quién y cómo se mire o de
donde provenga originalmente el  planteo.
Cambiar la objetividad  existente
implica, acción participativa callejera, identificación de quienes se destacan,
y, confluencias de accionares.
 
 
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