Lo 
regular  del movimiento  
Juan Alberto Remedi
En todos los ámbitos de la vida siempre es necesario saber de dónde se
parte y hacia donde se intenta llegar, teniendo  una  parcial claridad del recorrido necesario hacia
  la meta propuesta.
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En dicho
entorno   emergen cuestiones básicas a tener  presente, entre ellas  -1- la primer premisa histórica, con la
existencia de individuos humanos vivientes,  con su propia organización corpórea  al compás de  la diferenciación entre   hombres
 y   animales,  desde el primer momento en que  los hombres comienzan  a producir sus medios de vida   a
producirse y reproducirse a sí mismos,   creando una segunda naturaleza “la humana”,
En ese emocionante devenir, las  ideas y representaciones de la conciencia,
germinan  ocupando un mismo espacio y  entrelazándose  con la actividad material, exponiendo  a los seres humanos    como  productores de sus representaciones e ideas.
-         
dentro de la
complejidad manifiesta, se ensayan diferentes miradas sobre la  situación internacional  enmarcada en una crisis general del régimen, desatando  sobre nuestro país   influencias destructivas con furias de huracanes,
potenciado por las medidas  de un
gobierno nada conservador en la  defensa
de sus propios intereses trasnacionales, afectando  los del conjunto de la población carenciada ,
donde el  deporte favorito  es proseguir saqueando  como en el caso de los jubilados,  junto a  la preparación de condiciones limitativas al
extremo  de  los derechos adquiridos por los asalariados en
años de luchas y resistencias, truncando  futuros y 
desconstruyendo a la sociedad toda.
En relación,  – 2- se debiera
tener en cuenta las   incomprensiones  tanto de  derechas e  izquierdas,  sobre los cambios efectuados en los años 40
del siglo pasado, con la vitalidad de la industrialización y la potenciación de
las masas obreras, capaces  de
implementar con sus accionares   nuevas formas culturales, desubicando a
quienes actuaban y pensaban en términos  superado por los hechos.
-         
 En el rebasamiento de las trabas libertarias,  se torna imprescindible actuar  en concordancia con los acontecimientos reales
(no  soñados)  estando atentos a lo nuevo intentando nacer y
desarrollarse,  reflejado en cada una de
las movilizaciones. 
 Lo esbozado requiere  alguna  consideración    acerca de la conciencia,  no pudiendo ser otra cosa más que el ser consiente,
y,  el ser de los hombres  es exactamente el curso  de su vida real.   Al desarrollar
la producción e intercambio material  los
hombres cambian,  modificando   la
realidad y productos de sus  pensamientos,
originando    formas a
partir de las configuraciones materiales existentes.  Siendo  un producto social, permite  dilucidar  su  inviabilidad  en la determinación  de  la
vida,   en este aspecto “lo único” concluyente es el
proceso concreto y completo de la producción y reproducción  de la vida humana, es ahí  donde  terminan las especulaciones  y comienza  la ciencia real. 
 Emerge así, la importancia   de la división del trabajo,  convirtiéndose  en tal  a partir  de la separación del trabajo físico del  intelectual   (la más importante de la historia)  donde   un grupo de hombres realiza  quehaceres materiales y otro grupo  espirituales, ambos  aportando al desarrollo.    Quienes  realizan  las ocupaciones materiales están  condenados de por vida a consumir las representaciones
espirituales generadas por otros,  es  justamente esa desigualdad,   lo que  desde el punto de vista filosófico y político  debiera cambiar una revolución. Mientras  la “división social del trabajo”  (diferente a la insinuada  anteriormente) aparece asociada a la propiedad
privada,  como  una relación entre seres humanos en torno a un
objeto,  ejemplificado en - esto es mío y
 si es mío, no es tuyo- dando  un paso más en la destreza  asimilada.
 La ideología clásica Alemana expuso
 el problema de la idealidad como una
relación entre, lo ideal en general y lo material en general, opuesto a los
planteos  de  la psiquis individual  en la cabeza del individuo  aislado. 
Si bien la conciencia “es ideal” no significa bajo ningún aspecto  que “lo ideal” sea la conciencia -  entendiéndose 
por  “ideal” desde el punto de
vista materialista a  la correlación
particular y estrictamente establecida entre, por lo menos dos objetos
materiales, en cuyo interior un cuerpo material, sin dejar de ser lo que es,
asume  el papel de representante de otro
cuerpo,  de su forma y regularidad  invariables  en 
todas sus manifestaciones empíricas.  Así el  problema fundamental de la filosofía – 3 - no
radica  en la diferenciación  y contraposición de  todo lo existente  en la conciencia del individuo, con todo lo
existente fuera de esa conciencia individual, sino en delimitar el mundo de las
representaciones  o sea el mundo
socialmente organizado de la cultura espiritual, con todos sus esquemas
universales  estables y materialmente
cristalizados  en su estructura,  con respeto al mundo real.  
Los  movimientos y cambios en la
situación global, indican  la presencia  desde el año 1980 de  un divorcio cada vez más profundo entre, la explosión
de los mercados financieros  y el decaimiento
de la economía real,  donde   el 
aumento de la explotación de las fuerzas de trabajo deja entrever  una  situación   favorable para el capital.
A pesar de existir   diferentes interpretaciones   con una
u otra intención, sería beneficioso para  las parcialidades afectadas, concebirla
como  una crisis de sobreacumulación y
sobreproducción, acompañada por la caída de la taza de ganancias, mayor
competencia y explotación de los trabajadores,    con  retardada manifestación  a consecuencia de  la masiva creación de créditos y plena
incorporación de China al mercado mundial. 
Es  la crisis total del régimen,
afectando al conjunto de la civilización burguesa  en un momento histórico  particular, caracterizado  por el establecimiento de la mundialización y
financiarizacion como  componentes
distintivos. 
Los límites históricos del sistema  con  sus
resultados depredatorios y desigualdad de riquezas     (retrocedido  a los del 
años 1920)  lo llevaron   al  enfrentamiento con la humanidad,  a la 
generación de  crisis
alimentarias, migratorias,  combinadas
con la climática y medio ambiental poniendo en dudas la propia
supervivencia  de la humanidad y  las  
incertidumbres  e inquietudes
generadas.
El Crak,  puso freno  a la mayor fase de acumulación de la historia
del capitalismo, desde la segunda guerra mundial. En la trayectoria,    el ritmo de acopio  de los países más desarrollados, medido por el
crecimiento del (PBI) ha sufrido una constante desaceleración, hasta llegar al
quiebre  del año 2009. El éxito del
sistema   superando 
barreras durante tantos años, ejerció desenlaces contrarios   a los intereses de las mayorías, destacándose
  la
presencia  masiva del denominado  “capital  ficticio” protagonista de innumerables
operaciones especulativas, mientras seguía subsionando el valor y plus valor
creados,  en simultaneo  con la sobreacumulación global de la
capacidad productiva y la sobreproducción de un amplio abanico de industrias,
generando riquezas  manejadas por enormes
conglomerados financieros,   con capacidad de dictar políticas  a los gobiernos a través de un conjunto de
canales políticos e institucionales. 
Los rasgos parasitarios del capital productor de interés,  estudiados por   Carlos Marx  y reafirmado 
luego por Lenin,  salpican de un
mismo modo  las operaciones de todos los
componentes del mismo: capital dinero, capital industrial y capital comercial,  los grandes bancos y empresas industriales
expresan solo diferenciaciones internas.   Si bien
es acertado considerar  su  avance   hasta ocupar
 la cúspide  de la pirámide, no  da derecho a plantear que  únicamente  ese elemento,   define
una situación  de crisis sistémica,   por ser  solo  uno
de los  componente.  La crisis general  determina conductas,  siendo  en todos los niveles de la sociedad   consecuencias no causas, repercutiendo también,
 en el poder militar y su expresión
contemporánea las “guerras de cuarta generación”.
Antes la  proximidad de  la 48 reunión 
anual del Foro Económico Mundial en Davos, con la participación de los
sectores hegemónicos planetarios  junto a
políticos serviles invitados y  sin contar
con  demasiadas  expectativas  por la interposición de algunas dificultades
insuperables en el camino de hacer realidad la  consigna “casa bobos”  “creación de un futuro compartido en un mundo
fracturado”,  promete la primacía de las
discordancias  a cerca de las metas de
mayor explotación y sometimiento de la humanidad, partiendo  de la tensa situación reinante.
En el terruño es  oportuno resaltar
  consideraciones expresadas  por Jorge Bernstein,     señalando
entre otras  que, una pequeña camarilla ha
concentrado  los tres poderes del estado,
más el económico y comunicacional, implantando un novedoso modelo dictatorial mafioso
pero civil, ornamentado con alegorías constitucionales,   por
haber sido  elegido a través de elecciones,
 sin tanques en las calles,   utilizando  en ciertas ocasiones   los buenos modales, pero sin  poder ocultar la subcultura primitiva de la
denominada “lumpen burguesía”. La 
calificación  de dictadura mafiosa
busca diferenciarse de las conceptualizaciones convencionales,   concibiéndola
  como un fenómeno inestable, en formación y de
incierto futuro, sin perder de vista   al terrorismo de estado y al lumpen
capitalismo,  como dos caras de una misma
moneda, la “reproducción inhumana del capitalismo subdesarrollado”.
Actuando  sin intermediarios,   es
ejercido por el nivel superior del poder económico, respaldado por gran parte
de la clase media y alta,  procediendo como
verdaderas jaurías,    orientándose no solo contra los desposeídos, sino
también en oposición a todo el arco progresista, combinando  el moralismo discursivo,  con una retórica cruzada contra el
narcotráfico y la corrupción, en medio de saqueos descomunales presentados como
sinceramientos o ajustes necesarios. Han implementado un fenómeno innovador,
donde  sus dirigentes aparecen como una
suerte de mafiosos primitivos y pos modernos,  encabezado por grupos de negocios cuya norma
principal es no respetar las normas
Este  neofascismo periférico del
siglo XXI  acrecentándose  en medio de una crisis de percepción, donde lo
evidente se hace invisible, es de difícil individualización,  no pudiéndose 
entender  empleando esquemas conceptuales
del pasado, por  no tratarse del  fascismo clásico, ni de una dictadura cívica
militar como en el año 1976, ni tampoco 
de una  oligárquica de rostro civil,
 todo ello forma parte del mundo
económico e ideológico del siglo anterior.   Hoy nos
encontramos en el siglo XXI, en plena decadencia de la civilización burguesa,
donde  el  componente parasitario y depredador es lo
distintivo  en relación a otras  experiencias dictatoriales - en otras
palabras, los tiempos han cambiado, ya no está presente la “doctrina de
seguridad nacional” de Videla y Pinochet, ni el consenso de Washington de Menen
y Color de Mello y como si esto no fuese suficiente, el actual sometimiento no
se corresponde con el auge del imperio de otras épocas, sino con su decadencia
y retroceso geopolítico internacional.
Con el gobierno de Mauricio Macri, se desencadeno una fase  donde se combinan   aspectos de la “restauración conservadora” y
brotes “neofascistas periféricos”, contando con un aliado decisivo, la “debilidad
estratégica de las víctimas”  enredadas
en un laberinto psicológico, construido con  apoyo de los aparatos sindicales burocráticos,
políticas  represivas, instituciones
degradadas y dinámicas económicas regresivas, teniendo como única salida  su 
destrucción en la mente de los afectados.  La llamada oposición mayoritariamente se
encuentra  dominada por el dogma pacificador,
impidiéndole reconocer la realidad y  aferrándose   a los mitos de una institucionalidad
decadente -. 
Los hechos han  demostrando el
acercamiento a la verdad de dichas opiniones, confirmado con el mega decretazo presidencial
de necesidad y urgencia (DNU)  contando
de 192 artículos y la derogación de 19 leyes, actuando al margen del congreso y
la recortada constitucionalidad  presente.  Albergan una clara intención de ataque directo,
salvaje  e inhumano a los sectores
populares, beneficiando al capital financiero concentrado,  habilitando 
entre otras medidas  al fondo de
garantías de sustentabilidad (FGS) de la (ANSES) para  operar en el mercado financiero, a la reducción
de las multas por infracciones laborales empresarias y la facilitación de  embargos comerciales a la cuenta sueldo de
los trabajadores,  agregándole  en las últimas horas un nuevo decreto impeditivo
de las paritarias docentes, eliminando la negociación del salario mínimo nacional.
A la ola represiva en ascenso, complementada con la compra por parte
del gobierno de 15 millones de balas de goma, se le incorpora  un nuevo atentado  sufrido por 
el abogado Sebastián Romero, miembro de (CADEP) coordinadora anti
represiva por los derechos humanos. 
En otros aspectos de la  realidad,
 se contempla  en las movilizaciones un amplio arco
participativo coincidiendo en algún punto. 
Expresándose   conjuntamente,   parcialidades 
políticas, sindicales, sociales o sin integración alguna,   manifestando  sus pensares de modo organizado,   ejerciendo
un papel  orientativo y apareciendo a
simple vista  como lo concreto de diversos
posicionamientos  con  sus particulares ejercicios.
En dicho contexto y  dentro del
todo único de las protestas,  surge aun  tímidamente un elemento innovador,  conviviendo con los procedimientos  de las  parcialidades 
organizadas,  dando vida a destellos
de algo diferente,  no tenidos  en cuenta por el conjunto de los participantes
 a pesar de la  presencia través de sus conductas y  por encima de las edades biológicas, género o
pertenencia social. Estas manifestaciones 
plasmadas   a través de 
formas  corpóreas,  por su propia espontaneidad,  no alcanzan a conformarse con  regularidad y permanencia en un colectivo
determinado, aunque  existiendo  en general,   su visualización suele ser  obstaculizada por algún elemento material  o ideal.   
Esas exteorizaciones en formas de destellos, pidiendo pista, intentando
tener expresiones propias,  diluyéndose
como agua entre los dedos y volviendo a resurgir, constituyen la manifestación
esporádica de la maduración de ciertos niveles de conciencia. La  materialidad  es asumida por los manifestantes y trasformada
en la  cabeza, en su cerebro
idealizándola   (piensa el hombre con la ayuda del cerebro, no
piensa el cerebro)   creando una nueva
realidad material,   cerrándose    en
ciclos, donde al final de un proceso deviene otro opuesto, conducente a un
movimiento en forma espiralada con sus consecuencias dialécticas. 
Dichos  procedimientos  albergan  diferentes grados de madures, pero quizás en
general se encuentren en una fase primaria de desarrollo,  no dependiendo únicamente del mucho o poco tiempo
de  participación,  sino del tipo de  acciones ejecutadas  de modo colectivo.  Ir resolviendo en forma positiva la ecuación -
calidad -  saberes acumulados -  requiere estar atentos a los cambios
producidos y almacenados   de  las 
diferentes prácticas.
A partir del reconocimiento de lo nuevo pujando por  surgir,   devienen  posturas   de unos y otros relacionada con la  potenciación de dicho fenómeno,  esquematización o  anulamientos  parciales, existiendo   la
posibilidad de trabar  su  incremento a partir de un cumulo de
elemento   propios de las vida,  como también,  su potenciación aportando a la  maduración  de frente a las resoluciones indispensables
exigidas en cada lugar y momento especifico. Lo sugerido no significa posicionarse
 “contra” 
parcialidades en luchas,  sino “por”
el  desarrollo multifacético de esos destellos
pidiendo pista e intentando ocupar un espacio. 
Esas energías en movimientos debieran,  además de estar atento a lo nuevo,  seguir creando por abajo, por los de
abajo  y para los de abajo,  las condiciones  para  ir limando vacilantes actitudes y
comportamientos  de   quienes, en un momento  se llevaron todo todo por delante, incluso a
sus propios pares,  orientada a la no
repetición  de esas  mezquindades manifiestas,  sino a  su
incorporación  a  la defensa de los intereses colectivos por
encima de los individuales.   Un elemento central  en la  contingencia,    es evitar
la pérdida  del optimismo  y las perspectivas, sobre todo   en  aquellas geografías y espacios  donde prima el “que se le va hacer” o  “no se puede hacer nada, mandan ellos”  junto a otras expresiones similares como
justificativos. Lo enmarañado de la situación interna, requiere unicidad para
salir del atolladero, unidad y coordinación de las protestas a fin de lograr la
permanencia en el tiempo.
-         
 las “circunstancias” por si solas, no marcan
un camino,  al camino  lo marcan los “sujetos colectivos”.
NOTAS:
1-       La ideología Alemana  -- Carlos
Marx y Federico Engels, año  1846-
2-       Macri, origen e instalación de la dictadura mafiosa – Jorge Bernstein –
diciembre 2017 –
3-       Dialéctica de lo ideal  - Evald
Illenkov, año 1984.
Integrante del movimiento Bolivariano de Entre Ríos
                                                                                                               
Enero de 2018 
www.remedijuanalberto.blogspot.com.
 
 
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