Con vida lo llevaron –
con vida lo queremos
Juan Alberto Remedi
En algún momento Hegel expuso: todos los grandes hechos y
personajes de la historia universal,
aparecen dos veces. Quizás debió agregar, una vez como tragedia y otra
como farsa.
Si bien los hombres
hacen su propia historia, no la construyen al libre arbitrio, en circunstancias elegidas por
ellos, sino bajo aquellas eventualidades existentes, con las cuales se topan directamente, legadas del pasado. Posiblemente por eso, la
tradición de las generaciones muertas, oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos.
Se observa así, en nuestra Patagonia la no existencia de la llamada “conquista del desierto” sino todo
lo contrario, la concreción de un “gran genocidio” de los pueblos originarios a
partir de la intervención militar, con
el fin de extender las fronteras del
Estado Nacional y de las materias primas
en pleno auge, requeridas por el mundo, demostrado ya en ese entonces, la no defensa por parte del estado de los intereses comunes del conjunto de la población y el cumplimiento
del papel de guardián del orden y la propiedad privada capitalista.
Esa parte de la región
es la más extensa del país y al unísono de
mayor concentración de tierras en pocas manos,
demostrado en la acumulación lograda por Luciano Benetton, entre
los años 1991- 1997, de 900000 has, expresando
la continuidad de una larga cadena de negocios y explotación de los recursos
naturales, comenzada en el último cuarto del siglo XIX. Dicho terrateniente transnacional, comparte la compra de tierras con José Lewis, amigo del presidente Macri, los
Suchard de Nestlé, y George Soros, entre otros.
Hasta el presente, el conjunto de los gobiernos, absolutamente
todos, legitimaron y legalizaron los
avances de los latifundios foráneos a costa del sufrimiento, humillación,
explotación y sangre de los pueblos originarios. La
anterior administración en el año
2011 impulso la ley de tierras, permitiendo solo la tenencia de 1000 has a propietarios
extranjeros, pero fue promulgada con
carácter no retroactivo, por lo cual los potentados que, en los años 90 a instancias de los influjos privatistas siguieron apropiándose de gran parte del
territorio Argentino, las conservaron. Como si eso no alcanzara, el actual
gobierno flexibilizo dicha ley, dejando en evidencia los intereses defendidos. Queda claro entonces, como la naturaleza del estado, en uno u otro caso, sigue siendo
la misma.
El secuestro y
desaparición de Santiago Maldonado, se produjo dentro de las tierras de
Benetton, de lo cual es posible deducir que, la defensa de dichos intereses y los de sus pares, por el estado Argentino, es un ejemplo más de una relación histórica del régimen
capitalista, una continuidad de aquellos
sucesos de la denominada “Patagonia trágica o rebelde”
Sin dudas existen responsables de la desaparición, la ministro
de seguridad Patricia Bullrichs, su jefe de gabinete Pablo Nocetti, el estado, la gendarmería y el gobernador justicialista de
la Provincia de Chubut Mario Dan Neves avalando el ingreso de las fuerzas
represoras al predio, por demonizar a los Mapuches a través de una de las campañas mediáticas en el año 2016, promoviendo la detención de dirigentes, considerándolos como “terroristas” sin serlos
y sin ningún tipo de pruebas al respeto.
La pericia muestra a todos
los gobiernos autoritarios de cualquier signo, vendiendo espejitos de colores de consumos masivos por
la sociedad. En esta oportunidad, construyeron un relato con inventos,
infundios tratando de imponer en las
mentes la idea que
Santiago solo se encuentra perdido, en base a lo cual elaboraron
diferentes posibilidades de su paradero, todas reñidas con los aconteceres, difundidas por los medios
hegemónicos y a decir verdad por algunos no hegemónicos.
Las contradicciones del
gobierno y sus órganos represivos
adquieren características
propias. El comandante, jefe de la
agrupación XIV de gendarmería, ubicada en la Provincia de Chubut, atacante el día primero de agosto a la comunidad Mapuche, zona donde se encontraba Maldonado, ha expresado públicamente su actuación bajo las ordenes emanadas por el ministerio
de seguridad - mientras la responsable, repetía en diferentes medios la no existencia
de órdenes de su cartera hacia esa fuerza actuando en territorio, al son del despliegue de una cerrada defensa de los participantes en la
barbarie llevada a cabo.
Nos encontramos una vez
más ante una situación delicada al extremo, por
muchos consideraba superada, sin embargo la única verdad son los
acontecimientos concretos. Seguramente
hay coincidencias en la necesidad de
seguir haciendo mayores esfuerzos, en todos los sentidos y lugares, impidiendo a los sectores neo fascistas periférico con sus socios dentro y fuera del
gobierno, la vuelta al terror del estado.
Lo central, sigue
siendo la movilización, pero no de cualquier tipo, sino aquella vinculada al
quehacer diario, lugar por lugar, tan natural y compleja como la vida misma, en
esos entornos naturales donde las conciencias y corazones en diferentes
magnitudes, vibran al compás de los hechos. Es una de las maneras,
probablemente la más importante, de hacer de la aparición con vida de
Santiago, una exigencia, un grito, de
características nacionales e internacionales.
Emerge en el contexto, una
cuestión medular a considerar - la
exigencia de la aparición con vida, debe estar estrechamente vinculada a la
denuncia del papel jugado por los monopolios de la tierra y del propio gobierno
defendiéndolos, por constituir dos elementos
de una misma realidad íntimamente
unidos. Es decir, lo ocurrido se vincula al latifundio, sin su existencia, esta desaparición no hubiese ocurrido. Un
elemento no se vigoriza sin el
otro.
Ahora bien, lo único
real es la desaparición, en base a la
cual, el gobierno, sus adherentes, las fuerzas de seguridad y los medios de difusión
hegemónicos, niegan el secuestro y desaparición por parte de gendarmería
nacional.
Al mismo tiempo,
familiares, amigos, participantes de las protestas, organismos defensores de
los derechos humanos y una gran parte del pueblo, siguen denunciando e impulsando
el aporte de pruebas (relacionado con el momento en que fue introducido a un móvil
de gendarmería nacional).
Ante esto, la unidad en la acción de quienes nos sentimos afectados, es el desafío
y camino a recorrer
Paraná (Entre Ríos) agosto de 2017.
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