Dinámicas y reflexiones
 Juan Alberto Remedi
Si la existencia del
movimiento social es consecuencia del encadenamiento de fenómenos históricos,
sometidos a leyes, actuando independientemente de la conciencia, voluntad e
intenciones, y,  si además,  dichos fenómenos las determinan,  es lógico
pensar en la unidad del mundo por
encima de su “ser” aunque este sea premisa de unidad,  porque para “ser” antes debe existir, deduciendo
por ende,  la  unidad en base a la materialidad.  La presencia
de tal percepción, facilita   el traslado de un concepto determinado
a otro más amplio, buscando definir  hechos  particulares,  lográndolo con mayor o menor éxito. 
Dentro de tal
objetividad  se manifiestan  concordancias y contradicciones, algunas fundamentales,  otras
no,  en un  constante fluir del devenir. Así dentro del
régimen económico social en curso (agobiado por la caída de la taza de
ganancias y la competencia sin límites)  persiste
con fuerzas renovadas,  la dicotomía  existente entre el trabajo y el capital, no
resuelta eficazmente por la humanidad,  conduciendo a conflictos de largo, mediano y
corto plazo.
 Teniendo como origen dicha antítesis y  según datos publicados por el 1- Foro Económico
Mundial (FEM) a pesar del estancamiento económico  sufrido por el planeta durante una década, el
número de milmillonarios creció,   el 1% más rico de la población posee ahora,
tantas riquezas  como el resto de mundo y
 las 8 personas más ricas tienen  tanta fortuna  como la mitad de los más pobres. La
desigualdad,  principal problema a
resolver por las sociedades, sigue aumentando incluso en China, donde el 1% más
rico de la población  acumula un tercio
del patrimonio,  mientras que el 25% más
pobre recibe solo el 1%.
Otra  de las manifestaciones  siempre presentes es la pugna  militar
en lo interno de cada nación o fuera de las fronteras  de los países imperiales,  expresándose  en  las guerras denominadas de “cuarta generación”
 ejecutadas por el capital financiero
internacional y coordinadas por los organismos legales del imperio a través
de su creación la Organización del Atlántico Norte (OTAN)  apoyadas por los socios en diferentes
geografías.
 Además de lo letal del armamento utilizado, lo
peculiar  del enfrentamiento moderno se
exhibe en la combinación de estrategias,  incorporando el  control de los  medios de comunicación, redes informáticas,
fibras ópticas, computadoras y dispositivos electrónicos, destinados al
despliegue de   una verdadera guerra psicológica,  transformada  en un   elemento 
vital  en la fecundación de
“informaciones” para   su traslado a las sociedades. La aplicación de
dichos métodos, condujeron  experiencias
inéditas  como las ocurridas  en la invasión de  Afganistán con  miles de muertos,  heridos  y el   país desbastado  2- armando  un teatro de operaciones lejos el conflicto
real, mostrando  imágenes donde  los habitantes del pueblo invadido aparecían  solidarizándose con los ocupantes, rogándoles
por  la derrota de la “tiranía” -  en otras palabras, montaron una situación
ficticia orientada  al consumo de la
población planetaria
El reagrupamiento de
los medios de difusión internacionales desde hace 40 años, es otro elemento a
tener en cuenta - las dos terceras partes de la prensa occidental pertenece a
14 grupos económicos, dentro de los cuales funcionan las 3 principales agencias
de  prensa (Asóciate Press – France
Presse Y Reuter) con la meta de unificar mentes e imponer un pensamiento único.
Se adiciona la existencia de enormes ejércitos informáticos distribuidos en  Estados Unidos, China, Alemania, Israel e
Irán, siendo  componentes centrales de la
confrontación moderna.
Trazos 
La región interactúa en
 un mundo estampado por la inestabilidad,
votalidad de los mercados internacionales y precios de bienes y servicios,  choques externos  acompañados 
por  la proliferación de bases
nucleares imperiales (800  distribuidas
por el mundo, de las cuales, 36  están
emplazadas  en A. Latina y el Caribe) se
acopla  el recalentamiento global,  con el consecuente cambio climático amenazando
las condiciones de supervivencia  en la
tierra.
La actual conducta del
imperio fue  aprobada  luego de la segunda guerra mundial y  puesta a tono con las circunstancias por los
centros de poder (grandes potencias, empresas trasnacionales, centros de subversión
políticos e ideológicos y el complejo militar industrial) alineándose  en el presente  con  eventualidades dadas en el territorio,   opuestas a procesos integradores, desarrollos
regionales y mundiales, a saber - fin de los altos precios de los comodities
luego del auge (2009 2012) – desplome del precio del petróleo con
reducciones  del 140% en un año a partir
del segundo semestre del año  2014 –
aumento de la tasa de interés de la reserva federal estadounidense a partir del
año 2015 – incremento del proteccionismo y amenazas permanentes de guerras  comerciales por  la administración Trump – cambio del modelo de
desarrollo chino  con el paso de uno
basado en las inversiones y exportaciones, hacia otro, cimentado en la
expansión del consumo de bienes y servicios internos y mayor diversificación
productiva, acompañado por las promesas de mayores salarios  en un panorama de baja de las exportaciones.
El curso en movimiento,
alberga la presencia de operaciones neo fascistas,  conjugadas  con  gobiernos
derechistas tradicionales en México, Perú y Colombia, combinados con golpes
institucionales iniciados en Honduras  2009,
Paraguay 2014 y Brasil golpe parlamentario, incorporándose una administración
reaccionaria de nuevo tipo,  con la
victoria electoral de Mauricio Macri en Argentina, apoyado por sectores
socialdemócratas  en desbandada y
socialcristianos en descomposición 
Sus  reestructuraciones  por arriba, devienen  en divisiones entre las elites, constituyendo
un escollo para la conformación de un bloque estabilizado de la clase dominante,
dentro de un escenario de inmensas movilizaciones e inestabilidad, pero sin la
presencia de una “crisis orgánica” como la desatada  al principio del milenio en Argentina,
Bolivia y Ecuador. Dándose  conjuntamente
la movilización  de las derechas,  con un  discurso contrario a la política en general,
por su incapacidad para resolver cuestiones de “seguridad y corrupción”.  Todo un panorama irradiando consecuencias y
exigiendo definiciones,  por ello, para
no perderse en las nebulosas, es preciso  valorar las movilizaciones populares y su
influencia social, capaz de potenciar las conciencias, voluntades y
subjetividades opuestas al fatalismo y la resignación tan pregonados.
En el contexto citado,
el capital trasnacional  y sus socios
internos, han avanzado en las maniobras ejecutadas contra el hermano pueblo
Venezolano, compaginado las medidas  psicológicas
con el desabastecimiento, provocaciones diplomáticas a través de la Organización
de Estados Americanos (OEA) terrorismo, actuación de mercenarios extranjeros y
la denuncia de una presunta “crisis humanitaria” no reconocida por el consejo
de seguridad de las Naciones Unidas (ONU) persiguiendo  un objetivo central: la recuperación del
control de la industria petrolera para las trasnacionales. 
El presidente Macri
fiel a su ideología interviene directamente en favor de la ultraderecha     dirigida
por el departamento de estado Norteamericano,  intentando repetir  los actos de Libia, Irak y Siria. Bombardeos,
ataques coheteriles  “inteligentes”   asesinatos de  la población civil, desconciertos,  miedos, 
terror y  angustias por la destrucción
llevada a cabo  (excepto todo lo
relacionado a los hidrocarburos) demostrando la predisposición a matar, violar,
demoler,  en nombre de los sagrados
intereses del capital trasnacional. 
En la senda de evitar
la repetición de estos actos atroces, la convocatoria a la asamblea
constituyente en Venezuela, brinda algo de oxígeno a una delicada  disposición,  será 
elegida  por voto universal,
directo y  secreto,  pretendiendo ser una constituyente ciudadana,
 popular, cultural, económica, sectorial
y territorial. 
Está por verse si el
pueblo cuenta  con el tiempo necesario
para la concreción de los pasos hacia la misma, ya que,  los ataques 
neo fascistas se aceleran y extienden a diferentes lugares   con
violencia ciega y desalmada,  llegando al
límite de incinerar a dos jóvenes chavistas en Altamira,  apoyados 
por  la individualizada  penetración de bandas armadas mercenarias  desde Colombia, conformando las condiciones
de una guerra civil en avance.
A razón de lo ocurrido,
por encima de opiniones  concordantes  o no con nuestros pares del pueblo hermano,   es
necesario    generar
una fuerte oposición a la intervención foránea  resistiendo  la embestida del capital y de los grupos
elitistas  desplegando  una verdadera carnicería contra las organizaciones
populares.  Adquiere relevancia la
postura  tomada por diferentes
organizaciones y militantes con la valentía de expresar, desde su óptica,  lo positivo y negativo de las experiencias Bolivarianas,
 opuestas a las parciales opiniones de
los eternos viajeros, haciendo conocer a su vuelta concepciones reñidas con las
realidades, quienes  esgrimieron  sus pareceres no siempre concordantes, fueron tachados
de enemigos y contrarrevolucionarios. Los aconteceres demuestran en estos
tiempos difíciles,  la ausencia  de tales  sujetos  ¿estarán  de vacaciones? y por otra parte,  la incansable persistencia de quienes  aun con algunas diferencias con los pares en
lucha,  redoblan los esfuerzos solidarios.
Se agrega en estos
días,  la profundización de la crisis  en Brasil,  con amplios sectores del pueblo en las calles
oponiéndose a los ajustes y reiterando sus 
rechazos a  la corrupción.   
Hechos similares acaecidos
en diferentes geografías  no tienen nada
de casuales,  sino que,  responden a políticas de largo aliento orientadas
a la reproducción del sistema, hijo de una antigua tradición afirmada en el
poder  político militar, signada por la
usurpación  de valores económicos  sociales y convertido en una formación económica
social dominante en la Europa del siglo XVI. 
 Nociones primarias a cerca del populismo 
El abordaje (siempre parcial)  de las experiencias Latinoamericanas,
requiere tener en cuenta un fenómeno denominado “populismo”, término utilizado
para designar fallidas experiencias democráticas,  3- Enrique Dussel   brindo   opiniones al respeto, exponiendo entre una
serie de  consideraciones   que,
en la coyuntura Latinoamericana entre las dos guerras mundiales (1914 1945) y
de modo más notorio en la crisis del año 1929, se produjeron cambios políticos
de alto impacto, concatenándolo con la derrota de la hegemonía Inglesa  por el poder militar y económico
Estadounidense.
El llamado “populismo
Latinoamericano” referenciado en la revolución Mexicana del año 1910 e Hipólito
Irigoyen  Argentina año 1918, logro un
importante crecimiento  hasta el año
1945, conformando su  época clásica,  a partir de la cual se dieron nuevas circunstancias
cambiando la realidad,  por el  lanzamiento de la burguesía Norteamericana a
una guerra de competencia dentro del mercado, 
donde  una burguesía dominaba a
otra, exponiéndose  enérgicamente  en 
Guatemala en el año 1954,  con el
golpe estado contra el proyecto capitalista de “emancipación” de Jacobo Arbenz.
Desde ese momento  se  fueron diluyendo las experiencias del
“populismo histórico” reemplazándolas gradualmente por  las desarrollistas.
Es preciso referenciar
que,  desde el año 1930  emergieron 
movimientos   acompañados por las  movilizaciones  populares  y  la
aparición de nuevos líderes,  denunciando
las políticas tradicionales, posibilitando una mayor participación de los
trabajadores y clase media, al son de  la
confrontación con el imperialismo y su  
conjugación con   la tesis de modernización del capital. El
surgimiento de los gobiernos de Lázaro Peña (México) Gentulio Vargas (Brasil) J.D.
Perón (Argentina) Paz Estensoro (Bolivia) Haya de la Torre (Perú) Carlos Ibáñez
(Chile) Velazco Ibarra (Ecuador) sin carecer de limitaciones en los liderazgos
y personalidades  marcaron una experiencia   con  rasgos
sobresalientes como,  el   nacionalismo ligado al antiimperialismo, la potenciación
de los derechos sociales,  junto a la
carencia de medidas   hacia los cambios  estructurales 
y contra la propiedad privada. 
Ese populismo histórico
fue redefiniéndose,  pasando a ser toda
medida o movimiento social, popular y político, opuestos a las tendencias
globalizadoras,  identificatorio de
gobiernos de centro izquierdas e izquierdas (siendo a la vez,  utilizado por las  derechas) expresa un concepto  engañoso por tratar de apartar al pueblo de
los liderazgos defendiendo sus propios intereses e intentando   acallar 
el “ciclo histórico”  abierto por
la nueva izquierda a partir de la revolución Cubana.  En la actualidad se encuentra reducido a una
forma de hacer política, demostrando en sus actos ser inviable para el análisis
contemporáneo  de la estructura económica
social en curso - planteado de otro modo, adopta las formas más fáciles en sus
procedimientos   para  la no investigación a fondo en  las realidades, razones y direcciones de las
políticas de los gobiernos de la zona.
Las administraciones  desarrollistas repitieron el  fracaso, por 
ser  la expresión  del capitalismo central, absorbiendo y
liquidando las vertientes del “capitalismo local” debilitando las propias
burguesías autóctonas.
Le siguieron las
“dictaduras de seguridad nacional” desde los años 1964  en adelante con el golpe de estado en Brasil y
“cívico militares fascistas” iniciadas con el golpe Pinochetista contra el
gobierno de Salvador Allende en Chile,  hasta las elecciones en Argentina de 1984,  favoreciendo  los intereses del capital con el aumento de
las transferencias del plus valor periférico hacia el centro del imperio.
En el transcurrir, la
instalación de las democracias formales (1983- 
2000) permitió  la apertura
política de la vida pública no aterrorizada por la represión haciendo posible
un ambiente de aparente libertad,  consolidando en las  conciencias  la legitimidad o el deber de pagar las deudas
externas   fraudulentas, mientras los  gobiernos en funciones se transformaban en más
 neoliberales. 
Así, Carlos Menen  aplico en la práctica la teoría del capital
trasnacional expuesta  entre otros,  por George Soros (fundamentalismo de mercado)
quien  expuso  4-  los conceptos
centrales:  falibilidad, reflexividad y
sociedad abierta, argumentando   que  la
sociedad global se caracteriza no solo por el libre comercio de bienes y
servicios , sino más aun,  por la libre
circulación de capitales, con el mercado financiero ocupando una posición  privilegiada, conceptos retomados en el   año
2006 en “tiempos inciertos”. Dichos  ordenamientos
fueron  impulsados  por el Consenso de Washington con la total
apertura de los modelos desarrollistas, 
acompañado por la  divulgación de
la inevitable globalización económica, cultural y política. 
La llamada globalización
no fue invención de las izquierdas, como tampoco  el papel jugado por el capital financiero, por  ser originados  en   las propias entrañas del régimen. A pesar de
ello,   aportando al  desconcierto  reinante,  siguen    transformando 
 realidades  en imaginaciones izquierdistas.  Por lo mismo, la comprensión de los
aconteceres  requiere lucidez, organización
y  ante el aumento de las complejidades y
los grises de  los entendimientos,   la
clarificación de  las mentes.
Retomar la idea de la contrarrevolución
En textos anteriores,
expresaba   la necesidad de retomar el   término contrarrevolución, exponiendo  la inexistencia  de una  “revolución conservadora”, por ser justamente
una contrarrevolución. Todo un tema 
irradiando por magnitud propia encantos y desencantos.
En la posición  del país, hablar de contrarrevolución suena  lejano, 
 porque en definitiva no hemos
hecho ninguna revolución - sin embargo debiera tenerse  en cuenta que,  no todas las contrarrevoluciones fueron
generadas por un peligro revolucionario. Jorge Beinstein,  refiriéndose a los fundamentos de Ignacio
Silone,  recuerda el ascenso del fascismo
en Italia  como,  la victoria de una contrarrevolución  enfrentada a una revolución inexistente, lo
cual le permitió desarrollar la   agresión fascista sin límites.  
En el año 1955, se
produjo en el terruño  la primera contrarrevolución,
 con el claro objetivo de retroceder  hacia la sociedad oligárquica del siglo XX.   A pesar
de su  parcial derrota,  fue el inicio del sometimiento al amo  del norte con 
las consecuencias de   extranjerización industrial y financiera,
contracción de  salarios y reconversión
policial de las fuerzas armadas,  desembocando  en los acontecimientos de los años 70.
 Las  dictaduras  cívicos  militares 
fascistas,  revelan  un nuevo momento degenerativo del sistema, con
 actores unidos tras el objetivo de la
especulación financiera y  negocios rápidos
a través de prácticas criminales a gran escala. A partir de ese momento la
clase dominante se transforma en “lumpen burguesía”, renegando de su comportamiento
industrial local,   consolidando espacios sindicales, políticos, judiciales
y comunicacionales a través de “redes mafiosas” convertidas en  elementos sustanciales  del sistema,  pero sin lograr   afianzar  estructuras estables de dominación.  
Las  dinámicas  mafiosas  corto placitas  y tras nacionalizadas  condujeron  a los hechos del año 2001, apareciendo en
principio como sellador   del agotamiento histórico del régimen, cuando
en realidad solo se produjo el repliegue táctico de las elites autoritarias a
la espera de mejores tiempos.  La  degradación sistémica en los años (2000-2002)
no devino en una contrarrevolución, las clases dirigentes deterioradas fueron incapaces
de superar por derecha  la crisis en
curso,  produciéndose  una situación vista en primeras instancias  como un empate de hegemonías, cuando  en lo medular  se trataba 
de  la caída en un pantano sin
alternativas, sin la preponderancia de la clase dominante y la carencia de la
misma  por los sectores populares.
 Los altos precios de las materias primas a
nivel internacional y  la expansión de
los mercados alcanzando los límites del sistema, marcaron la culminación  de la evolución    iniciada 
en el año 2003.  Para seguir
creciendo hacían  falta otras medidas,  desplegando los atributos de una revolución
popular democratizadora de las relaciones sociales, objetivo inexistente en el
imaginario del gobierno de turno, por lo tanto,  la concepción de lo posible   fue convirtiéndose
 en un  camino hacia la derrota. 
En cuanto a las medidas
de la administración Macrista,  no reducidas
a fenómenos  económicos, se  extienden 
 al conjunto de la vida social  destruyendo la educación pública, reactivando
la teoría de los dos demonios e intentos por parte de una  mayoría en  la corte suprema de imponer,  el llamado 2x1 en beneficio de los genocidas,
rechazado masivamente por el pueblo en una histórica jornada de
movilización.  Se  anexan 
 los aprontes  de reducción de los derechos sindicales, el
persistente despliegue represivo apoyado por un bombardeo mediático,
fortificando  formas de subculturas
fascistas apuntando  a la consolidación
de una dictadura mafiosa,  autoritaria
con rostro civil y apariencia constitucional.
La ejecución de los
procederes  contra los trabajadores y el
pueblo,  no tienen base  únicamente en las  fuerzas gubernamentales y sus socios
apareciendo como opositores en el parlamento,  cuenta con un aliado decisivo “la debilidad
estratégica de los afectados” sin la suficiente claridad para  retomar la ofensiva, ante  un bloque político e ideológico predicando el
“sometimiento” a las instituciones mafiosas y jefes sindicales de la (CGT)
dedicados a enfriar las luchas. 
Rescatar lo
imprescindible
Valorar o revalorar
cuestiones primordiales en un proceso revolucionario viabiliza la marcha hacia
adelante. Ese andar demuestra  que, 5- “el
mercado y  las categorías económicas del
capitalismo” no  sirven para la
construcción del  socialismo, por conducir
solo  al capitalismo.
Esas  propuestas de combinar lo mejor de ambos
sistemas, es decir, la utilización de las categorías y mecanismos capitalistas
ya probados  en la producción de
riquezas, junto al modelo político y social socialista para distribuirlas de
manera lo más justa posible, sobre todo 
beneficiando a los más desamparados, solo representan el  viejo sueño eternamente incumplido del
reformismo socialdemócrata. 
En la misma senda reflexiva,
 se necesario   fortalecer
 la firmeza de plantarse ante la adversidad,  irradiando  hacia el mañana  mejores condiciones de subsistencias. 
La implantación de la dictadura
cívico militar fascista  del año 1976 exigió
resolver  enfrentarla y  cómo hacerlo,  se trataba de  plantarse ante ella y al unísono discutir las
opiniones de algunas fuerzas políticas denominadas democráticas (en plena disgregación)
 o  siendo participes del gobierno  dictatorial,  proponiendo en relación a la defensa de los
derechos humanos, abordarlo   de formas más amplias, no haciendo  centro  en la libertad de los presos y la aparición
con vida de los desaparecidos, es decir licuar el drama vivido en múltiples
preocupaciones,  en definitiva resueltas
naturalmente.  En las nuevas condiciones
se debe impedir a los patrones de los genocidas y a los genocidas echar por
tierra  todo lo lograrlo en materia de en
el respeto a las libertades y los derechos humanos, manteniendo vigente el
“nunca más” junto a la memoria, verdad y justicia.  
Dicha  firmeza, 
debiera  ser  acompañada de la audacia requerida  en defensa de la vida,  en un tiempo donde emergen como por arte de
magia, las opiniones de los ayer funcionarios de la dictadura o los  chupa votas con veleidades “democráticas”  haciéndole el coro público a las ideas enarboladas
por el neo fascismo  y la cúpula eclesiástica,
 coincidiendo en el restablecimiento de  la teoría de los dos demonios y poner en tela
de juicio   la existencia de  30000 desaparecidos.  La ecuanimidad  en marcha demanda   seguir
persuadiendo y argumentando a fin de ganar voluntades, y por otro lado,   revelarse 
contra quienes actúan abiertamente para volver a un pasado de terror. 
Si bien no es grato
recordarlo,  persiste el  dolor de los dolores de aquellos dolores  ya conocidos, por las miles vidas  cortadas de cuajo,  impidiéndoles   de modo
transitorio o permanente a partir de  la
violencia  ejercida por el estado, el
derecho a seguir viendo un amanecer o un crepúsculo o  la emoción de observar  el vuelo libre 
de una mariposa.  La intención no
es solicitar el hacerse cargo de los desconsuelos  ajenos,  sería un planteo necio,   sí en
cambio, instar a la  participación   evitándolos,   porque
 nuestras aflicciones  podrían convertirse en las  de cada uno y nadie con  esos  pasares   podría   desear   tamañas
inhumanidades.
En una misma línea de
pensamientos,    los
desafíos notifican la necesidad de apertura 
de  nuevos caminos en las
protestas (rescatando lo positivo de todo lo logrado) relacionados con los contenidos,
metodologías y formas participativas. 
La  pregunta repetida una y otra vez es ¿qué
hacer y cómo?   dicho interrogante se resuelve  considerando el o los aportes  individuales, porque en definitiva,  cada cual como ser pensante tiene una cuota de
responsabilidad en la búsqueda de los mejores caminos de lo venidero,  naturalmente lo colectivo como consecuencia de
la suma de acciones individuales,  irradia
energías mucho más potentes, pero esperar 
todo de lo colectivo,  cuando  no se encuentra a la altura de las contingencias
  conduce
a la  inmovilidad, ¿entonces cómo es esto?
  Simple
en apariencias,  hacer lo requerido por
los eventos,    inmiscuirse  y aportar  a lo colectivo auspiciando el debate en base a
hechos concretos,  es la propuesta  más verdadera,  sencilla  y directa a brindar. 
Lo sobresaliente es  logrado  por quienes luchan de modo continuo, siendo  los auténticos  abanderados y protagonistas,  por encima de los quejosos e imperativos
aislados del quehacer,    exigiendo respuestas desde la inmovilidad. Es
hora de dejar de preguntar, tan solo, una 
y otra vez ¿Cómo lo hacemos?   Porque
las respuestas, en momentos  donde los
saberes acumulados  son
insuficientes,  deben ser buscadas por cada
cual y compartirlas,  evitando así, insuflar
  un círculo vicioso   aportando a las taras existentes. 
Todo indica estar
frente   de  titánicos  desafíos,  justamente por eso exteriorizo algunos parciales
pareceres,   siendo parte de lo que debo y debemos superar
o de lo que debemos y debo superar, 
sabiendo   que en  la
disposición presente  no  solo adquiere magnitud el  no dejarse  vencer por las adversidades,   sino
también,  el mirar más lejos conquistando
  un pasar  en igualdad.
Bien,  lo organizado y sus dinámicas  de cara al logro emancipatorio  erigen  parte de las realidades, siendo un factor de
real importancia,  existen  además cientos de organizaciones de todo tipo
no orientadas a lo mencionado,   por lo mismo, debemos     evitar que
 esos   árboles  tapen  el bosque, 
porque este  alberga miles de  brotes verdes a cultivar y cosechar,  decisivos en la obtención de  los cambios estructurales pregonados.
Notas: 
1-         
Crecimiento de la desigualdad en el
capitalismo  - Anís Chowdhvey  mayo 2017
2-         
El imperio invisible         Daniel Stulin  -   
febrero 2011.
3-         
Populismo y degradación política  - 
Enrique Dussel  - 2012
4-         
La crisis del capitalismo global  -- George Soros      -     
enero 1998
5-         
Pensamiento crítico de la transición
socialista  - Josué Solar Cabrales - mayo
2017
     Integrante del Movimiento Bolivariano de Entre
Ríos
                                                                                                              
Paraná mayo de 2017
www.juanalbertoremedi.blogspot.com
 
 
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