sábado, 27 de mayo de 2017

Dinámicas y reflexiones
 Juan Alberto Remedi
Si la existencia del movimiento social es consecuencia del encadenamiento de fenómenos históricos, sometidos a leyes, actuando independientemente de la conciencia, voluntad e intenciones, y,  si además,  dichos fenómenos las determinan,  es lógico pensar en la unidad del mundo por encima de su “ser” aunque este sea premisa de unidad,  porque para “ser” antes debe existir, deduciendo por ende,  la  unidad en base a la materialidad.  La presencia de tal percepción, facilita   el traslado de un concepto determinado a otro más amplio, buscando definir  hechos  particulares,  lográndolo con mayor o menor éxito.
Dentro de tal objetividad  se manifiestan  concordancias y contradicciones, algunas fundamentales,  otras no,  en un  constante fluir del devenir. Así dentro del régimen económico social en curso (agobiado por la caída de la taza de ganancias y la competencia sin límites)  persiste con fuerzas renovadas,  la dicotomía  existente entre el trabajo y el capital, no resuelta eficazmente por la humanidad,  conduciendo a conflictos de largo, mediano y corto plazo.
 Teniendo como origen dicha antítesis y  según datos publicados por el 1- Foro Económico Mundial (FEM) a pesar del estancamiento económico  sufrido por el planeta durante una década, el número de milmillonarios creció,   el 1% más rico de la población posee ahora, tantas riquezas  como el resto de mundo y  las 8 personas más ricas tienen  tanta fortuna  como la mitad de los más pobres. La desigualdad,  principal problema a resolver por las sociedades, sigue aumentando incluso en China, donde el 1% más rico de la población  acumula un tercio del patrimonio,  mientras que el 25% más pobre recibe solo el 1%.
Otra  de las manifestaciones  siempre presentes es la pugna  militar en lo interno de cada nación o fuera de las fronteras  de los países imperiales,  expresándose  en  las guerras denominadas de “cuarta generación”  ejecutadas por el capital financiero internacional y coordinadas por los organismos legales del imperio a través de su creación la Organización del Atlántico Norte (OTAN)  apoyadas por los socios en diferentes geografías.
 Además de lo letal del armamento utilizado, lo peculiar  del enfrentamiento moderno se exhibe en la combinación de estrategias,  incorporando el  control de los  medios de comunicación, redes informáticas, fibras ópticas, computadoras y dispositivos electrónicos, destinados al despliegue de   una verdadera guerra psicológica,  transformada  en un   elemento  vital  en la fecundación de “informaciones” para   su traslado a las sociedades. La aplicación de dichos métodos, condujeron  experiencias inéditas  como las ocurridas  en la invasión de  Afganistán con  miles de muertos,  heridos  y el   país desbastado  2- armando  un teatro de operaciones lejos el conflicto real, mostrando  imágenes donde  los habitantes del pueblo invadido aparecían  solidarizándose con los ocupantes, rogándoles por  la derrota de la “tiranía” -  en otras palabras, montaron una situación ficticia orientada  al consumo de la población planetaria
El reagrupamiento de los medios de difusión internacionales desde hace 40 años, es otro elemento a tener en cuenta - las dos terceras partes de la prensa occidental pertenece a 14 grupos económicos, dentro de los cuales funcionan las 3 principales agencias de  prensa (Asóciate Press – France Presse Y Reuter) con la meta de unificar mentes e imponer un pensamiento único. Se adiciona la existencia de enormes ejércitos informáticos distribuidos en  Estados Unidos, China, Alemania, Israel e Irán, siendo  componentes centrales de la confrontación moderna.

Trazos
La región interactúa en  un mundo estampado por la inestabilidad, votalidad de los mercados internacionales y precios de bienes y servicios,  choques externos  acompañados  por  la proliferación de bases nucleares imperiales (800  distribuidas por el mundo, de las cuales, 36  están emplazadas  en A. Latina y el Caribe) se acopla  el recalentamiento global,  con el consecuente cambio climático amenazando las condiciones de supervivencia  en la tierra.
La actual conducta del imperio fue  aprobada  luego de la segunda guerra mundial y  puesta a tono con las circunstancias por los centros de poder (grandes potencias, empresas trasnacionales, centros de subversión políticos e ideológicos y el complejo militar industrial) alineándose  en el presente  con  eventualidades dadas en el territorio,   opuestas a procesos integradores, desarrollos regionales y mundiales, a saber - fin de los altos precios de los comodities luego del auge (2009 2012) – desplome del precio del petróleo con reducciones  del 140% en un año a partir del segundo semestre del año  2014 – aumento de la tasa de interés de la reserva federal estadounidense a partir del año 2015 – incremento del proteccionismo y amenazas permanentes de guerras  comerciales por  la administración Trump – cambio del modelo de desarrollo chino  con el paso de uno basado en las inversiones y exportaciones, hacia otro, cimentado en la expansión del consumo de bienes y servicios internos y mayor diversificación productiva, acompañado por las promesas de mayores salarios  en un panorama de baja de las exportaciones.
El curso en movimiento, alberga la presencia de operaciones neo fascistas,  conjugadas  con  gobiernos derechistas tradicionales en México, Perú y Colombia, combinados con golpes institucionales iniciados en Honduras  2009, Paraguay 2014 y Brasil golpe parlamentario, incorporándose una administración reaccionaria de nuevo tipo,  con la victoria electoral de Mauricio Macri en Argentina, apoyado por sectores socialdemócratas  en desbandada y socialcristianos en descomposición
Sus  reestructuraciones  por arriba, devienen  en divisiones entre las elites, constituyendo un escollo para la conformación de un bloque estabilizado de la clase dominante, dentro de un escenario de inmensas movilizaciones e inestabilidad, pero sin la presencia de una “crisis orgánica” como la desatada  al principio del milenio en Argentina, Bolivia y Ecuador. Dándose  conjuntamente la movilización  de las derechas,  con un  discurso contrario a la política en general, por su incapacidad para resolver cuestiones de “seguridad y corrupción”.  Todo un panorama irradiando consecuencias y exigiendo definiciones,  por ello, para no perderse en las nebulosas, es preciso  valorar las movilizaciones populares y su influencia social, capaz de potenciar las conciencias, voluntades y subjetividades opuestas al fatalismo y la resignación tan pregonados.
En el contexto citado, el capital trasnacional  y sus socios internos, han avanzado en las maniobras ejecutadas contra el hermano pueblo Venezolano, compaginado las medidas  psicológicas con el desabastecimiento, provocaciones diplomáticas a través de la Organización de Estados Americanos (OEA) terrorismo, actuación de mercenarios extranjeros y la denuncia de una presunta “crisis humanitaria” no reconocida por el consejo de seguridad de las Naciones Unidas (ONU) persiguiendo  un objetivo central: la recuperación del control de la industria petrolera para las trasnacionales.
El presidente Macri fiel a su ideología interviene directamente en favor de la ultraderecha     dirigida por el departamento de estado Norteamericano,  intentando repetir  los actos de Libia, Irak y Siria. Bombardeos, ataques coheteriles  “inteligentes”   asesinatos de  la población civil, desconciertos,  miedos,  terror y  angustias por la destrucción llevada a cabo  (excepto todo lo relacionado a los hidrocarburos) demostrando la predisposición a matar, violar, demoler,  en nombre de los sagrados intereses del capital trasnacional.
En la senda de evitar la repetición de estos actos atroces, la convocatoria a la asamblea constituyente en Venezuela, brinda algo de oxígeno a una delicada  disposición,  será  elegida  por voto universal, directo y  secreto,  pretendiendo ser una constituyente ciudadana,  popular, cultural, económica, sectorial y territorial.
Está por verse si el pueblo cuenta  con el tiempo necesario para la concreción de los pasos hacia la misma, ya que,  los ataques  neo fascistas se aceleran y extienden a diferentes lugares   con violencia ciega y desalmada,  llegando al límite de incinerar a dos jóvenes chavistas en Altamira,  apoyados  por  la individualizada  penetración de bandas armadas mercenarias  desde Colombia, conformando las condiciones de una guerra civil en avance.
A razón de lo ocurrido, por encima de opiniones  concordantes  o no con nuestros pares del pueblo hermano,   es necesario    generar una fuerte oposición a la intervención foránea  resistiendo  la embestida del capital y de los grupos elitistas  desplegando  una verdadera carnicería contra las organizaciones populares.  Adquiere relevancia la postura  tomada por diferentes organizaciones y militantes con la valentía de expresar, desde su óptica,  lo positivo y negativo de las experiencias Bolivarianas,  opuestas a las parciales opiniones de los eternos viajeros, haciendo conocer a su vuelta concepciones reñidas con las realidades, quienes  esgrimieron  sus pareceres no siempre concordantes, fueron tachados de enemigos y contrarrevolucionarios. Los aconteceres demuestran en estos tiempos difíciles,  la ausencia  de tales  sujetos  ¿estarán  de vacaciones? y por otra parte,  la incansable persistencia de quienes  aun con algunas diferencias con los pares en lucha,  redoblan los esfuerzos solidarios.
Se agrega en estos días,  la profundización de la crisis  en Brasil,  con amplios sectores del pueblo en las calles oponiéndose a los ajustes y reiterando sus  rechazos a  la corrupción.   
Hechos similares acaecidos en diferentes geografías  no tienen nada de casuales,  sino que,  responden a políticas de largo aliento orientadas a la reproducción del sistema, hijo de una antigua tradición afirmada en el poder  político militar, signada por la usurpación  de valores económicos  sociales y convertido en una formación económica social dominante en la Europa del siglo XVI.

 Nociones primarias a cerca del populismo
El abordaje (siempre parcial)  de las experiencias Latinoamericanas, requiere tener en cuenta un fenómeno denominado “populismo”, término utilizado para designar fallidas experiencias democráticas,  3- Enrique Dussel   brindo   opiniones al respeto, exponiendo entre una serie de  consideraciones   que, en la coyuntura Latinoamericana entre las dos guerras mundiales (1914 1945) y de modo más notorio en la crisis del año 1929, se produjeron cambios políticos de alto impacto, concatenándolo con la derrota de la hegemonía Inglesa  por el poder militar y económico Estadounidense.
El llamado “populismo Latinoamericano” referenciado en la revolución Mexicana del año 1910 e Hipólito Irigoyen  Argentina año 1918, logro un importante crecimiento  hasta el año 1945, conformando su  época clásica,  a partir de la cual se dieron nuevas circunstancias cambiando la realidad,  por el  lanzamiento de la burguesía Norteamericana a una guerra de competencia dentro del mercado,  donde  una burguesía dominaba a otra, exponiéndose  enérgicamente  en  Guatemala en el año 1954,  con el golpe estado contra el proyecto capitalista de “emancipación” de Jacobo Arbenz. Desde ese momento  se  fueron diluyendo las experiencias del “populismo histórico” reemplazándolas gradualmente por  las desarrollistas.
Es preciso referenciar que,  desde el año 1930  emergieron  movimientos   acompañados por las  movilizaciones  populares  y  la aparición de nuevos líderes,  denunciando las políticas tradicionales, posibilitando una mayor participación de los trabajadores y clase media, al son de  la confrontación con el imperialismo y su   conjugación con   la tesis de modernización del capital. El surgimiento de los gobiernos de Lázaro Peña (México) Gentulio Vargas (Brasil) J.D. Perón (Argentina) Paz Estensoro (Bolivia) Haya de la Torre (Perú) Carlos Ibáñez (Chile) Velazco Ibarra (Ecuador) sin carecer de limitaciones en los liderazgos y personalidades  marcaron una experiencia   con  rasgos sobresalientes como,  el   nacionalismo ligado al antiimperialismo, la potenciación de los derechos sociales,  junto a la carencia de medidas   hacia los cambios  estructurales  y contra la propiedad privada.
Ese populismo histórico fue redefiniéndose,  pasando a ser toda medida o movimiento social, popular y político, opuestos a las tendencias globalizadoras,  identificatorio de gobiernos de centro izquierdas e izquierdas (siendo a la vez,  utilizado por las  derechas) expresa un concepto  engañoso por tratar de apartar al pueblo de los liderazgos defendiendo sus propios intereses e intentando   acallar  el “ciclo histórico”  abierto por la nueva izquierda a partir de la revolución Cubana.  En la actualidad se encuentra reducido a una forma de hacer política, demostrando en sus actos ser inviable para el análisis contemporáneo  de la estructura económica social en curso - planteado de otro modo, adopta las formas más fáciles en sus procedimientos   para  la no investigación a fondo en  las realidades, razones y direcciones de las políticas de los gobiernos de la zona.
Las administraciones  desarrollistas repitieron el  fracaso, por  ser  la expresión  del capitalismo central, absorbiendo y liquidando las vertientes del “capitalismo local” debilitando las propias burguesías autóctonas.
Le siguieron las “dictaduras de seguridad nacional” desde los años 1964  en adelante con el golpe de estado en Brasil y “cívico militares fascistas” iniciadas con el golpe Pinochetista contra el gobierno de Salvador Allende en Chile,  hasta las elecciones en Argentina de 1984,  favoreciendo  los intereses del capital con el aumento de las transferencias del plus valor periférico hacia el centro del imperio.
En el transcurrir, la instalación de las democracias formales (1983-  2000) permitió  la apertura política de la vida pública no aterrorizada por la represión haciendo posible un ambiente de aparente libertad,  consolidando en las  conciencias  la legitimidad o el deber de pagar las deudas externas   fraudulentas, mientras los  gobiernos en funciones se transformaban en más  neoliberales.
Así, Carlos Menen  aplico en la práctica la teoría del capital trasnacional expuesta  entre otros,  por George Soros (fundamentalismo de mercado) quien  expuso  4-  los conceptos centrales:  falibilidad, reflexividad y sociedad abierta, argumentando   que  la sociedad global se caracteriza no solo por el libre comercio de bienes y servicios , sino más aun,  por la libre circulación de capitales, con el mercado financiero ocupando una posición  privilegiada, conceptos retomados en el   año 2006 en “tiempos inciertos”. Dichos  ordenamientos fueron  impulsados  por el Consenso de Washington con la total apertura de los modelos desarrollistas,  acompañado por la  divulgación de la inevitable globalización económica, cultural y política.
La llamada globalización no fue invención de las izquierdas, como tampoco  el papel jugado por el capital financiero, por  ser originados  en   las propias entrañas del régimen. A pesar de ello,   aportando al  desconcierto  reinante,  siguen    transformando   realidades  en imaginaciones izquierdistas.  Por lo mismo, la comprensión de los aconteceres  requiere lucidez, organización y  ante el aumento de las complejidades y los grises de  los entendimientos,   la clarificación de  las mentes.

Retomar la idea de la contrarrevolución
En textos anteriores, expresaba   la necesidad de retomar el   término contrarrevolución, exponiendo  la inexistencia  de una  “revolución conservadora”, por ser justamente una contrarrevolución. Todo un tema  irradiando por magnitud propia encantos y desencantos.
En la posición  del país, hablar de contrarrevolución suena  lejano,   porque en definitiva no hemos hecho ninguna revolución - sin embargo debiera tenerse  en cuenta que,  no todas las contrarrevoluciones fueron generadas por un peligro revolucionario. Jorge Beinstein,  refiriéndose a los fundamentos de Ignacio Silone,  recuerda el ascenso del fascismo en Italia  como,  la victoria de una contrarrevolución  enfrentada a una revolución inexistente, lo cual le permitió desarrollar la   agresión fascista sin límites. 
En el año 1955, se produjo en el terruño  la primera contrarrevolución,  con el claro objetivo de retroceder  hacia la sociedad oligárquica del siglo XX.   A pesar de su  parcial derrota,  fue el inicio del sometimiento al amo  del norte con  las consecuencias de   extranjerización industrial y financiera, contracción de  salarios y reconversión policial de las fuerzas armadas,  desembocando  en los acontecimientos de los años 70.
 Las  dictaduras  cívicos  militares  fascistas,  revelan  un nuevo momento degenerativo del sistema, con  actores unidos tras el objetivo de la especulación financiera y  negocios rápidos a través de prácticas criminales a gran escala. A partir de ese momento la clase dominante se transforma en “lumpen burguesía”, renegando de su comportamiento industrial local,   consolidando espacios sindicales, políticos, judiciales y comunicacionales a través de “redes mafiosas” convertidas en  elementos sustanciales  del sistema,  pero sin lograr   afianzar  estructuras estables de dominación.  
Las  dinámicas  mafiosas  corto placitas  y tras nacionalizadas  condujeron  a los hechos del año 2001, apareciendo en principio como sellador   del agotamiento histórico del régimen, cuando en realidad solo se produjo el repliegue táctico de las elites autoritarias a la espera de mejores tiempos.  La  degradación sistémica en los años (2000-2002) no devino en una contrarrevolución, las clases dirigentes deterioradas fueron incapaces de superar por derecha  la crisis en curso,  produciéndose  una situación vista en primeras instancias  como un empate de hegemonías, cuando  en lo medular  se trataba  de  la caída en un pantano sin alternativas, sin la preponderancia de la clase dominante y la carencia de la misma  por los sectores populares.
 Los altos precios de las materias primas a nivel internacional y  la expansión de los mercados alcanzando los límites del sistema, marcaron la culminación  de la evolución    iniciada  en el año 2003.  Para seguir creciendo hacían  falta otras medidas,  desplegando los atributos de una revolución popular democratizadora de las relaciones sociales, objetivo inexistente en el imaginario del gobierno de turno, por lo tanto,  la concepción de lo posible   fue convirtiéndose  en un  camino hacia la derrota.
En cuanto a las medidas de la administración Macrista,  no reducidas a fenómenos  económicos, se  extienden   al conjunto de la vida social  destruyendo la educación pública, reactivando la teoría de los dos demonios e intentos por parte de una  mayoría en  la corte suprema de imponer,  el llamado 2x1 en beneficio de los genocidas, rechazado masivamente por el pueblo en una histórica jornada de movilización.  Se  anexan   los aprontes  de reducción de los derechos sindicales, el persistente despliegue represivo apoyado por un bombardeo mediático, fortificando  formas de subculturas fascistas apuntando  a la consolidación de una dictadura mafiosa,  autoritaria con rostro civil y apariencia constitucional.
La ejecución de los procederes  contra los trabajadores y el pueblo,  no tienen base  únicamente en las  fuerzas gubernamentales y sus socios apareciendo como opositores en el parlamento,  cuenta con un aliado decisivo “la debilidad estratégica de los afectados” sin la suficiente claridad para  retomar la ofensiva, ante  un bloque político e ideológico predicando el “sometimiento” a las instituciones mafiosas y jefes sindicales de la (CGT) dedicados a enfriar las luchas.

Rescatar lo imprescindible
Valorar o revalorar cuestiones primordiales en un proceso revolucionario viabiliza la marcha hacia adelante. Ese andar demuestra  que, 5- “el mercado y  las categorías económicas del capitalismo” no  sirven para la construcción del  socialismo, por conducir solo  al capitalismo.
Esas  propuestas de combinar lo mejor de ambos sistemas, es decir, la utilización de las categorías y mecanismos capitalistas ya probados  en la producción de riquezas, junto al modelo político y social socialista para distribuirlas de manera lo más justa posible, sobre todo  beneficiando a los más desamparados, solo representan el  viejo sueño eternamente incumplido del reformismo socialdemócrata.
En la misma senda reflexiva,  se necesario   fortalecer  la firmeza de plantarse ante la adversidad,  irradiando  hacia el mañana  mejores condiciones de subsistencias.
La implantación de la dictadura cívico militar fascista  del año 1976 exigió resolver  enfrentarla y  cómo hacerlo,  se trataba de  plantarse ante ella y al unísono discutir las opiniones de algunas fuerzas políticas denominadas democráticas (en plena disgregación)  o  siendo participes del gobierno  dictatorial,  proponiendo en relación a la defensa de los derechos humanos, abordarlo   de formas más amplias, no haciendo  centro  en la libertad de los presos y la aparición con vida de los desaparecidos, es decir licuar el drama vivido en múltiples preocupaciones,  en definitiva resueltas naturalmente.  En las nuevas condiciones se debe impedir a los patrones de los genocidas y a los genocidas echar por tierra  todo lo lograrlo en materia de en el respeto a las libertades y los derechos humanos, manteniendo vigente el “nunca más” junto a la memoria, verdad y justicia. 
Dicha  firmeza,  debiera  ser  acompañada de la audacia requerida  en defensa de la vida,  en un tiempo donde emergen como por arte de magia, las opiniones de los ayer funcionarios de la dictadura o los  chupa votas con veleidades “democráticas”  haciéndole el coro público a las ideas enarboladas por el neo fascismo  y la cúpula eclesiástica,  coincidiendo en el restablecimiento de  la teoría de los dos demonios y poner en tela de juicio   la existencia de  30000 desaparecidos.  La ecuanimidad  en marcha demanda   seguir persuadiendo y argumentando a fin de ganar voluntades, y por otro lado,   revelarse  contra quienes actúan abiertamente para volver a un pasado de terror.
Si bien no es grato recordarlo,  persiste el  dolor de los dolores de aquellos dolores  ya conocidos, por las miles vidas  cortadas de cuajo,  impidiéndoles   de modo transitorio o permanente a partir de  la violencia  ejercida por el estado, el derecho a seguir viendo un amanecer o un crepúsculo o  la emoción de observar  el vuelo libre  de una mariposa.  La intención no es solicitar el hacerse cargo de los desconsuelos  ajenos,  sería un planteo necio,   sí en cambio, instar a la  participación   evitándolos,   porque  nuestras aflicciones  podrían convertirse en las  de cada uno y nadie con  esos  pasares   podría   desear   tamañas inhumanidades.
En una misma línea de pensamientos,    los desafíos notifican la necesidad de apertura  de  nuevos caminos en las protestas (rescatando lo positivo de todo lo logrado) relacionados con los contenidos, metodologías y formas participativas.
La  pregunta repetida una y otra vez es ¿qué hacer y cómo?   dicho interrogante se resuelve  considerando el o los aportes  individuales, porque en definitiva,  cada cual como ser pensante tiene una cuota de responsabilidad en la búsqueda de los mejores caminos de lo venidero,  naturalmente lo colectivo como consecuencia de la suma de acciones individuales,  irradia energías mucho más potentes, pero esperar  todo de lo colectivo,  cuando  no se encuentra a la altura de las contingencias   conduce a la  inmovilidad, ¿entonces cómo es esto?   Simple en apariencias,  hacer lo requerido por los eventos,    inmiscuirse  y aportar  a lo colectivo auspiciando el debate en base a hechos concretos,  es la propuesta  más verdadera,  sencilla  y directa a brindar.
Lo sobresaliente es  logrado  por quienes luchan de modo continuo, siendo  los auténticos  abanderados y protagonistas,  por encima de los quejosos e imperativos aislados del quehacer,    exigiendo respuestas desde la inmovilidad. Es hora de dejar de preguntar, tan solo, una  y otra vez ¿Cómo lo hacemos?   Porque las respuestas, en momentos  donde los saberes acumulados  son insuficientes,  deben ser buscadas por cada cual y compartirlas,  evitando así, insuflar   un círculo vicioso   aportando a las taras existentes.
Todo indica estar frente   de  titánicos  desafíos,  justamente por eso exteriorizo algunos parciales pareceres,   siendo parte de lo que debo y debemos superar o de lo que debemos y debo superar,  sabiendo   que en  la disposición presente  no  solo adquiere magnitud el  no dejarse  vencer por las adversidades,   sino también,  el mirar más lejos conquistando   un pasar  en igualdad.
Bien,  lo organizado y sus dinámicas  de cara al logro emancipatorio  erigen  parte de las realidades, siendo un factor de real importancia,  existen  además cientos de organizaciones de todo tipo no orientadas a lo mencionado,   por lo mismo, debemos     evitar que  esos   árboles  tapen  el bosque,  porque este  alberga miles de  brotes verdes a cultivar y cosechar,  decisivos en la obtención de  los cambios estructurales pregonados.
Notas:
1-          Crecimiento de la desigualdad en el capitalismo  - Anís Chowdhvey  mayo 2017
2-          El imperio invisible         Daniel Stulin  -    febrero 2011.
3-          Populismo y degradación política  -  Enrique Dussel  - 2012
4-          La crisis del capitalismo global  -- George Soros      -      enero 1998
5-          Pensamiento crítico de la transición socialista  - Josué Solar Cabrales - mayo 2017

     Integrante del Movimiento Bolivariano de Entre Ríos
                                                                                                               Paraná mayo de 2017

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