Materialidades pasadas y presentes  proyectadas a la complejidad del futuro
 Afrontar (aunque de modo
parcial)  un cúmulo  de inquietudes, interrogantes e  incertidumbres,  yacentes en las  mentes y corazones de quienes obstinadamente
hacen esfuerzos para logar un mundo más igualitario, requiere originalidad. En
este caso, la carencia de la misma  no
implica despreocupación,  todo lo
contrario,  fue intensa la preparación y
el  trabajo con notas del  archivo.
Como comprenderán, dicho propósito no siempre resulta exitoso.  Pero,  por encima de ello, los pareceres se deben
brindar   considerándolos como  un conjunto de ideas con las cuales se puede
concordar o disentir. 
 La existencia de posiciones en
lo  ideológico político,  portadas por diferentes actores ubicados en
las fuerzas políticas tradicionales,  así
lo requieren.  Lo mismo en  el campo de las izquierdas donde,  por  razones a seguir dilucidando siguen
apareciendo algunas contradicciones no fundamentales entre, quienes realizan
una tarea puramente intelectual, muchas veces   al
margen de los acontecimientos dinamizados por la vida,  en otras,  haciendo esfuerzos por ser participes de los
mismos, y, aquellos con la responsabilidad dictada por la  propia conciencia de confirmar  ideas  en
cada  lugar y momento concreto.
Quizás, tan solo quizás, los tiempos entre cuatro paredes   sean diferentes
a los  de la cara a la sociedad  en sus diferentes grados y potencialidades. Pareciera
haber un espacio y tiempo para el pensamiento y la elaboración de conceptos,  apareciendo como más resolutivo en relación
con aquel de la aplicación de  los
saberes  o no saberes  en los hechos diarios. 
Lo positivo  reside en comprender
la presencia  de múltiples posibilidades  para resolverlo  de forma eficiente, una de los ellas  es la labor colectiva acompañada por  el intercambio de opiniones y las discusiones
relacionadas. Si bien son conceptos  repetidos, su aplicación significa ir ganando
algo de tiempo, dentro del lapso no correctamente utilizado  por la falta de coordinación y continuidad de
los accionares.  Salir adelante   requiere del ejercicio de  una mayor solidaridad a la ya existente entre
pares, dentro de un todo único y diferenciado a la vez,  posibilitando así  mejores resultados.
Naturalmente, presentado de este modo, pareciera ser un hecho de
sencilla  resolución, sin embargo el
camino recorrido y a recorrer exterioriza aristas peculiares,  demandando  poner en tensión  las reservas en lo humano,  con toda la significancía de dicha  concepción.  Lo esbozado  es tan solo uno de los  elementos presentes  en  cada
objetividad.
Otros  componentes   están  dados  por las  situaciones  vividas  a nivel internacional  como  en
el propio país y la necesidad  de  expresar algunas cuestiones inherentes a fin
de posibilitar una comprensión más cercana a los acontecimientos y sus posibles
repercusiones.
Avanzar en este sentido requiere  (entre otros aspectos) tener alguna noción  sobre la teoría del valor estudiada y  expresada por Carlos Marx. 
 Saber en definitiva que el valor,
 antes de ser una teoría,  es la expresión de una sociedad basada en las
relaciones mercantiles  entre personas,  el resultado de la expropiación de los medios
de producción, por lo cual  desaparece la
posibilidad de autosucistencia. El intercambio equitativo  requiere la valoración de la mercancía en
forma objetiva por quienes lo establecen, debiendo cumplir además,  con el elemento básico  de ser útil para satisfacer las necesidades del
ser humano. Lo que Marx descubre es que,  justamente  en ese intercambio de equivalencias surge la
desigualdad. 
Visualizarla requiere comprender que la sustancia específica y común de
las mercancías para ser intercambiadas,  es el tiempo de trabajo privado socialmente
necesario para producirlas. La plusvalía o el plus valor,  surge  porque la fuerza de trabajo es  considerada una mercancía,  siendo vendida como cualquier otra, pero  posee  una  particularidad especial,  su “valor de uso” es la  fuente del valor y por lo tanto del plus valor,
 la “sustancia de la ganancia
capitalista”.
Cambio de época
En la actualidad se encuentra  en
pleno desarrollo una nueva configuración mundial del régimen en sus fundamentos
y tendencias, en particular  de la relación
trabajo capital,  debiendo ser  abordada  desde una mirada histórica  por sobre los ciclos o coyunturas económicas.
En dicha transito se gestan nuevos equilibrios y confrontaciones. 
Lo que hoy suele llamarse “modelo neoliberal” mundializacion
(globalización) es en realidad,  una
nueva confrontación mundial de la relación citada,   el
nombre dado  a una de sus periódicas
mutaciones.
Lo vital radica en ubicar  el   núcleo de este proceso la “propiedad privada”
 de ella emana  el mando despótico, la violencia, explotación,
humillación, el despojo y la opresión.
Teniendo en cuenta  el planteo histórico,
 la expresión de la relación del capital  es sostenida 
por dos hechos  concentrados e íntimamente
entrelazados: la explotación (apropiación del producto excedente bajo la forma
de plusvalía) y el despojo (la apropiación violenta y encubierta bajo formas
legales  de los bienes naturales y de
propiedad comunal o publica).
 Dentro de la contradicción
fundamental  se encuentra presente el
trabajo viviente,  bajo formas siempre
cambiantes , renovadas, mostrándose   entrelazadas, superpuestas y combinadas, en
una escala impensable  como corolario  de  las
innovaciones tecnológicas del siglo XX,  implementadas
  a
través de una serie de batallas contra las posiciones y conquistas de los
trabajadores. 
Entonces, hablar  de crisis   equivale   a referenciar
la  manifestación  concreta de una  agudización dramática de la normalidad
burguesa, implicando la destrucción del capital y desvalorización de la fuerza
de trabajo.  La característica principal
del capital internacionalizado es el descenso salarial, es decir, la parte del
producto bruto interno (PBI) absorbida por los trabajadores, tendencia
equivalente al aumento de la explotación.  La punta de ingreso a la mutación capitalista
del cambio de siglo a partir de la segunda 
mitad de los años 80,  fue justamente
 el aumento tendencial de la tasa de
explotación y la recuperación de la tasa de ganancia capitalista. 
La expresión referida  atraviesa
uno de los grandes ciclos bajo la forma de recomposición  mundial de las relaciones entre clases,
naciones, capitales,  naturaleza  y  saber
humano,  avanzando  en su objetivo de  borrar los registros de la memoria colectiva,
posponer resistencias e imponer sobre tierra arrasada  el nuevo 
espectro  del capital.
La metamorfosis   se desarrolla a través de  tendencias particulares, entre ellas – 1) la
fragmentación y mundializacion de los procesos productivos integrados por
noveles  redes industriales
transnacionales, junto a  la aplicación
de la nueva tecnología en la información y comunicación (TIC) capaz de romper
barreras temporales en la movilidad del capital, manteniéndolo en
movimiento  las 24 horas 2)  la expansión en  cantidad y calidad de los medios de
trasportes,  acompañado  por el  crecimiento de las migraciones de fuerzas de
trabajo.
En este marco,  el monopolio de
la violencia  tiene su base en la
subordinación  del conocimiento a la dominación
existente.  
La situación  ha llevado a
una   demencial complejidad del  trabajo, donde aparecen las puntas de lanzas
del nuevo modo de dominación,  a saber:
el control sobre el gasto fuerza de trabajo  ritmos y pausas del proceso productivo, escoltado
por  los nuevos procesos de calificación
y recalificación de la misma,  ampliando
la brecha entre el trabajo intelectual y el manual.
Sus características principales se manifiestan  en  - alargamiento
de la jornada de trabajo –  estado de
vigilancia y presión invisible  sobre el
mismo –  persecución de los emigrantes
como modo de regulación del conjunto de la fuerza de trabajo –  presión directa y efectiva del “empleo
militar” incluido los artefactos de control en los lugares de trabajo, públicos
o privados –  la multiplicación de los
controles disciplinarios en la vida cotidiana, identificación de personas,
guardias privados, cámaras ocultas y grabaciones. En su conjunto   legalizan el actual estado de cosas.
No crear falsas expectativas requiere dejar  en claro que,  el capital solo hace lo inherente a  su naturaleza,  aunque en dicho hacer  destruya una porción de las bases acumulativas.
Por lo tanto, los llamados a refundarlo  sobre aparentes nuevos cimientos (capitalismo
humanizado)  plasman  el reconocimiento de su naufragio.
Alcances de la crisis financiera
Ante la universalización  de la
producción y su consecuencia la “crisis sivilizatoria” los  medios de comunicación hacen el centro en la
conducta accionaría de  la bolsa.  Los efectos de dicho movimiento pueden llegar
a ser espectaculares, más allá de ello, “subjetivos” en términos de imagen del capital,
no constituye el canal de propagación más importante.
En todo caso,  la inquietud
inmediata debería  relacionase  con  otros
aspectos centrales   1) profundización de la contracción del crédito
interno en el sector financiero, provocado por los títulos desvalorizados  existentes en los bancos y fondos de colocación
de riesgos. 2)  ritmo y violencia alcanzada
por la burbuja inmobiliaria, sobre todo en la Unión Europea , 3)  efectos parcialmente antagónicos de las políticas
de tazas de interés y tasas de cambio,  adoptado
por los principales países. 
Fue Carlos Marx, quien dejo algunas ideas e indicaciones metodologicas
para abordar las “crisis financieras” en particular la teoría del “capital
ficticio”
En este sentido, el centro gravitante  es el “capital dinero”  moviéndose en la orbita de los bancos, la bolsa
y las finanzas,  generando  una crisis monetaria, llamadas en el presente “crisis
financieras”   reflejando   la
maduración de las contradicciones a nivel de  formación de tasas de ganancias y la
revalorización del valor y el  plus valor.
Ante las circunstancias, el acento debería estar puesto en comprender las
consecuencias de lo denominado,  larga
fase de acumulación del capital “sin ruptura”, (considerando  la reconstrucción  de la destrucción de la segunda guerra
mundial a mediados de el año 1950)  desde
entonces se transito más de 50 años  ininterrumpidos,  es la etapa  mas larga de la historia. En ese ínterin no se
produjo ninguna alteración desde el flanco de la lucha de clases, por lo cual,  el capitalismo mundial  tuvo las manos libres para aplicar la contrarrevolución
neoliberal  conservadora.
 Esa continuidad  en la recolección  en un periodo tan largo, fue fundamental para la
apropiación por parte  capitalismo de la
praxis  social,  forjando  a nivel general  un tipo de sociedad “global” marcada por el
dominio del capital financiero concentrado, expandiéndose más allá de la esfera
económica. Se puede plantear por lo tanto que  la “fuerza 
económica y social del capital de inversión financiera  es consecuencia directa  de esa falta de ruptura en la acumulación”.
Una de los primeros efectos  de
la reaparición de dicho capital a fines del año 1960, fue el aumento de las
ganancias  no reinvertidas  en la producción directa de valor y plus valor.
Era preciso no dejarlas  ociosas,  de ahí surgió la posibilidad de actuar como
capitales de préstamos, función cumplida transitoriamente por el mundo de los
eurodólares, hasta que la liberalización financiera orquestada por Washington
sentara las bases del mercado planetario.
Aparecen a la vez dos grandes manantiales  de un capital dispuesto  a compartir la plusvalía manteniéndose fuera
de la producción – 1) la renta basada en las fuentes de energía o de materias
primas, donde la renta petrolera es la mas importante- 2) los fondos de
acumulación de títulos de los sistemas de inversión privados.
En los países  más avanzados,  la taza de plusvalía entendida como (la
diferencia entre el tiempo de trabajo socialmente necesario y el tiempo efectivamente
trabajado) son las más elevadas de globo. En la actualidad la productividad del
trabajo es muy alta y el tiempo de trabajo necesario muy bajo, una de las
razones del  fenómeno, es la importación
de “bienes salarios” baratos,  influyendo
 en el costo de la producción. Considerándola
en términos de masa, no de tasa, la mayor parte de la plusvalía  que permite la reproducción del capital en la
actualidad, proviene de Asia  en especial
de China.
En el continente mencionado, el precio proporcional del trabajo (el
precio en relación a la plusvalía o 
valor del producto) ha bajado  en
la medida en que al efecto  de la
duración e intensidad del mismo, se le sumo el aumento de la productividad a
través de la modernización del equipamiento,  estimulado 
por la presencia de grupos económicos extranjeros.
Durante la primera mitad del año 1990 se produjo el primer desplazamiento  del acopio  hacia,  Corea,
Taiwán y Singapur,  motorizando  la crisis Asiática de los años 1997- 1998 -
luego de esa fecha, China se puso al frente y en menor medida India. 
El país citado  no se hubiese
transformado tan rápido  en “fabrica del
mundo” sin el trasladando de la producción de las mayores empresas  Estadounidenses y  Japonesas.  En este sentido las relaciones económicas  políticas de la época, deben ser
consideradas  como “articulaciones de una
totalidad y diferenciación en el interior de tal unidad”.
Hasta el comienzo del año 2000 se podía ubicar a Estados Unidos en el
centro de las relaciones internacionales constitutivas de la llamada “modernización”
  ya no lo es,  a pesar de ser el gestor de la mundializacion
y de haber sido en gran medida el 
arquitecto del régimen constitucional correspondiente.  Hoy  es
solo unos de los elementos constitutivos, uno de los polos, no el único. Sin
embargo sigue ejerciendo grados de  preponderancia  por  el manejo
del dólar como moneda de cambio internacional y  la tenencia de la mayor fuerza militar
planetaria. 
 La mutación en marcha tiene a China
como un componente fundamental, Asia industrializada jugo el papel de asegurar  la longevidad planetaria a la larga fase de
acumulación sin rupturas - pero contradictoriamente y debido a las condiciones  del funcionamiento de la economía mundial” sembró
los gérmenes  de la crisis actual.
La irrupción en el mercado mundial de los gigantes Asiáticos,  significo poner en competencia a todos los
trabajadores del mundo. El redespliegue de inversiones  de los grupos industriales de la triada
(Estados Unidos, Europa y Japón) y la importación de mercancías baratas
producidas en China, dieron un fuerte apoyo 
a las políticas económicas 
dirigidas a contener los salarios.
El haber puesto en competencia directa a los trabajadores, trajo
repercusiones importantes en la esfera de las finanzas y en  la baja de la taza de interés a largo plazo,
se deben  sumar  los fondos de locaciones financieras que  junto a los bancos se lanzaron  a  la
llamada “fuga hacia delante” con inversiones cada vez mas peligrosas y activos
cada vez mas opacos, es decir ficticios. En forma paralela se asistió al acopio
 de excedentes comerciales y reservas de
divisas “principalmente dólares” por parte de los países Asiáticos y por
aquellos   proveedores 
de materias  primas, colocándolos  en bonos, 
acciones  u obligaciones privadas  como los créditos hipotecarios. Así,  la economía capitalista se encuentra  mundializada 
como campo de valoración del capital y competencia entre los
trabajadores.
El  almacenamiento  del capital  buscando  recotizarse  como capital dinero a interés, y, el crecimiento
de la complejidad de los mercados financieros, convergen  en desequilibrios  multiformes propios de las finanzas.
El primer episodio fue la 
alteración  Mexicana en el año
1982, seguidas por las quiebras bancarias en los Estados Unidos  en la primer mitad  del año 1980, continuando  con el crac bursátil de Wall Street en el año
1987, mas adelante en el año 1989 se dieron las quiebras y salva tajes   de las
cajas de ahorro en los Estados Unidos  marcando el debut de la crisis inmobiliaria,
su punto culminante fue la debacle del sector inmobiliario en Japón. 
El año 1990 se caracterizo por las  grandes depresiones  en los marcos cambiantes de Europa,
provocadas por el capital dinero concentrado en inversiones institucionales, dándose
a la par,  un proceso de  desplazamiento de las crisis financieras hacia
la periferia  del capital mundial
(mercados emergentes) generando la segunda crisis Mexicana en el año 1995,  la
 Asiática  1997- 1998, acompañada  por la crisis Rusa y Brasileña,  también,  la Argentina  del  año 2001.
El ciclo de la nueva fase expansiva de la  economía  es  motorizado  en los Estados Unidos entre los años 1998-
2001,  completando el montaje del actual régimen
“gobierno de empresas” haciendo del valor accionarial su objetivo prioritario. 
El hilo conductor de  la economía
capitalista  es  la monopolización de un monto tremendamente
elevado del capital ficticio y la modificación de los lineamientos económicos políticos
para asegurar su vigencia. El carácter puramente ilusorio, imaginario,  de los títulos y acciones  siguió profundizándose trasladando las   sumas ficticias  al conjunto del mundo. 
Certezas e incertidumbres de América
Latina
 Ante las nuevas circunstancias
la burguesía de América Latina creyó  estar a salvo, esgrimiendo (entre otros
aspectos) el crecimiento de  las economías
de los países integrantes del BRIC (Brasil, Rusia,  India, China y Sudáfrica). Sin embargo, no llegaron  a visualizar en tiempo y forma  las consecuencias acarreadas por la gran  capacidad productiva instalada en China y la
falta   de  mercados
 para colocar la  producción.  Su principal comprador  Estados Unidos  se encuentra inmerso en una gran depresión, por
lo tanto se ve obligada a conquistar otros mercados  para  ubicar los excedentes.
En un momento se intento difundir una gran ilusión,  basándose en una circunstancia   específica: el  haber 
salido parcialmente  de los
lineamientos neoliberales y el retorno del estado a políticas más o menos
expansivas, las  ubicarían   al
margen del  estallido.  Un lindo sueño mientras duro.
Han hecho centro en considerar  al
estado como un agente externo a la economía, cuando en realidad es parte del
capital, y,  su intervención solo puede
pensarse a partir de analizar las condiciones de reproducción material en  los países donde actúa. 
Los hechos  demuestran  una  intervención
estatal sostenida  por las riquezas reales
o ficticias provocadas por el  propio
quiebre   sistémico. América del Sur se expande a partir
de los  aumentos de precios de las
materias primas, impulsadas por la emisión monetaria Estadounidense y la
vigorosa  expansión de China- esta a su
vez -  se sostiene por la compra de bonos
del tesoro Norteamericano, gracias a los cuales Estados unidos mantiene su
poder de compra ficticio. Así, quienes soñaban con safar de la hecatombe   se
encuentran siendo un  producto de su
propia ineficiencia.  Las normas económicas
políticas  en lo aparente expansivas  se muestran como la causa de las caídas.
 El neoliberalismo sueña con más economía
de mercado, mientras algunos   sectores de izquierdas apoyan en diferentes
grados  la intervención estatal
capitalista, con la ilusión de lograr crecimiento y equidad.
En el contexto citado,  parte de
las izquierdas niegan el carácter científico de las relaciones sociales, suplantándolo
por una mirada subjetiva  a través del
individualismo metodológico o el pos modernismo, al unísono niegan el carácter
científico de la lucha de clases. En base a las apariencias   creen 
poder suplantar el análisis desplegado por  la determinación del valor,   por los
sentimientos  o mística popular, haciéndolos
 caer en el voluntarismo  y el determinismo absoluto, ambos   actuando
como  dos caras de una misma moneda.
Durante mucho tiempo se fundamento  que las particularidades existentes en América
Latina eran el resultado de una  falla 
del capitalismo, de la deformación del mismo o  falta de implementación de algunos aspectos. 
Pero en realidad no falta,  sobra
capitalismo.  Las singularidades  de América Latina surgen de su pleno
desarrollo a través de una 
acumulación  diferenciada  a niveles nacionales  a partir  de los  lugares ocupados  en cada país.
En la región  la mayor parte de
los capitales son pocos productivos y las empresas sobreviven a la competencia
recurriendo a otros grifos,  entre ellos
y sin ser el  único, los subsidios del  estado.  Además de seguir profundizando la explotación.
Se le acoplan  otros surtidores  como las ganancias extraordinarias obtenidas por
la apropiación de los recursos naturales, 
produciendo  mercancías no
reproducibles por el trabajo humano, con un rendimiento  alto.
La llamada renta de la tierra es la principal causa  del 
sostenimiento de un  capital
ineficiente, a dicha renta se le suma la deuda externa y la explotación de
materias primas.  La deuda o la
superexplotación no constituyen una traba para el desarrollo capitalista, son  fuentes compensadoras de la baja productividad,
por la tanto,  las debilidades del régimen
son el resultado de su  normal desarrollo
 y no 
consecuencia  de la dependencia  o de una fase neoliberal.
La  inserción mundial de la
región,  se basa  en la 
explotación de mercancías portadoras 
de la renta diferencial de la tierra (cobre, soja, petróleo) esto se
combina con los capitales de baja productividad necesitando de dicha renta para
compensar la caída en la competitividad. Dentro de esa generalidad se dan
particularidades en torno a la propiedad de la tierra  en manos  de los estados o los terratenientes, y,  el valor de la propia fuerza de trabajo.
El marxismo en ocasiones,  se
muestra contrario a lo que Marx proponía - en lugar de estudiar las
determinaciones  de la situación concreta
en el devenir histórico,  aplica teorías
como la del imperialismo o la dependencia, explicando  todo a partir de modelos ideales.  No se trata de negar la existencia del
imperialismo o  la dependencia, pero el análisis
de la situación requiere  en lo
fundamental, examinar la conducta del capital, de la cual el imperialismo y la
dependencia son consecuencias no causas. Esas variantes ideo logizadas han
dejado de ser herramientas para la transformación revolucionaria, cuestión
conducente a la revitalización de los principios del socialismo científico.
Cuando Lenin estando en Zurich (Zuiza) entre enero y julio del año 1916
escribió  “el “imperialismo fase superior
y ultima del capitalismo” publicada por primera vez en Petrogrado en abril del
año 1917, lo hizo ha partir de analizar 
los trabajos de Carlos Marx (entre otros) relacionados con la conducta
del capital.  Pudo dejar su magnifico legado
 gracias a la existencia del capitalismo
analizado por su antecesor. Abordando   las conclusiones  originales   previo
y alerto sobre  su  posterior desarrollo. 
Nos toca, en base al estudio de cada acontecer,  reivindicar 
y aplicar donde sea posible, los análisis tendientes a la transformación
 de las sociedades  en base a las  autenticas   realidades. 
Lo expuesto implica  desentrañar
las formas y metodologías para sustituir dicha contradicción, y, aquí nos
encontramos con un sin numero de actos  en pro o en contra de dicha idea. Sin intentar
simplificar nada, posiblemente  lo
elemental sea la coincidencia sobre la existencia de la misma a partir de lo
cual,  se podrían ir generando distintas
iniciativas para suplantarla. Lo dicho  conduce
al abordaje de un mundo de posibilidades  con diferentes expresiones y lenguajes   acordes
a los  espacios y tiempos concretos   donde 
se materialicen.  
Sabiendo mirar,  nos encontramos
con un menú amplio de posibilidades, comprenderlo  implica   resolver  las  propias
limitaciones para captar  sus  potencialidades.  Si bien la complejidad  acompaña cada movimiento,  se la debe afrontar   para salir
airosos. En este contexto, la superación del dogmatismo  es 
esencial para avanzar.  
El país
 Inmerso en la campaña electoral
donde las fuerzas políticas de la burguesía deciden, quien  será la administradora del sistema
capitalista, en los marcos de a degradación del régimen, las  primeras novedades  han 
sido el desgranamiento  de la
denominada “centro izquierda” y el acuerdo de la Unión Cívica  Radical con
el representante del fascismo internacional 
Mauricio Macri, aunque pequeños sectores superados por las eventualidad
se aliñen junto al gobierno o concreten otras alianzas para evitar desaparecer
como fuerza. La otra en un sentido positivo,  es la permanencia de la izquierda diputando
conciencias  en el terreno electoral,
superando lo testimonial y fortaleciendo la capacidad  de generar políticas,  logrando nuevos  acuerdos.
 Dicho proceso  se acelera  cuando la deuda del país asciende a 209000
millones de dólares, ha pesar de haber pagado 110000 millones  en los últimos  diez años, demostrando  la  gravedad  de la situación. Sin dudas, el déficit público
es uno de los mecanismos  privilegiados
de la clase dominante y el capital mundial para intentar salir del atolladero.
Ha pesar del relato del des-endeudamiento (novelesco  por cierto) el gobierno busca desesperadamente
la vuelta al endeudamiento, lográndolo últimamente, comprometiendo aun mas los
recursos públicos. Mientras tanto, junto a la denominada oposición,  sigue callando y escondiendo la posibilidad de
investigación del mismo. 
Es interesante observar   dentro   de  la dinámica
 social,  la opinión de un  dirigente sindical con la virtud de animarse a
defender los derechos en la calle y explicar 
a los cuatros vientos  que  con el “salario no se juega”.  Tiene razón.   Pero  el capital es muy serio  con los salarios, por eso mismo atrasan los
pagos,  los bajan, quitan, arrebatan,
roban, absorben, como conducta normal.
Bien, dentro del todo único de la vida y las consecuencias de las
diferentes realizaciones,   por diversos  canales se expresan  las  necesidades  de brindar opiniones sobre temas álgidos,  por lo general, tratando  de evitarse o 
esperando ser abordados  por otros,
 al ser  portadores de  aspectos  delicadamente sensibles  para la militancia antisistemica.
Luego de un tiempo prudencial indispensable para conocer algunas particularidades
y tendencias, se hace  posible exponer   algunas
situaciones.  
Para muchos no es una novedad la existencia  de orientaciones hacia los exponentes  de la igualdad,  por parte de individuos u organizaciones  intentando implantar  lineamientos  en defensa del régimen.  Se agudizan 
las iniciativas  de
imposición  en el  interior de las organizaciones   de
arcaicos pero aun eficaces métodos,  como
 aquel de aparecer  mas radicalizados  que todos los exponentes juntos de tal
radicalidad.  Aunque las  actitudes concretas  estén en discordancia   con 
dichas posiciones.
Así mismo, por ser algo común  manifestándose
   en todas partes,   puede
advertirse la reaparición  como por arte
de magia, de  personajes que nunca
hicieron nada  en favor de los
desposeídos, sino todo lo contrario.   Sin
embargo, se muestran  como hacedores,   mientras
 califican  de vacilantes  
a quienes se oponen a las  políticas individualistas, donde el yo es el
invitado de honor.  Aparecen así, en
principio, dos incongruencias  íntimamente
relacionadas  - intentar aparecer como lo
que nunca fueron ni serán y   calificar
de débiles  a quienes no aceptan sus
posiciones.  Al decir del saber popular,  matan dos pájaros de un  tiro.
Rascando un poquito,  se llega a la
comprobación  de  vinculaciones, en algún momento de sus vidas,  con sectores proclives al apoyo  del accionar de la dictadura cívico militar
fascistas, siendo a la vez,  condescendientes  con los asesinos seriales dedicados al
trafico de drogas y la trata,  utilizando
para definirse  expresiones particulares
“yo no me meto en sus vidas”  “es cosa de
ellos no mía”  etc. sin condenar dicho
accionar.
 Quienes actúan de esta manera
son vivillos de poca monta buscando alguna posibilidad de prenderse de la
teta,  pero sin llegar a comprender que
solo le muestran el color de una descolorida zanahoria.  Independientemente de los logros,  de por vida serán mandaderos de otros
mandaderos. Convengamos  sobre la  existencia y consecuencias de sus actos.
Un grado diferente de objetivos y coordinación  es 
implementado por aquellos apareciendo  como fuerza propia, actuando mas sutilmente,  buscando los espacios para denigrar a sus
pares con cuestiones aparentemente inocentes, 
introduciendo por ejemplo,  la
palabra burócratas o similares al 
referirse  a sus compañeros ubicados   al   frente de las luchas,  con  los
aciertos y errores propios de la participación.
Mientras le  sacan en cuerpo al
debate de ideas,   meticulosamente cumplen con su función, si no
logran imponer sus criterios, comienzan la preparación  de  sus
vuelos hacia otros nidos.  Aquí se dan  situaciones  a tener en cuenta  - en primer lugar, quienes comparten un
colectivo lo hacen por propia conciencia o voluntad,  por lo tanto,  tienen todo el derecho de emigrar hacia otros
horizontes.   Sin embargo,  cuando esas  idas     son precedidas
por la denigración de quienes enfrentan las situaciones,  traslucen  la existencia de otras intenciones.  Lo consumado 
obliga al  abordaje de  una complejidad superior ¿Por qué? Porque
aquel “ser” capaz de introducir desvanecías a partir de cuestiones no fundamentales
con las consecuencias (entre varias) de 
restringir   las actividades,  demuestra  poseer  un horizonte diferente.  Unos son y serán mandaderos,   otros, con
la capacidad de trabar las  actividades,  han  recibido
algún tipo de preparación y accionan  en
consecuencia.
El planteo  de estas  cuestiones en lo aparente burdas es  de modo general,   por no
tener derecho a hacerlo  de otra manera, teniendo
en cuenta   la delicada sensibilidad.  Sin embargo, no es un impedimento para
reflexionar a cerca de la existencia de lineamientos mas sofisticados,
complejos,  no siempre visualizados a
simple vista, cumpliendo con su faena disgregatoria,  mientras fortalecen sus propias fuerzas.  
Se trata  de estar atentos,  dejando  en claro que el único compromiso existente es
el de la defensa de los interés de los trabajadores explotados, los  despojados y oprimidos de la ciudad y el
campo, sean mujeres, hombres, jóvenes o no  jóvenes.  Todo lo demás es harina de otro costal. 
El estar alertas es esencial,  porque la burguesía  cuenta con siglos de sabiduría  orientada 
a  consolidar  sus  propios 
avances, destruyendo  a sus oponentes  como algo   natural.
Las referencias hechas  son
elementales aunque no carentes  de
importancia, por lo mismo, se las debe considerar como líneas de conductas
permanentes actuando en  diferentes
espacios  a través del tiempo,  por encima de  los destellos aislados o circunstanciales.
A pocas horas de conmemorar el día internacional de los trabajadores, un
saludo para todos y el recuerdo para  los
 pares caídos  en defensa de los  más elementales derechos. Como siempre,  es un día de luchas, no de fiestas.
Juan Alberto Remedi – integrante del movimiento Bolivariano de Entre Ríos 
                                                                                                   
Paraná: abril de 2015  
www.remedijuanalberto.blogspot.com 
 
 
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