martes, 28 de abril de 2015

Materialidades pasadas y presentes  proyectadas a la complejidad del futuro

 Afrontar (aunque de modo parcial)  un cúmulo  de inquietudes, interrogantes e  incertidumbres,  yacentes en las  mentes y corazones de quienes obstinadamente hacen esfuerzos para logar un mundo más igualitario, requiere originalidad. En este caso, la carencia de la misma  no implica despreocupación,  todo lo contrario,  fue intensa la preparación y el  trabajo con notas del  archivo.

Como comprenderán, dicho propósito no siempre resulta exitoso.  Pero,  por encima de ello, los pareceres se deben brindar   considerándolos como  un conjunto de ideas con las cuales se puede concordar o disentir.
 La existencia de posiciones en lo  ideológico político,  portadas por diferentes actores ubicados en las fuerzas políticas tradicionales,  así lo requieren.  Lo mismo en  el campo de las izquierdas donde,  por  razones a seguir dilucidando siguen apareciendo algunas contradicciones no fundamentales entre, quienes realizan una tarea puramente intelectual, muchas veces   al margen de los acontecimientos dinamizados por la vida,  en otras,  haciendo esfuerzos por ser participes de los mismos, y, aquellos con la responsabilidad dictada por la  propia conciencia de confirmar  ideas  en cada  lugar y momento concreto.

Quizás, tan solo quizás, los tiempos entre cuatro paredes   sean diferentes a los  de la cara a la sociedad  en sus diferentes grados y potencialidades. Pareciera haber un espacio y tiempo para el pensamiento y la elaboración de conceptos,  apareciendo como más resolutivo en relación con aquel de la aplicación de  los saberes  o no saberes  en los hechos diarios.

Lo positivo  reside en comprender la presencia  de múltiples posibilidades  para resolverlo  de forma eficiente, una de los ellas  es la labor colectiva acompañada por  el intercambio de opiniones y las discusiones relacionadas. Si bien son conceptos  repetidos, su aplicación significa ir ganando algo de tiempo, dentro del lapso no correctamente utilizado  por la falta de coordinación y continuidad de los accionares.  Salir adelante   requiere del ejercicio de  una mayor solidaridad a la ya existente entre pares, dentro de un todo único y diferenciado a la vez,  posibilitando así  mejores resultados.

Naturalmente, presentado de este modo, pareciera ser un hecho de sencilla  resolución, sin embargo el camino recorrido y a recorrer exterioriza aristas peculiares,  demandando  poner en tensión  las reservas en lo humano,  con toda la significancía de dicha  concepción.  Lo esbozado  es tan solo uno de los  elementos presentes  en  cada objetividad.

Otros  componentes   están  dados  por las  situaciones  vividas  a nivel internacional  como  en el propio país y la necesidad  de  expresar algunas cuestiones inherentes a fin de posibilitar una comprensión más cercana a los acontecimientos y sus posibles repercusiones.
Avanzar en este sentido requiere  (entre otros aspectos) tener alguna noción  sobre la teoría del valor estudiada y  expresada por Carlos Marx.

 Saber en definitiva que el valor,  antes de ser una teoría,  es la expresión de una sociedad basada en las relaciones mercantiles  entre personas,  el resultado de la expropiación de los medios de producción, por lo cual  desaparece la posibilidad de autosucistencia. El intercambio equitativo  requiere la valoración de la mercancía en forma objetiva por quienes lo establecen, debiendo cumplir además,  con el elemento básico  de ser útil para satisfacer las necesidades del ser humano. Lo que Marx descubre es que,  justamente  en ese intercambio de equivalencias surge la desigualdad.
Visualizarla requiere comprender que la sustancia específica y común de las mercancías para ser intercambiadas,  es el tiempo de trabajo privado socialmente necesario para producirlas. La plusvalía o el plus valor,  surge  porque la fuerza de trabajo es  considerada una mercancía,  siendo vendida como cualquier otra, pero  posee  una  particularidad especial,  su “valor de uso” es la  fuente del valor y por lo tanto del plus valor,  la “sustancia de la ganancia capitalista”.



Cambio de época

En la actualidad se encuentra  en pleno desarrollo una nueva configuración mundial del régimen en sus fundamentos y tendencias, en particular  de la relación trabajo capital,  debiendo ser  abordada  desde una mirada histórica  por sobre los ciclos o coyunturas económicas. En dicha transito se gestan nuevos equilibrios y confrontaciones.

Lo que hoy suele llamarse “modelo neoliberal” mundializacion (globalización) es en realidad,  una nueva confrontación mundial de la relación citada,   el nombre dado  a una de sus periódicas mutaciones.
Lo vital radica en ubicar  el   núcleo de este proceso la “propiedad privada”  de ella emana  el mando despótico, la violencia, explotación, humillación, el despojo y la opresión.

Teniendo en cuenta  el planteo histórico,  la expresión de la relación del capital  es sostenida  por dos hechos  concentrados e íntimamente entrelazados: la explotación (apropiación del producto excedente bajo la forma de plusvalía) y el despojo (la apropiación violenta y encubierta bajo formas legales  de los bienes naturales y de propiedad comunal o publica).
 Dentro de la contradicción fundamental  se encuentra presente el trabajo viviente,  bajo formas siempre cambiantes , renovadas, mostrándose   entrelazadas, superpuestas y combinadas, en una escala impensable  como corolario  de  las innovaciones tecnológicas del siglo XX,  implementadas   a través de una serie de batallas contra las posiciones y conquistas de los trabajadores.

Entonces, hablar  de crisis   equivale   a referenciar la  manifestación  concreta de una  agudización dramática de la normalidad burguesa, implicando la destrucción del capital y desvalorización de la fuerza de trabajo.  La característica principal del capital internacionalizado es el descenso salarial, es decir, la parte del producto bruto interno (PBI) absorbida por los trabajadores, tendencia equivalente al aumento de la explotación.  La punta de ingreso a la mutación capitalista del cambio de siglo a partir de la segunda  mitad de los años 80,  fue justamente  el aumento tendencial de la tasa de explotación y la recuperación de la tasa de ganancia capitalista.

La expresión referida  atraviesa uno de los grandes ciclos bajo la forma de recomposición  mundial de las relaciones entre clases, naciones, capitales,  naturaleza  y  saber humano,  avanzando  en su objetivo de  borrar los registros de la memoria colectiva, posponer resistencias e imponer sobre tierra arrasada  el nuevo  espectro  del capital.
La metamorfosis   se desarrolla a través de  tendencias particulares, entre ellas – 1) la fragmentación y mundializacion de los procesos productivos integrados por noveles  redes industriales transnacionales, junto a  la aplicación de la nueva tecnología en la información y comunicación (TIC) capaz de romper barreras temporales en la movilidad del capital, manteniéndolo en movimiento  las 24 horas 2)  la expansión en  cantidad y calidad de los medios de trasportes,  acompañado  por el  crecimiento de las migraciones de fuerzas de trabajo.
En este marco,  el monopolio de la violencia  tiene su base en la subordinación  del conocimiento a la dominación existente.  

La situación  ha llevado a una   demencial complejidad del  trabajo, donde aparecen las puntas de lanzas del nuevo modo de dominación,  a saber: el control sobre el gasto fuerza de trabajo  ritmos y pausas del proceso productivo, escoltado por  los nuevos procesos de calificación y recalificación de la misma,  ampliando la brecha entre el trabajo intelectual y el manual.
Sus características principales se manifiestan  en  - alargamiento de la jornada de trabajo –  estado de vigilancia y presión invisible  sobre el mismo –  persecución de los emigrantes como modo de regulación del conjunto de la fuerza de trabajo –  presión directa y efectiva del “empleo militar” incluido los artefactos de control en los lugares de trabajo, públicos o privados –  la multiplicación de los controles disciplinarios en la vida cotidiana, identificación de personas, guardias privados, cámaras ocultas y grabaciones. En su conjunto   legalizan el actual estado de cosas.

No crear falsas expectativas requiere dejar  en claro que,  el capital solo hace lo inherente a  su naturaleza,  aunque en dicho hacer  destruya una porción de las bases acumulativas. Por lo tanto, los llamados a refundarlo  sobre aparentes nuevos cimientos (capitalismo humanizado)  plasman  el reconocimiento de su naufragio.


Alcances de la crisis financiera

Ante la universalización  de la producción y su consecuencia la “crisis sivilizatoria” los  medios de comunicación hacen el centro en la conducta accionaría de  la bolsa.  Los efectos de dicho movimiento pueden llegar a ser espectaculares, más allá de ello, “subjetivos” en términos de imagen del capital, no constituye el canal de propagación más importante.
En todo caso,  la inquietud inmediata debería  relacionase  con  otros aspectos centrales   1) profundización de la contracción del crédito interno en el sector financiero, provocado por los títulos desvalorizados  existentes en los bancos y fondos de colocación de riesgos. 2)  ritmo y violencia alcanzada por la burbuja inmobiliaria, sobre todo en la Unión Europea, 3)  efectos parcialmente antagónicos de las políticas de tazas de interés y tasas de cambio,  adoptado por los principales países.

Fue Carlos Marx, quien dejo algunas ideas e indicaciones metodologicas para abordar las “crisis financieras” en particular la teoría del “capital ficticio”
En este sentido, el centro gravitante  es el “capital dinero”  moviéndose en la orbita de los bancos, la bolsa y las finanzas,  generando  una crisis monetaria, llamadas en el presente “crisis financieras”   reflejando   la maduración de las contradicciones a nivel de  formación de tasas de ganancias y la revalorización del valor y el  plus valor.

Ante las circunstancias, el acento debería estar puesto en comprender las consecuencias de lo denominado,  larga fase de acumulación del capital “sin ruptura”, (considerando  la reconstrucción  de la destrucción de la segunda guerra mundial a mediados de el año 1950)  desde entonces se transito más de 50 años  ininterrumpidos,  es la etapa  mas larga de la historia. En ese ínterin no se produjo ninguna alteración desde el flanco de la lucha de clases, por lo cual,  el capitalismo mundial  tuvo las manos libres para aplicar la contrarrevolución neoliberal  conservadora.
 Esa continuidad  en la recolección  en un periodo tan largo, fue fundamental para la apropiación por parte  capitalismo de la praxis  social,  forjando  a nivel general  un tipo de sociedad “global” marcada por el dominio del capital financiero concentrado, expandiéndose más allá de la esfera económica. Se puede plantear por lo tanto que  la “fuerza  económica y social del capital de inversión financiera  es consecuencia directa  de esa falta de ruptura en la acumulación”.

Una de los primeros efectos  de la reaparición de dicho capital a fines del año 1960, fue el aumento de las ganancias  no reinvertidas  en la producción directa de valor y plus valor. Era preciso no dejarlas  ociosas,  de ahí surgió la posibilidad de actuar como capitales de préstamos, función cumplida transitoriamente por el mundo de los eurodólares, hasta que la liberalización financiera orquestada por Washington sentara las bases del mercado planetario.
Aparecen a la vez dos grandes manantiales  de un capital dispuesto  a compartir la plusvalía manteniéndose fuera de la producción – 1) la renta basada en las fuentes de energía o de materias primas, donde la renta petrolera es la mas importante- 2) los fondos de acumulación de títulos de los sistemas de inversión privados.

En los países  más avanzados,  la taza de plusvalía entendida como (la diferencia entre el tiempo de trabajo socialmente necesario y el tiempo efectivamente trabajado) son las más elevadas de globo. En la actualidad la productividad del trabajo es muy alta y el tiempo de trabajo necesario muy bajo, una de las razones del  fenómeno, es la importación de “bienes salarios” baratos,  influyendo  en el costo de la producción. Considerándola en términos de masa, no de tasa, la mayor parte de la plusvalía  que permite la reproducción del capital en la actualidad, proviene de Asia  en especial de China.
En el continente mencionado, el precio proporcional del trabajo (el precio en relación a la plusvalía o  valor del producto) ha bajado  en la medida en que al efecto  de la duración e intensidad del mismo, se le sumo el aumento de la productividad a través de la modernización del equipamiento,  estimulado  por la presencia de grupos económicos extranjeros.

Durante la primera mitad del año 1990 se produjo el primer desplazamiento  del acopio  hacia,  Corea, Taiwán y Singapur,  motorizando  la crisis Asiática de los años 1997- 1998 - luego de esa fecha, China se puso al frente y en menor medida India.
El país citado  no se hubiese transformado tan rápido  en “fabrica del mundo” sin el trasladando de la producción de las mayores empresas  Estadounidenses y  Japonesas.  En este sentido las relaciones económicas  políticas de la época, deben ser consideradas  como “articulaciones de una totalidad y diferenciación en el interior de tal unidad”.

Hasta el comienzo del año 2000 se podía ubicar a Estados Unidos en el centro de las relaciones internacionales constitutivas de la llamada “modernización”   ya no lo es,  a pesar de ser el gestor de la mundializacion y de haber sido en gran medida el  arquitecto del régimen constitucional correspondiente.  Hoy  es solo unos de los elementos constitutivos, uno de los polos, no el único. Sin embargo sigue ejerciendo grados de  preponderancia  por  el manejo del dólar como moneda de cambio internacional y  la tenencia de la mayor fuerza militar planetaria.
 La mutación en marcha tiene a China como un componente fundamental, Asia industrializada jugo el papel de asegurar  la longevidad planetaria a la larga fase de acumulación sin rupturas - pero contradictoriamente y debido a las condiciones  del funcionamiento de la economía mundial” sembró los gérmenes  de la crisis actual.

La irrupción en el mercado mundial de los gigantes Asiáticos,  significo poner en competencia a todos los trabajadores del mundo. El redespliegue de inversiones  de los grupos industriales de la triada (Estados Unidos, Europa y Japón) y la importación de mercancías baratas producidas en China, dieron un fuerte apoyo  a las políticas económicas  dirigidas a contener los salarios.
El haber puesto en competencia directa a los trabajadores, trajo repercusiones importantes en la esfera de las finanzas y en  la baja de la taza de interés a largo plazo, se deben  sumar  los fondos de locaciones financieras que  junto a los bancos se lanzaron  a  la llamada “fuga hacia delante” con inversiones cada vez mas peligrosas y activos cada vez mas opacos, es decir ficticios. En forma paralela se asistió al acopio  de excedentes comerciales y reservas de divisas “principalmente dólares” por parte de los países Asiáticos y por aquellos   proveedores  de materias  primas, colocándolos  en bonos,  acciones  u obligaciones privadas  como los créditos hipotecarios. Así,  la economía capitalista se encuentra  mundializada  como campo de valoración del capital y competencia entre los trabajadores.

El  almacenamiento  del capital  buscando  recotizarse  como capital dinero a interés, y, el crecimiento de la complejidad de los mercados financieros, convergen  en desequilibrios  multiformes propios de las finanzas.
El primer episodio fue la  alteración  Mexicana en el año 1982, seguidas por las quiebras bancarias en los Estados Unidos  en la primer mitad  del año 1980, continuando  con el crac bursátil de Wall Street en el año 1987, mas adelante en el año 1989 se dieron las quiebras y salva tajes   de las cajas de ahorro en los Estados Unidos  marcando el debut de la crisis inmobiliaria, su punto culminante fue la debacle del sector inmobiliario en Japón.
El año 1990 se caracterizo por las  grandes depresiones  en los marcos cambiantes de Europa, provocadas por el capital dinero concentrado en inversiones institucionales, dándose a la par,  un proceso de  desplazamiento de las crisis financieras hacia la periferia  del capital mundial (mercados emergentes) generando la segunda crisis Mexicana en el año 1995,  la Asiática 1997- 1998, acompañada  por la crisis Rusa y Brasileña,  también,  la Argentina del  año 2001.

El ciclo de la nueva fase expansiva de la  economía  es  motorizado  en los Estados Unidos entre los años 1998- 2001,  completando el montaje del actual régimen “gobierno de empresas” haciendo del valor accionarial su objetivo prioritario.
El hilo conductor de  la economía capitalista  es  la monopolización de un monto tremendamente elevado del capital ficticio y la modificación de los lineamientos económicos políticos para asegurar su vigencia. El carácter puramente ilusorio, imaginario,  de los títulos y acciones  siguió profundizándose trasladando las   sumas ficticias  al conjunto del mundo.


Certezas e incertidumbres de América Latina

 Ante las nuevas circunstancias la burguesía de América Latina creyó  estar a salvo, esgrimiendo (entre otros aspectos) el crecimiento de  las economías de los países integrantes del BRIC (Brasil, Rusia,  India, China y Sudáfrica). Sin embargo, no llegaron  a visualizar en tiempo y forma  las consecuencias acarreadas por la gran  capacidad productiva instalada en China y la falta   de  mercados  para colocar la  producción.  Su principal comprador  Estados Unidos  se encuentra inmerso en una gran depresión, por lo tanto se ve obligada a conquistar otros mercados  para  ubicar los excedentes.

En un momento se intento difundir una gran ilusión,  basándose en una circunstancia   específica: el  haber  salido parcialmente  de los lineamientos neoliberales y el retorno del estado a políticas más o menos expansivas, las  ubicarían   al margen del  estallido.  Un lindo sueño mientras duro.
Han hecho centro en considerar  al estado como un agente externo a la economía, cuando en realidad es parte del capital, y,  su intervención solo puede pensarse a partir de analizar las condiciones de reproducción material en  los países donde actúa.
Los hechos  demuestran  una  intervención estatal sostenida  por las riquezas reales o ficticias provocadas por el  propio quiebre   sistémico. América del Sur se expande a partir de los  aumentos de precios de las materias primas, impulsadas por la emisión monetaria Estadounidense y la vigorosa  expansión de China- esta a su vez -  se sostiene por la compra de bonos del tesoro Norteamericano, gracias a los cuales Estados unidos mantiene su poder de compra ficticio. Así, quienes soñaban con safar de la hecatombe   se encuentran siendo un  producto de su propia ineficiencia.  Las normas económicas políticas  en lo aparente expansivas  se muestran como la causa de las caídas.

 El neoliberalismo sueña con más economía de mercado, mientras algunos   sectores de izquierdas apoyan en diferentes grados  la intervención estatal capitalista, con la ilusión de lograr crecimiento y equidad.
En el contexto citado,  parte de las izquierdas niegan el carácter científico de las relaciones sociales, suplantándolo por una mirada subjetiva  a través del individualismo metodológico o el pos modernismo, al unísono niegan el carácter científico de la lucha de clases. En base a las apariencias   creen  poder suplantar el análisis desplegado por  la determinación del valor,   por los sentimientos  o mística popular, haciéndolos  caer en el voluntarismo  y el determinismo absoluto, ambos   actuando como  dos caras de una misma moneda.

Durante mucho tiempo se fundamento  que las particularidades existentes en América Latina eran el resultado de una  falla  del capitalismo, de la deformación del mismo o  falta de implementación de algunos aspectos.
Pero en realidad no falta,  sobra capitalismo.  Las singularidades  de América Latina surgen de su pleno desarrollo a través de una  acumulación  diferenciada  a niveles nacionales  a partir  de los  lugares ocupados  en cada país.

En la región  la mayor parte de los capitales son pocos productivos y las empresas sobreviven a la competencia recurriendo a otros grifos,  entre ellos y sin ser el  único, los subsidios del  estado.  Además de seguir profundizando la explotación.
Se le acoplan  otros surtidores  como las ganancias extraordinarias obtenidas por la apropiación de los recursos naturales,  produciendo  mercancías no reproducibles por el trabajo humano, con un rendimiento  alto.
La llamada renta de la tierra es la principal causa  del  sostenimiento de un  capital ineficiente, a dicha renta se le suma la deuda externa y la explotación de materias primas.  La deuda o la superexplotación no constituyen una traba para el desarrollo capitalista, son  fuentes compensadoras de la baja productividad, por la tanto,  las debilidades del régimen son el resultado de su  normal desarrollo  y no  consecuencia  de la dependencia  o de una fase neoliberal.

La  inserción mundial de la región,  se basa  en la  explotación de mercancías portadoras  de la renta diferencial de la tierra (cobre, soja, petróleo) esto se combina con los capitales de baja productividad necesitando de dicha renta para compensar la caída en la competitividad. Dentro de esa generalidad se dan particularidades en torno a la propiedad de la tierra  en manos  de los estados o los terratenientes, y,  el valor de la propia fuerza de trabajo.

El marxismo en ocasiones,  se muestra contrario a lo que Marx proponía - en lugar de estudiar las determinaciones  de la situación concreta en el devenir histórico,  aplica teorías como la del imperialismo o la dependencia, explicando  todo a partir de modelos ideales.  No se trata de negar la existencia del imperialismo o  la dependencia, pero el análisis de la situación requiere  en lo fundamental, examinar la conducta del capital, de la cual el imperialismo y la dependencia son consecuencias no causas. Esas variantes ideo logizadas han dejado de ser herramientas para la transformación revolucionaria, cuestión conducente a la revitalización de los principios del socialismo científico.

Cuando Lenin estando en Zurich (Zuiza) entre enero y julio del año 1916 escribió  “el “imperialismo fase superior y ultima del capitalismo” publicada por primera vez en Petrogrado en abril del año 1917, lo hizo ha partir de analizar  los trabajos de Carlos Marx (entre otros) relacionados con la conducta del capital.  Pudo dejar su magnifico legado  gracias a la existencia del capitalismo analizado por su antecesor. Abordando   las conclusiones  originales   previo y alerto sobre  su  posterior desarrollo.
Nos toca, en base al estudio de cada acontecer,  reivindicar  y aplicar donde sea posible, los análisis tendientes a la transformación  de las sociedades  en base a las  autenticas   realidades.
Lo expuesto implica  desentrañar las formas y metodologías para sustituir dicha contradicción, y, aquí nos encontramos con un sin numero de actos  en pro o en contra de dicha idea. Sin intentar simplificar nada, posiblemente  lo elemental sea la coincidencia sobre la existencia de la misma a partir de lo cual,  se podrían ir generando distintas iniciativas para suplantarla. Lo dicho  conduce al abordaje de un mundo de posibilidades  con diferentes expresiones y lenguajes   acordes a los  espacios y tiempos concretos   donde  se materialicen.  
Sabiendo mirar,  nos encontramos con un menú amplio de posibilidades, comprenderlo  implica   resolver  las  propias limitaciones para captar  sus  potencialidades.  Si bien la complejidad  acompaña cada movimiento,  se la debe afrontar   para salir airosos. En este contexto, la superación del dogmatismo  es  esencial para avanzar. 



El país

 Inmerso en la campaña electoral donde las fuerzas políticas de la burguesía deciden, quien  será la administradora del sistema capitalista, en los marcos de a degradación del régimen, las  primeras novedades  han  sido el desgranamiento  de la denominada “centro izquierda” y el acuerdo de la Unión Cívica Radical con el representante del fascismo internacional  Mauricio Macri, aunque pequeños sectores superados por las eventualidad se aliñen junto al gobierno o concreten otras alianzas para evitar desaparecer como fuerza. La otra en un sentido positivo,  es la permanencia de la izquierda diputando conciencias  en el terreno electoral, superando lo testimonial y fortaleciendo la capacidad  de generar políticas,  logrando nuevos  acuerdos.

 Dicho proceso  se acelera  cuando la deuda del país asciende a 209000 millones de dólares, ha pesar de haber pagado 110000 millones  en los últimos  diez años, demostrando  la  gravedad  de la situación. Sin dudas, el déficit público es uno de los mecanismos  privilegiados de la clase dominante y el capital mundial para intentar salir del atolladero.
Ha pesar del relato del des-endeudamiento (novelesco  por cierto) el gobierno busca desesperadamente la vuelta al endeudamiento, lográndolo últimamente, comprometiendo aun mas los recursos públicos. Mientras tanto, junto a la denominada oposición,  sigue callando y escondiendo la posibilidad de investigación del mismo.

Es interesante observar   dentro   de  la dinámica  social,  la opinión de un  dirigente sindical con la virtud de animarse a defender los derechos en la calle y explicar  a los cuatros vientos  que  con el “salario no se juega”.  Tiene razón.   Pero  el capital es muy serio  con los salarios, por eso mismo atrasan los pagos,  los bajan, quitan, arrebatan, roban, absorben, como conducta normal.



Bien, dentro del todo único de la vida y las consecuencias de las diferentes realizaciones,   por diversos  canales se expresan  las  necesidades  de brindar opiniones sobre temas álgidos,  por lo general, tratando  de evitarse o  esperando ser abordados  por otros,  al ser  portadores de  aspectos  delicadamente sensibles  para la militancia antisistemica.

Luego de un tiempo prudencial indispensable para conocer algunas particularidades y tendencias, se hace  posible exponer   algunas situaciones.  
Para muchos no es una novedad la existencia  de orientaciones hacia los exponentes  de la igualdad,  por parte de individuos u organizaciones  intentando implantar  lineamientos  en defensa del régimen.  Se agudizan  las iniciativas  de imposición  en el  interior de las organizaciones   de arcaicos pero aun eficaces métodos,  como  aquel de aparecer  mas radicalizados  que todos los exponentes juntos de tal radicalidad.  Aunque las  actitudes concretas  estén en discordancia   con  dichas posiciones.

Así mismo, por ser algo común  manifestándose    en todas partes,   puede advertirse la reaparición  como por arte de magia, de  personajes que nunca hicieron nada  en favor de los desposeídos, sino todo lo contrario.   Sin embargo, se muestran  como hacedores,   mientras  califican  de vacilantes   a quienes se oponen a las  políticas individualistas, donde el yo es el invitado de honor.  Aparecen así, en principio, dos incongruencias  íntimamente relacionadas  - intentar aparecer como lo que nunca fueron ni serán y   calificar de débiles  a quienes no aceptan sus posiciones.  Al decir del saber popular,  matan dos pájaros de un  tiro.
Rascando un poquito,  se llega a la comprobación  de  vinculaciones, en algún momento de sus vidas,  con sectores proclives al apoyo  del accionar de la dictadura cívico militar fascistas, siendo a la vez,  condescendientes  con los asesinos seriales dedicados al trafico de drogas y la trata,  utilizando para definirse  expresiones particulares “yo no me meto en sus vidas”  “es cosa de ellos no mía”  etc. sin condenar dicho accionar.
 Quienes actúan de esta manera son vivillos de poca monta buscando alguna posibilidad de prenderse de la teta,  pero sin llegar a comprender que solo le muestran el color de una descolorida zanahoria.  Independientemente de los logros,  de por vida serán mandaderos de otros mandaderos. Convengamos  sobre la  existencia y consecuencias de sus actos.

Un grado diferente de objetivos y coordinación  es  implementado por aquellos apareciendo  como fuerza propia, actuando mas sutilmente,  buscando los espacios para denigrar a sus pares con cuestiones aparentemente inocentes,  introduciendo por ejemplo,  la palabra burócratas o similares al  referirse  a sus compañeros ubicados   al   frente de las luchas,  con  los aciertos y errores propios de la participación.
Mientras le  sacan en cuerpo al debate de ideas,   meticulosamente cumplen con su función, si no logran imponer sus criterios, comienzan la preparación  de  sus vuelos hacia otros nidos.  Aquí se dan  situaciones  a tener en cuenta  - en primer lugar, quienes comparten un colectivo lo hacen por propia conciencia o voluntad,  por lo tanto,  tienen todo el derecho de emigrar hacia otros horizontes.   Sin embargo,  cuando esas  idas     son precedidas por la denigración de quienes enfrentan las situaciones,  traslucen  la existencia de otras intenciones.  Lo consumado  obliga al  abordaje de  una complejidad superior ¿Por qué? Porque aquel “ser” capaz de introducir desvanecías a partir de cuestiones no fundamentales con las consecuencias (entre varias) de  restringir   las actividades,  demuestra  poseer  un horizonte diferente.  Unos son y serán mandaderos,   otros, con la capacidad de trabar las  actividades,  han  recibido algún tipo de preparación y accionan  en consecuencia.

El planteo  de estas  cuestiones en lo aparente burdas es  de modo general,   por no tener derecho a hacerlo  de otra manera, teniendo en cuenta   la delicada sensibilidad.  Sin embargo, no es un impedimento para reflexionar a cerca de la existencia de lineamientos mas sofisticados, complejos,  no siempre visualizados a simple vista, cumpliendo con su faena disgregatoria,  mientras fortalecen sus propias fuerzas.  
Se trata  de estar atentos,  dejando  en claro que el único compromiso existente es el de la defensa de los interés de los trabajadores explotados, los  despojados y oprimidos de la ciudad y el campo, sean mujeres, hombres, jóvenes o no  jóvenes.  Todo lo demás es harina de otro costal.
El estar alertas es esencial,  porque la burguesía  cuenta con siglos de sabiduría  orientada  a  consolidar  sus  propios  avances, destruyendo  a sus oponentes  como algo   natural.

Las referencias hechas  son elementales aunque no carentes  de importancia, por lo mismo, se las debe considerar como líneas de conductas permanentes actuando en  diferentes espacios  a través del tiempo,  por encima de  los destellos aislados o circunstanciales.

A pocas horas de conmemorar el día internacional de los trabajadores, un saludo para todos y el recuerdo para  los  pares caídos  en defensa de los  más elementales derechos. Como siempre,  es un día de luchas, no de fiestas.


Juan Alberto Remedi – integrante del movimiento Bolivariano de Entre Ríos

                                                                                                    Paraná: abril de 2015 
www.remedijuanalberto.blogspot.com




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