domingo, 19 de abril de 2015


[alai-amlatina] México: La inestabili


México: La inestabilidad social

Salvador González Briceño

ALAI AMLATINA, 17/04/2015.- Otra tomadura de pelo, como tantas para los 
mexicanos. Por la banca internacional, los que responden a los intereses 
de Washington e imponen las condiciones cuando de reformas estructurales 
se trata, como el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional 
(FMI).

Ahora resulta que la prospectiva de crecimiento de la economía en México 
para el presente año y hasta el 2020, elaborada por el FMI será de ¡3.5% 
del PIB!; eso sí, presunto respiro, muy superior al promedio del ¡2.3% 
de las últimas tres décadas!

Engaño total. México tiene años y felices días que no da una. Son los 
gobernantes que desde Miguel de la Madrid a la fecha solo copian las 
recetas dictadas primero por los Chicago Boy y luego la banca 
internacional. Quien controla la economía lo domina todo. Todavía peor, 
“El que controla los alimentos controla el mundo”, como diría uno de los 
mayores operadores del Departamento de Estado y las estrategias de la 
CIA en Latinoamérica, el exsecretario Henry Kissinger.

Pero con Carlos Salinas arreció la cosa. Si tuviésemos que responder 
solo con el nombre a la cuestión de quién ha sido, o han sido, los 
peores presidentes de México por el daño causado en las últimas tres 
décadas, dos se llevan el premio: Salinas y Calderón. Pésimos. El 
primero porque destruyó una economía que costó años articular y que 
desde la década de los 40 creció a tasas muy por arriba de los 2, 3 y 
4%. El segundo, porque destruyó lo más preciado para la vida social de 
un país: su seguridad. Ambas acciones responden a la estrategia de 
Washington, de desestabilización de México.

Estados Unidos quiere a un país sometido al sur de su frontera. No a un 
país boyante. Quiere disponer en cuando lo requiera, de todos los 
recursos que el territorio todavía posee. Quiere el petróleo del golfo, 
el gas de los estados del norte, el uranio de Chiapas, el oro y la plata 
y todos los demás recursos del resto del país. Quiere intervenir cada 
que quiera, como la nueva ley de aguas acá para que las empresas del 
fraking dispongan de la materia prima de dicha técnica destructiva del 
medio ambiente. Todavía hace falta denunciar lo suficiente para la 
contención de este problema.

Incluso la amenaza de EUA hacia México es de alcance militar. Pero no 
saben cómo y busca pretextos. Por eso están arguyendo las peores 
ficciones, como lo han intentado tantas veces y por muchas vías. Lo 
último es, dizque por la presencia del estado islámico (¡que ni es 
Estado ni es islámico!) en la frontera norte de México listos para 
invadir territorio gringo (¡re contra sic!). Antes no faltó quien dijera 
que los terroristas se habían “asociado” a los carteles de la droga 
mexicanos, para amenazar a EU. Chapuzas de a dólar.

Con estas breves referencias solo quiero ejemplificar que la principal 
arma de un país (como EU) para controlar a otro (en el caso México), es 
imponiéndole los artilugios económicos que se filtran desde el gobierno 
hasta la población mediante las “políticas públicas”. Pero hay muchos 
métodos más. Y todo lo ha aplicado México como alumno ejemplar incluso 
más estricto que Chile, país en dónde los pupilos de Friedman aplicaron 
su estrategia de contención, mejor dicho, de choque militar.

Contención de todo, pero principalmente de los salarios, de la 
inflación, del trabajo, de los niveles de bienestar alcanzados en 
décadas atrás. México se distinguió por décadas porque su modelo de 
desarrollo “hacia adentro” le funcionó. Luego vino el modelo de 
desarrollo “hacia afuera” que todo se llevó con la globalización para el 
desarrollo. Dicho modelo se llevó la riqueza, el crecimiento, la salud, 
la educación (Chile también anda por las mismas, los estudiantes 
luchando por el rescate del sistema educativo; como acá los 
politécnicos, del IPN), se esfumó todo. Las cifras lo comprueban. Porque 
en cuanto dejó de funcionar el modelito llamado neoliberal, dejó de 
aplicarse en los propios países madre: EUA (Ronald Reagan) y la Gran 
Bretaña (Margaret Thatcher).

México sigue mal desde entonces a la fecha. Nada crece. Al contrario, 
todo se contrae. O aumenta pero al revés, como la pobreza y la pobreza 
extrema. La desaparición de la clase media, la educación, el empleo, los 
derechos históricos de los trabajadores, el abandono del campo, la caída 
de los salarios con su correspondiente pérdida de poder adquisitivo, 
etcétera. Por eso tenemos ahora un país con una tremenda inestabilidad 
social. Porque la estratagema del imperio apunta, insisto, hacia la 
desestabilización del país. Eso conlleva muchas aristas. Apunta 
directamente a las últimas políticas aplicadas en México, pero dictadas 
desde EUA.

Y de las últimas “reformas estructurales”, simple entreguismo del sector 
energético a las empresas extranjeras; con todo y algunos cuates también 
participen, como al magnate Carlos Slim que ya lo hace desde 2013 con 
Cicsa y ahora con la nueva empresa Carso Oil & Gas. Enrique Peña Nieto 
ha cerrado la pinza de las reformas iniciadas por Salinas; la mejor 
muestra de ello es que en el gabinete económico los funcionarios tienen 
línea salinista; en Hacienda, en Economía, en el Banco de México. Un 
Banxico totalmente al servicio no del peso frente al dólar sino de los 
especuladores monetarios extranjeros. Por todo Peña es felicitado en el 
extranjero, particularmente por el presidente Barack Obama.

En fin. El caso es que conforme a las propias estimaciones de Hacienda 
de que la economía mexicana tendría una mayor expansión “debido a la 
aprobación de las reformas estructurales”, entre 2013 y 2018, eso está 
por verse. No hay solidez para el crecimiento de México que también 
pregona el FMI. Por la contracción generalizada en todas las ramas y 
sectores, los únicos son aquellos como el automotriz que maquila a las 
matrices. México apunta hacia eso, a convertirse de plano en simple país 
maquilador.

Inestabilidad, desestabilización, injerencia extranjera y atentados 
permanentes contra la seguridad nacional de México son líneas del norte. 
Y los gobernantes mexicanos, diciendo que sí a todo. Estrategias van, 
estrategias vienen, y el deterioro se acelera. Ni con la barita mágica 
del FMI saldremos adelante, sin cambio de rumbo. Mucho menos cuando el 
país se está militarizando, comprando armas al norte.

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