domingo, 8 de septiembre de 2013
Siria -  guerra civil o intervención extranjera
En vista de las incomprensiones (parciales por cierto) de una  parte de la militancia popular, relacionadas con sucesos actuales, en especial con hechos ocurridos en Siria  - reflejos de la crisis sivilizatoria -  brindo algunas ideas sintetizadas,  expresadas en trabajos anteriores e incorporo   otras,  con la intención de seguir participando de modo positivo en el   debate y acciones  en marcha. 
Atrás quedaron las rimbombantes declaraciones de Barak Obama  “Premio Novel de la paz” en  favor de la misma.  El presente muestra a un mundo  horrorizado  por la brutal situación de guerra provocada por el  militarismo Estadounidense y la escalada agresiva contra el pueblo Sirio. 
Atrás quedaron aquellas manifiestas ilusiones de diferentes  sectores de la comunidad internacional y  sus apuros por relacionarse con el presidente no blanco, como si el color fuese,  por ejemplo,  una señal  inconfundible en la resolucion de las diferencias internacionales por la via pacifica.  Una vez mas quedo demostrado que la ideología del capital es representada y llevada adelante por seres humanos   independientemente del color de sus pieles.  Muchos creyeron lo contrario,  conformando   una de las tantas orientaciones  para  tratar de acostumbrarnos a  situaciones  determinadas.
En relación al tema, la  participación  y observación de  las inquietudes de la militancia popular,  permite  sentir   sus reclamos e interrogantes,  entre ellos ¿que pasa en Medio Oriente?  ¿Qué pasa en Siria? lo común es escuchar apreciaciones demostrativas de los   niveles  de entendimientos como  “no se entiende nada” “se matan entre ellos” un obrero rural lo expuso de manera simple “nos sirvieron un plato de locro, sin decirnos que condimentos le pusieron ni como lo revolvieron, hay que comerlo nomás”   muestras  claras de la necesidad de comprender,  nada es casual, el objetivo del Imperio es confundir  para  seguir aplicando sus preceptos.
Referirse a la cuestión   como compleja,   sin aportar  a su conocimiento   es   en el mejor de los casos,  una actitud cómoda   no coherente con la realidad en curso, se trata entonces de ir desandándola, aunque sea en partes, hasta llegar a una comprensión mas acabada, sumando  algo de luz  (a la ya existente)  en  las tinieblas impuestas 
Para comenzar seria interesante discernir cual es   el factor clave de la situación Siria, sin dudas, no lo constituye la aspiración democrática  de una parte del pueblo en oposision a una “supuesta dictadura”, porque, si bien  es  una  idea  motorizada  en franjas de la sociedad, no contó ni cuenta con las fuerzas suficientes para desarrollar una guerra civil. Los acontecimientos vienen delineando  otra realidad,  el hecho determinante es  la desestabilización interna, utilizando a miles de mercenarios, armados, estructurados y pagados por los Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Catar y Turquía,  por lo tanto,  no se trata de una guerra civil, sino de una agresión externa, disfrazada de guerra civil.
Esta nueva confrontación  del siglo XXI se debiera analizar en el contexto de las doctrinas y dilemas de la política exterior de los (EE.UU.)  en especial  del  concepto aplicado a la práctica de “guerra permanente” en defensa de los llamados intereses vitales,  situados  lejos de sus fronteras.
 En enero del año 2009 se conoció la llamada “doctrina Obama”  comprometiéndose  a la  no utilización  de armas nucleares contra  estados no poseedores de estas,  pero a condición de respetar  las disposiciones del tratado de no proliferación nuclear (TPN) del  año 1968, dejando así  en claro que,  los  no adherentes al  dictamen de Washington,  quedan  a merced de las represalias  militares y económicas  vigentes, repitiendo experiencias de  administraciones anteriores. Lo concreto  a pesar de la retórica,  es la  ratificación   de la no renuncia  al uso del arma nuclear,  acompañado con   la “prevención del riesgo terrorista” como  prioridad de  prioridades.
 Con el nuevo presidente la carrera armamentista siguió ascendiendo, la industria Boeing produjo nuevos proyectiles  hipersonicos,  con capacidad de  atacar a cualquier estado en cualquier parte del mundo en menos de una hora. Junto a ello en el año 2009 aprobaron la doctrina de guerra irregular, donde el campo de batalla no tiene limites, es el mundo entero, considerando  a la contrainsurgencia,  la subversión y el uso de fuerzas especiales para la ejecución de operaciones clandestinas,  como las  principales técnicas para  la desestabilización desde dentro del adversario. 
Para viabilizar sus objetivos crean   agencias  como,  la Organización de los Estados Unidos  para el desarrollo internacional (USAID) entre otras - por su intermedio  canalizan los envíos de  dinero a sus aliados y amigos a fin  de lograr la penetración de sus ideas y planes en la “sociedad civil” de  aquellos países importantes para sus intereses.
No se trata de menospreciar su capacidad, ni considerarlos  invencibles, sino  de saber  que  al mismo tiempo de  producirse  las operaciones militares en Irak y Afganistán,  fueron capases de  ejecutar una guerra secreta contra Irán, Georgia, Ucrania, Bolivia, Paraguay, Ecuador, Venezuela, México, Perú, Yemen,  Paquistan, Filipinas, Somalia y Siria, dirigidas por el organismo de  operaciones especiales (SOCOM) – entidad existente  dentro del departamento de defensas, teniendo  a su disposición fuerzas terrestres, navales y de aire,  su propia división de inteligencia, satélites, aviones no tripulados (drones) y siberguerreros,  respondiendo directamente al presidente,     responsables  de acecinar  a Osama Bin Laden el 2 de mayo del año 2010.
Avanzan    en la militarización   del espacio cibernético,  extendiendo  esta original  vigilancia a todo el planeta con el apoyo de  otros países y empresas. En esa maraña de  organizaciones recae la tarea  de proteger las  informaciones  sensibles,  las redes e intercepción de comunicaciones extranjeras militares o civiles  y las internas  incluyendo   las civiles.
Este conjunto de actividades  motorizadas  de forma coordinada  a nivel mundial, los obligo  a potenciar  el presupuesto militar, en el año 2011 gastaron 750000 millones de dólares - 31000 millones más que en el año 2010.
En esa  locura de explotación, mayores ganancias  y muertes, distinguen  tres tipos de guerra a desencadenar: 1) de alta intensidad entre grandes potencias mundiales – 2) de intensidad media, con un compromiso militar directo de (EE.UU.)  contra países mucho mas chicos,  por ejemplo Irak y Afganistán- 3) de baja intensidad, no participando directamente y haciendo que otros combatan por ellos, utilizando paramilitares, mercenarios y terroristas.
La  actitud de recurrir a la guerra en cualquiera de sus variantes, expresa la comprensión de la irreversibilidad  de la tendencia del sistema internacional hacia la  multipolaridad,  solo intenta detenerlo aunque ello signifique  el sacrificio   de miles y miles de vidas.
 La intervención  desencadenada por la OTAN  en Libia con la creciente amenaza militar  a Siria e Irán,  forma  parte del colapso del imperio, allí pusieron  en practica  un nuevo modelo de ocupación, utilizando armas modernas  con un poder destructivo muy superior a sus antecesoras, donde   la absorción de  los  costos  recayó en los  aliados Europeos, todo ello combinado  con  la utilización de los medios de informaciones  masivos contra el pueblo Libio y el mundo, orientados a generar desinformación.
Este tipo de acciones  mediante la subversión, operaciones encubiertas y sanciones económicas, incluyen a América Latina y el Caribe,  una muestra de ello  es el redespliegue de la 4ta flota, el aumento de las bases militares para intervenir en cualquier punto de la región, el golpe de estado en Venezuela en el año 2002, la sedición de Santa Cruz en Bolivia,  el golpe militar en Honduras y el intento de golpe en Ecuador, como así también (repitiendo la experiencia) la utilización de los medios de difusión para crear situaciones virtuales en  favor de los intereses del imperio, lo que significa mentir, desinformar, atacar las  conciencias  y  corazones  de los seres humanos con infundíos.
  ¿Qué pasa en Siria? Algo ya esta expresado, es una intervención directa de fuerzas extrajeras,    encuadrada  en la batalla geo  energética librada en Medio oriente y el Caucazo, extendiéndose en el presente  a un radio geográfico mas amplio, desde  el Norte de África  hasta Asia Central. El conjunto de movimientos realizados se distinguen por  la existencia  de  un hilo conductor invisible, no dado a conocer por los gobiernos ni los medios de comunicación: la ferocidad del capitalismo  por controlar  las reservas de gas como parte de sus políticas de control mundial.
Ateniéndose a esta realidad se han producido  una serie de hechos en lo  aparente inconexos, aunque son partes integrantes de un tablero único, entre ellos,  los atentados del 11 de septiembre de2001,  el terrorismo en el Caucazo Norte en el año 2010,   volando la central hidroeléctrica de Baksan,  las invasiones a Irak, Afganistán y Libia, la guerra entre Georgia y Rusia, la denominada Primavera Árabe y su antecesoras  las revoluciones de colores en los países integrantes de la ex Unión Soviética, los acuerdos energéticos entre Rusia, China y Alemania y el asedio a Irán entre otras.
El actor  fundamental de la situación creada  es  Estados Unidos y sus contrarios  Rusia y China – en este arco,  la intervención de la Unión Europea esta marcada por una trama de contradicciones y acuerdos entre sus componentes principales (Alemania, Francia y Gran Bretaña) aparecen otras  figuras  importantes como  Irán e India y con papeles menos trascendentes  subordinada al  actor  principal  intervienen Turquía, Catar y Arabia Saudita.
El objetivo inmediato del imperio  es evitar las consecuencias de la derrota sufrida  en Irak. La desestabilización en el país Árabe  comenzó al mismo tiempo de cristalizarse el hecho mencionado   por intermedio  de  la firma de un acuerdo, en julio de 2012, entre Siria, Irán e Irak,  para la construcción de un gasoducto con origen en el campo de gas de South Pars en Irán, desembocando en la costa Siria del mediterráneo. Esto significa, nada mas y nada menos  que,  en  medio de una guerra geo energética, el país en que se desarrollo la invasión, firma  un acuerdo de proyección estratégica,  con dos enemigos jurados de (EE.UU.) en la región - como si esto fuese poco,  la salida del gasoducto  seria por el puerto de Tartus  donde se encuentra  enclavada una base Rusa de la  flota  del mediterráneo.
Estas  circunstancias   explican  el papel de Catar y Turquía. Catar es la tercera reserva de gas del mundo detrás de Irán, cuenta  con  un proyecto alternativo para la  construcción de un  gasoducto con origen en ese país, con  salida al mediterráneo por Turquía y el apoyo de Washington. Por otro lado, Turquía carente de dichos  recursos  pretende incrementar su valor geo estratégico, por  ser territorio obligado del paso de los hidrocarburos  del Medio Oriente y el Caspio, por esta  razón, ambos países   apoyan  fervientemente  a  los mercenarios actuando en Siria. 
En la coyuntura dada,  se combinan  otros elementos particulares, el pueblo atacado  es uno de los mayores  socios de Irán, el principal apoyo de Hezbollah en el Líbano y de la resistencia Palestina, también un ejemplo exitoso (con sus vaivenes) de un  régimen laico, permitiendo la convivencia de etnias y corrientes religiosas  en paz.
Estados Unidos junto a   Israel y Francia,  actúa sin dejar margen a los intentos de  alcanzar una solución política del conflicto, minimizando a las Naciones Unidas, asumiendo el  uní lateralismo que le permite  actuar en soledad, con los consecuentes  actos violatorios del derecho internacional. 
El único plan coherente del Imperio es balcanizar, mediante una mirada étnica y religiosa de la región,  sigue  evidenciándose  la utilización de estos elementos en favor de la intervención, escondiendo  las verdaderas razones, las “económicas” en especial las referidas al manejo de los gasoductos gasiferos.
Manifestarse contra la intervención y la guerra en una de las responsabilidades del momento, requiere entre otros aspectos, superar los  resquemores organizativos. Donde no se den las  condiciones para  la realización  grandes movilizaciones, debemos incentivar las adecuadas a cada lugar,  haciendo un llamado a la creatividad   y superación de  los esquemas organizativos  estrechos.  La delicada situación internacional  así lo requiere.
Si bien son ideas de cierto modo parciales,   quizás sirvan como  punto de partida o complemento de otros,  con miras a la participación organizada  contra la intervención y la guerra desatada una vez más,  por el capital transnacional y sus lacayos autóctonos.
   
Juan Alberto Remedi  -- Integrante del Movimiento Bolivariano de Entre Ríos
                                                                            Paraná -  septiembre de 2013
www.remedijuanalberto.blogspot.com
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